Usted está aquí: sábado 30 de julio de 2005 Opinión CIUDAD PERDIDA

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

El mánager lanzó señales para dar confianza a su equipo

Aunque sin hit ni carrera en contra, no fue juego perfecto

ENCARAMADO EN la lomita de las responsabilidades, el aún jefe de Gobierno de la ciudad de México (11 horas) lanzó las señales que dieron confianza al equipo, casi al final del noveno episodio, al terminar el partido que, sin hit ni carrera en contra, no llegó a ser juego perfecto.

EL RESPETABLE de inmediato identificó las señas. La cerrada de ojos, el cabezazo, la sonrisa -leve o amplia, todo depende- y cada miembro del equipo, descifraba cada gesto y se preparaba para la siguiente jugada.

PARA ALEJANDRO Encinas, sonrisa amplia y cabezazo. El nuevo jefe de Gobierno se arrellanó en el sillón del Auditorio Nacional y saludó el gesto con el cachete rojo y un rápido reacomodo de abdomen.

PARA ASA Cristina Laurell, la secretaria de Salud en la capital, ojitos y cabezazo. La funcionaria entendió el mensaje, que llevaba implícito el reconocimiento a la labor diaria.

OJITOS, CABEZAZO y sonrisa amplia para Claudia Sheinbaum, que en su papel de short stop, supo frenar los palos que parecían romper el juego sin hit ni carrera en contra.

LA BOLA de humo fue para el secretario de Desarrollo Social. Tal vez porque no se querían señales cruzadas, pero Marcelo Ebrard parecía conocer muy bien hacia dónde sería el siguiente lanzamiento.

EL JUEGO transcurrió sin mayores sobresaltos, pero el respetable también cumplió con su papel y coreó con frases de apoyo, ocurrencias y el aplausómetro, hasta el out 27, el último.

PRIMERO LOS pobres, lanzó López Obrador al inicio, y el aplausómetro movió sus agujas; el nivel aumentó cuando el tabasqueño lanzó las cifras de endeudamiento de la capital y les dijo que en su sexenio, se diga lo que se diga, la deuda es la menor de las tres últimas administraciones.

PERO CUANDO las palmas aumentaron el ruido hasta llevar a su límite las mediciones del escándalo, fue cuando se rindió un homenaje a los 90 policías caídos en el combate contra la delincuencia.

AL MISMO nivel se dio el apoyo en el momento en que se habló de los índices delictivos, que no acaban de convencer a muchos pero que aquí se dieron como un hecho.

BAJO EL registro. Frenar el crecimiento del salario de los funcionarios de gobierno fue un lanzamiento directo a la esquina de adentro del pentágono.

EN ESE momento muchas manos se metieron en las bolsas del pantalón o se escondieron con alguna discreción, sobre todo entre quienes ocupaban la primera fila.

MAS TARDE, al concluir el juego, uno y otro se culpaban de no haber seguido con aplausos la medida de austeridad, aunque reconocían que los aumentos no recibidos, sirvieron, entre muchos más ahorros, para realizar las obras de la administración que termina.

ASI TRANSCURRIO el informe trimestral de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el último que ofrece a la ciudadanía del DF, pero como decían algunos perredistas, "esperamos que no sea el último para los mexicanos".

CASI AL mediodía del último viernes de este julio, el grito de: ¡playbol!, que se escuchó a la mitad de 2000, parecía muy, muy lejano. Entonces, en los apostaderos se daba doble contra sencillo en favor de los contrarios, es más, se decía que al equipo del tabasqueño le colgarían, sin mucho esfuerzo, nueve roscas en la pizarra.

PERO ESO fue historia, al caer el out 27, con el triunfo del equipo del mánager, coach y picher, López Obrador, ya nada pudieron hacer ni los complots ni los comerciales que pretendían poncharlo. Claro, no fue el juego perfecto, pero casi.

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