Usted está aquí: lunes 25 de julio de 2005 Opinión Lluvias y agua a cuentagotas, cruel paradoja

Iván Restrepo

Lluvias y agua a cuentagotas, cruel paradoja

El Colegio de Ingenieros Civiles sostiene que la escasez de agua es el principal obstáculo para lograr el crecimiento ordenado de la ciudad de Durango. Apuntó que "difícilmente alguien se arriesga a adquirir reservas territoriales en esa capital estatal cuando hay incertidumbre en el suministro de agua". El vital elemento se surte con grandes limitaciones a las colonias pobres. Mientras, el gobierno de Sonora tuvo que negociar con el sector agrario para traspasar millones de metros cúbicos de agua destinada a la agricultura a fin de cubrir parte de la demanda no satisfecha del líquido en la ciudad de Hermosillo, donde el déficit es cada vez más grave.

Hace dos meses, cuando aún no comenzaban las lluvias, algunas muertes masivas de peces en presas y lagos se atribuyeron a las altas temperaturas del agua. Ahora la mortandad se debe a la contaminación. Dos ejemplos: las autoridades de protección civil de Apizaco, Tlaxcala, señalaron que la reciente muerte de miles de peces en la laguna de Guadalupe se debió a las descargas tóxicas provenientes de la Ciudad Industrial Xicoténcatl. No se sabe si los culpables de contaminar la laguna y de matar a miles de peces fueron consignados por cometer diversos delitos. En otro sitio, Lago de Guadalupe, estado de México, se registró por cuarta ocasión una mortandad de peces. Se desconoce su causa.

En cambio sí se sabe por qué se hundió parte de un edificio de departamentos de cinco pisos en Playa del Carmen, Quintana Roo: se construyó en lo que fue un manglar -ecosistema protegido por una Norma Oficial Mexicana (NOM)- que se conecta con el mar. El agua marina buscó antiguos cauces y terminó por reblandecer el área sobre la cual descansaba el edificio, el cual será demolido. El secretario de Gobernación diría que no hubo víctimas que lamentar gracias a la intervención divina, pero es obligación de las autoridades intervenir y sancionar a quienes construyeron donde no se debe y a los funcionarios que lo permitieron.

Cuando Alberto Cárdenas era secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales se ufanó de haber logrado el acuerdo para distribuir racionalmente el agua de la cuenca Lerma-Santiago y recuperar el lago de Chapala, así como de patrocinar el acuerdo entre Jalisco y Guanajuato para construir la obra hidráulica que cubriría las necesidades de agua potable de Guadalajara y León. Ahora el gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez, dice que "no le dará agua a la ciudad de León, sin que antes sea garantizada la supervivencia del lago de Chapala". En defensa de los intereses de los jaliscienses dijo: "me voy a mantener y me voy a mantener porque yo creo que el fin no justifica los medios".

El maestro Francisco Valdés Perezgasga afirma que el agua que beben un millón de habitantes de Torreón, Gómez Palacio, Lerdo, y otras poblaciones de La Laguna tiene arsénico, sustancia cancerígena que también funciona de co cancerígeno. Según el doctor Adrián Ortega el arsénico proviene de la evaporación cíclica de las aguas de las lagunas de Mayrán y Viesca. Esa agua insalubre se mantuvo a raya por la llegada anual de agua fresca y limpia en los ríos Nazas y Aguanaval. Hoy, asegura Ortega, por construir presas, encementar canales de riego y extraer irracionalmente el agua subterránea se provocó que el agua contaminada se vierta sobre el disminuido acuífero de donde se surte a miles.

Para Valdés Perezgasga lo más cruel del caso lagunero es que, "aun cuando el agua nos esté envenenando, legalmente es potable" porque la NOM establece que lo es si tiene hasta 25 microgramos de arsénico por litro. La Organización Mundial de la Salud recomienda que no contenga más de 10. "Somos víctimas de una cruel paradoja -concluye-: habitando el territorio de la sed, el agua nos está matando. Lentamente." También en La Laguna, en el ejido El Consuelo, municipio de Matamoros, los niños se enferman por beber agua con aceite y arena. El Consuelo cuenta durante tres horas al día con el servicio de agua supuestamente "potable".

Mientras las lluvias abundan y causan daños en buena parte del país, millones carecen de agua potable en sus viviendas o la reciben a cuentagotas y de mala calidad.

 
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