Usted está aquí: lunes 1 de agosto de 2005 Política Revés judicial contra la SRE: deberá reinstalar a diplomático cesado en 2003

Según la cancillería, García y Erdmann se negó a cumplir sus funciones en Haití

Revés judicial contra la SRE: deberá reinstalar a diplomático cesado en 2003

Su caso evidencia la poca protección que hay para los miembros del SEM, asegura el ex consejero

ALFREDO MENDEZ ORTIZ

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) perdió un litigio de manera definitiva ante dos tribunales federales -uno en materia fiscal y administrativa, y otro de amparo- y fue obligada a reinstalar en su cargo a un ex miembro del Servicio Exterior Mexicano (SEM) que el 23 de marzo de 2003 fue cesado por supuesto incumplimiento en sus funciones.

Se trata del caso del consejero diplomático Luis Rubén García y Erdmann, quien cobró notoriedad luego de que la cancillería difundió a los medios de comunicación que tres servidores públicos se habían negado a asumir funciones en las embajadas de Tailandia, Israel y Haití, por lo cual se hicieron merecedores a "la imposición de la mayor sanción contemplada en la Ley del SEM".

Además, el revés judicial a la SRE sienta un precedente jurídico para casos similares y puede ser utilizado como prueba en los juicios de nulidad que interpusieron los otros dos funcionarios despedidos, mismos que están pendientes de recibir sentencia.

Los resolutivos de la sexta sala metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA) y del quinto tribunal colegiado en materia administrativa se dieron después de más de dos años de batallas jurídicas, al final de las cuales el consejero detuvo el intento de funcionarios de la cancillería de poner fin a su carrera de más de 30 años de servicio.

Reinstalación y pago de salarios caídos, pendientes

En entrevista con La Jornada García y Erdmann precisa que aún no ha sido reinstalado en el cargo, porque la Comisión de Personal de la SRE está valorando en qué área o embajada lo reubicará.

Antes de ser cesado se desempeñaba como subdirector operativo técnico y científico de la cancillería, y desde noviembre de 2003 dejó de recibir su pago de nómina.

Asegura que en ningún momento incumplió con sus funciones por un acto de rebeldía o desafío a sus superiores, sino que no pudo prestar sus servicios en la embajada de Haití debido a que en ese tiempo su madre se encontraba delicada de salud, y llevarla a ese país ponía en peligro su vida.

Refiere que la inédita sanción de la que fue objeto, junto con sus compañeros Ismael Orozco Guzmán y Antonio León Zárate, tiene origen en los reclamos que hizo en tiempos de la canciller Rosario Green sobre los concursos de ascenso. Aunque, agrega, los posteriores secretarios de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda y Luis Ernesto Derbez, no estuvieron ajenos al asunto.

"Todos me cerraron las puertas del diálogo, me obligaron a llegar al camino de la justicia federal, y ahora siento una gran satisfacción porque se impidió una gran injusticia; se demostró la muy precaria protección que hay para los miembros del SEM y se abrió una brecha para los casos de mis compañeros quienes se encuentran en circunstancias similares", puntualiza García Erdmann.

Y señala: "mi baja de la SRE se incluye dentro de un objetivo que hay en la dependencia para desmantelar al SEM de sus viejos cuadros, para quienes el concepto nacionalismo todavía es fundamental y no entramos en el modelo de globalización".

Refiere que con las resoluciones de los dos tribunales no quedó resarcido el daño que le ocasionaron, principalmente económico y personal, al permanecer más de dos años sin percibir sueldo.

"En ese tiempo falleció mi madre, pues ya no estuve en posibilidades de darle la atención médica que antes le podía dar; tuve que gastar en los litigios y ahora tenemos que seguir luchando por un resarcimiento respecto al asunto económico. Se me debe devolver hasta el último centavo que dejé de devengar con mi suspensión", indica.

Dice estar consciente de que a su regreso no estará exento de "una serie de presiones", y señala que sus compañeros "que ahora o en determinado momento pudieran ser sus potenciales adversarios en la cancillería para ponerme trabas, deberían de tomar en cuenta que este juicio está abriendo brecha para otros compañeros o incluso para ellos mismos que pudieran verse envueltos en un caso similar al mío".

Recuerda que la represalia en su contra, la cual consumó Derbez, fue por un intento de aprovechar la oportunidad de abrir la SRE a una serie de reformas legales y de procedimientos para favorecer el desarrollo del SEM, incluyendo los concursos de ascenso, hasta ahora "plagados de irregularidades", donde la antigüedad absoluta se convierte muchas veces en un obstáculo para la promoción de los diplomáticos de carrera.

García y Erdmann dice que el primer canciller del presidente Vicente Fox, Jorge Castañeda, en lugar de emprender cambios en beneficio del SEM "echó a andar una verdadera máquina de represión" con la aprobación, inclusive, de la llamada ley Castañeda, la cual en su artículo 54 bis fijó nuevas causales para la baja del SEM, entre ellas la negativa de cumplimiento de órdenes de traslado a las misiones mexicanas en el exterior.

A lo anterior, indica, se agrega una propuesta que hizo junto con Orozco y De León para favorecer cambios que se ajustaran a un nuevo orden de cosas en el país. Eso "bastó para que se iniciara una política de golpeteo en nuestra contra, la cual incluyó órdenes de traslado a Haití".

Esa decisión no fue por "necesidades del servicio, fue un castigo, porque si bien el traslado a Haití no me asustaba, el hecho es que mi madre (quien vivía con él y era su dependiente) presentaba una severa situación médica", que seguramente se complicaría en Haití, el país más pobre del hemisferio occidental.

Mas la cancillería a cargo de Derbez "desconoció razones humanitarias y familiares" para reconsiderar la orden, dice. Esto, señala, porque se trataba simplemente de un castigo ante las propuestas que él y otros diplomáticos hicieron para impulsar cambios en el SEM.

García y Erdmann puntualiza que peor aún que la ley de Castañeda fue que Derbez se encargó de aplicarla "con rigor a cambio de favores y acuerdos inconfesables para beneficiar a los nuevos valores bonsai de la diplomacia mexicana, que poco atienden los intereses de México".

Ante esa situación, acudió al TFJFA para exponer el caso y solicitar, en un juicio, la nulidad de la decisión de la SRE de trasladarlo a Haití y suspenderlo en definitiva de sus funciones diplomáticas.

El pasado 20 de mayo, la sexta sala metropolitana del TFJFA dictó sentencia en favor del consejero y ordenó a la SRE reinstalarlo en el cargo.

Todavía el departamento jurídico de la cancillería interpuso un recurso de revisión con el propósito de que se revocara el fallo mencionado, pero el 7 de julio -dos semanas después- el quinto tribunal colegiado en materia administrativa del primer circuito desechó el recurso, y la sentencia del TFJFA quedó firme y ya es inapelable.

 
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