Usted está aquí: lunes 25 de julio de 2005 Política Integrantes del Tucom, de políticos pobres a precandidatos que gastan millones

Su cercanía a Elba Esther y apoyo a reformas de Fox, otros puntos de coincidencia

Integrantes del Tucom, de políticos pobres a precandidatos que gastan millones

CIRO PEREZ SILVA

Ampliar la imagen Enrique Jackson, Arturo Montiel, Tom�Yarrington, Enrique Mart�z y Manuel Angel N� el pasado 13 de julio FOTO Marco Pel� Foto: Marco Pel�

Además de la cercanía con la secretaria general del PRI, Elba Esther Gordillo, los aspirantes a la candidatura presidencial por el tricolor del grupo conocido como Unidad Democrática tienen un común denominador: el vasto despliegue de recursos para promover su imagen, mismos que no corresponden con los que poseían hace seis y siete años, cuando aspiraban a la gubernatura de sus respectivas entidades o a una curul en el Congreso.

Comparten además, en mayor o menor medida, el apoyo a las "reformas estructurales" del presidente Vicente Fox que promovió, como coordinadora de los diputados, la maestra Gordillo Morales, y el interés de negociar un "salvoconducto político para cualquier eventualidad" relacionada con su paso por sus respectivos gobiernos estatales, como se afirma en los pasillos de la sede nacional priísta.

A la distancia, hoy son más que mera anécdota los encuentros que propició seis años atrás Arturo Montiel con el entonces presidente nacional del PRI, Mariano Palacios Alcocer, para pedirle públicamente dinero "porque no me alcanza para la campaña". No fueron pocas las ocasiones en las que Montiel -hoy con un evidente poder económico del que carecía hace seis años- esperaba en el aeropuerto de Toluca el regreso de Palacios Alcocer de sus giras por el país para solicitarle recursos que le permitieran competir por la gubernatura del estado de México.

Otros casos son el del mandatario de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, y los ex gobernadores de Tamaulipas e Hidalgo, Tomás Yarrington y Manuel Angel Núñez Soto, aunque este último está lejos de acercarse siquiera al poderío económico de sus compañeros del grupo también conocido como Tucom.

No así el senador Enrique Jackson, quien junto con Montiel se disputan el primer lugar de este grupo antagónico al dirigente del PRI, Roberto Madrazo, en el uso millonario de recursos para darse a conocer en todo el país, previo al proceso de selección priísta de candidato presidencial.

Tomás Yarrington

El más joven de los aspirantes a la primera magistratura, Tomás Yarrington, se define como "un bohemiazo" y un aficionado a las películas de acción, además de que es conocida su amistad con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush. En su biografía se destaca su habilidad de orador y su desempeño académico.

Durante su gobierno en Tamaulipas, Yarrington logró cambiar su imagen y pasó de sospechoso de tener vínculos con el narcotráfico -señalamientos que hacían la oposición, organizaciones sociales y el capo Osiel Cárdenas- a ser reconocido por el entonces procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha. "Tuve el honor y la satisfacción de ver el gran esfuerzo que se ha hecho en Tamaulipas en materia de justicia", dijo éste.

Macedo de la Concha inclusive deseó a Yarrington Ruvalcaba que su quehacer inmediato lo asuma con el éxito con que ha adoptado todas sus decisiones, "sabemos que le va a ir bien y sabemos que usted logrará, como en Tamaulipas, lo que se ha propuesto".

Pero también se investiga la deuda que heredó al actual gobernador, Eugenio Hernández, y la cual extraoficialmente ascendería a mil 500 millones de pesos, aunque oficialmente se habla de que es de 900 millones. De acuerdo con legisladores de oposición el déficit es de 930 millones de pesos a lo largo del sexenio de Yarrington, además de 600 millones que negoció en diciembre de 2004, es decir, en el último mes de su gobierno y que, se especula, ha servido para financiar su campaña.

Paradójicamente, el primer problema que dice que trataría de resolver si llega a ser Presidente es la pobreza. "Es absurdo que un país como el nuestro, con muchos más recursos que otros, sea tan ineficaz en el combate contra la pobreza", expresó en alguna ocasión.

Arturo Montiel Rojas

Luego del triunfo que obtuvo el candidato del PRI al gobierno del estado de México, Enrique Peña Nieto -cuya postulación defendió frente a la propia dirigencia nacional de su partido-, Arturo Montiel "potenció" sus posibilidades para la contienda entre los aspirantes de Unidad Democrática.

Nacido en Atlacomulco, a Montiel se le conoce por su habilidad para reaccionar favorablemente ante acontecimientos políticos adversos; "se le puede ver en el suelo, con el pie del adversario en el cuello, y a pesar de ello levantarse, derrotarlo e inclusive sacarle ventaja", comentan en corto los madracistas.

En su biografía se define como "inteligente, destacado estudiante, joven inquieto, reflexivo y muy deportista". Eligió la carrera de contaduría, pero "sin dejar a un lado su vocación política; escuchaba los discursos del presidente Adolfo Ruiz Cortines por radio y los comentaba con su familia, reflexionaban y opinaban sobre ellos".

