Usted está aquí: lunes 25 de julio de 2005 Deportes La nueva Comisión Taurina del DF sigue sin asumir funciones

Inexplicable

La nueva Comisión Taurina del DF sigue sin asumir funciones

LUMBRERA CHICO

Cuando faltan sólo cuatro días para que la jefatura de Gobierno de la ciudad de México pase de las manos de Andrés Manuel López Obrador a las de Alejandro Encinas como encargado del despacho, las autoridades capitalinas mantienen en el vacío la situación jurídica de la fiesta brava en el coso más grande de América y, supuestamente, más importante del país. Pese a que ayer se celebró la novena novillada de la temporada "aún más chica" del año en curso en la Monumental Plaza Muerta (antes México), ni el alcalde saliente ni el que lo remplazará durante los próximos 18 meses han realizado gestiones para que asuman sus cargos los directivos de la nueva Comisión Taurina del Distrito Federal.

Al frente de ésta, como se recordará, quedó el periodista Luis Javier Solana, quien, al menos en teoría, deberá proseguir las tareas desempeñadas por su antecesor, el videoasta y ex novillero Carlos Mendoza Aupetit. Pero inexplicamente Encinas ha postergado una y otra vez la entrega-recepción de las instalaciones (en realidad, una oficina modestísima) y la documentación que registra los trabajos de la directiva anterior, una omisión que representa por otra parte un incumplimiento de la ley.

En esa papelería, que Solana deberá revivir -a ver si es cierto- figuran las cinco averiguaciones previas que el equipo de Mendoza Aupetit solicitó que las autoridades de la delegación Benito Juárez abrieran en contra del veterinario Rafael Herrerías, así como los procedimientos administrativos enderezados por la misma vía contra la empresa Plaza México SA de CV, relacionados con la alteración de los elencos anunciados antes de las temporadas 2001-2002, 2002-2003, 2003-2004 y 2004-2005, graves faltas que de acuerdo con el Reglamento Taurino en vigor hubieran sido suficientes para que el Gobierno del Distrito Federal cancelara la licencia del pozo de Insurgentes.

Lejos de consolidarse como una instancia para asesorar al titular del GDF acerca de los problemas legales de la tauromaquia en la ciudad, la Comisión Taurina, tal como quedó conformada en la actualidad, satisface a plenitud las exigencias de Herrerías, quien a lo largo de la administración de López Obrador exigió, y presionó para lograrlo, que ese organismo desapareciera o, en su defecto, permitiera la incorporación de representantes de la empresa para que éstos aconsejaran también al alcalde.

Con el nombramiento de Juan Castañeda como miembro de la nueva mesa directiva, las pretensiones de Herrerías quedaron colmadas porque Castañeda, nadie lo ignora, es uno de sus empleados de confianza más cercanos y en el medio ya se sabe que no asesorará a Encinas sino al ex tensita y locutor Pancho Contreras, quien desde que se sumó a su vez al equipo de Solana no ha hecho otra cosa que pedir a los jueces de plaza que "eviten problemas" con Herrerías. Asimismo, ha dejado caer aquí y allá que todos los conflictos jurídicos suscitados antes de su gestión serán olvidados, porque la nueva Comisión Taurina "viene con un espíritu muy positivo", lo que no deja de ser un pésimo augurio.

 
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