De acuerdo con su propaganda, los mexicanos exigen de sus gobernantes una visión clara de hacia dónde conducir el desarrollo del país; una firme decisión para ejecutar los cambios y las reformas estructurales y un liderazgo político capaz de volver a generar la confianza, la seguridad y el entusiasmo de la sociedad. "Estas son tres características con que yo cuento", asegura.

Como pocos, Montiel ha llevado su campaña proselitista a todos los espacios con un respaldo económico que supera al del resto de sus adversarios, incluido Roberto Madrazo, aunque aún no ha explicado la procedencia de los recursos.

Enrique Jackson

En el alto nivel de gasto en la promoción de su imagen se encuentra el senador Enrique Jackson. No se le escatima su capacidad para la negociación política, como evidencia está el hecho de que ha ocupado por dos años consecutivos la presidencia del Senado de la República, con todo el manejo de recursos, presencia en medios e influencia política que ello significa. Todo esto justamente en el momento previo al inicio de esta campaña por la candidatura de la Presidencia de la República.

"Aunque trabajo desde los nueve años, este país me dio la oportunidad de ir a la escuela. Estudié administración pública en la UNAM", reza su biografía, en la que habla del niño nacido en Los Mochis, Sinaloa, "en una época en la que empezaba a notarse el progreso del país. De niño vi cómo un día llegó a mi casa la luz eléctrica, el agua potable y el drenaje. Esto me hizo valorar lo que significa contar con los servicios básicos".

Destaca su inicio en la actividad profesional "con tareas modestas en diversas oficinas de gobierno", como director de Liconsa; titular de la delegación Cuauhtémoc y de la policía capitalina; secretario general de Gobierno del DF, sin dejar de mencionar que trabajó en la Sedeso, "con Colosio" de quien, asegura, "fui su amigo". Después fue diputado federal y hoy, líder de la bancada del PRI en el Senado.

Asevera que tiene una larga carrera "y no tengo un patrimonio", además de definirse como "un político que nunca ha estado metido en escándalos de corrupción". Sin embargo, evidencia una capacidad económica que destaca por encima del resto de los aspirantes priístas.

Enrique Martínez

Con un despegue tardío en la competencia por los espacios para la promoción de su imagen, el aún gobernador de Coahuila ocupa, igual que Yarrington, el segundo escalón en el despliegue de recursos para la promoción de imagen. Luego de los anuncios espectaculares que se podían ver prácticamente en todo el país y que difundió un grupo denominado Aliados de Enrique Martínez, el mandatario estatal pasó a los anuncios televisivos en espacios doble A, los más caros del ámbito televisivo.

Ante esta desigual competencia que representa la ventaja económica de Montiel y Jackson, Enrique Martínez apuesta a los resultados obtenidos en su gestión como gobernador de Coahuila. "Algunos tienen muchos recursos, otros sólo tenemos nuestro trabajo", comenta cuando se le interroga sobre este tema.

Como pocos, ha defendido las reformas estructurales. "Hay que dejar atrás romanticismos ideológicos y permitir la participación de la iniciativa privada en el sector energético", afirmó en varios momentos Enrique Martínez, pese a que se trata de una opinión que va en contra de los "candados" que para este caso tiene la plataforma de su partido.

Martínez y Martínez se ha destacado, al igual que Yarrington, como uno de los principales interlocutores entre Unidad Democrática y Roberto Madrazo.

Manuel Angel Núñez Soto

En este grupo se ubica también el ex gobernador de Hidalgo Manuel Angel Núñez, el único de los aspirantes de Unidad Democrática que estuvo con Elba Esther en aquella reunión de la comisión política permanente, en la que se exigió la renuncia de la maestra por la promoción de las llamadas reformas estructurales y que marcó el inicio de su ausencia de la Cámara de Diputados y de su cargo en el tricolor.

Como Martínez y Martínez y Yarrington, Núñez es uno de los candidatos a ocupar alguna cartera o, eventualmente, una senaduría, toda vez que en las encuestas son aventajados por Montiel y Jackson, dentro de su grupo, y por Madrazo en su partido.

Ha defendido en todos los foros las reformas estructurales. Sostiene que "hay campos" en el sector energético en los que podrían participar los empresarios. El hidalguense planteó también la adecuación de las instituciones políticas para que, en el contexto de la reforma del Estado, preserven la soberanía en la conducción de la vida del país y suplan las insuficiencias y consecuencias negativas de la liberalización del mercado, y además permitan una nueva articulación entre la sociedad y el gobierno.

Negociador del Tratado de Libre Comercio, políglota y estudioso, Núñez Soto sostiene que sin perder de vista la concepción formal y jurídica del Estado, cuyo objetivo es el progreso incluyente, México se enfrenta a la tarea de adecuar sus instituciones para que respondan a las transformaciones que ocurren en la economía y en la sociedad.

Núñez Soto es el aspirante a la candidatura presidencial que menos recursos ha conseguido para su promoción personal, aunque, como Yarrington, es investigado por las oposiciones de su estado por el desvío de recursos públicos durante su gestión.

 
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