Opera sobre un atentado y un montaje sobre la cárcel de Abu Ghraib, entre las obras
El Fringe de Edimburgo abordará temas de terrorismo
Edimburgo, 7 de agosto. En lo que promete ser el Fringe de Edimburgo más político en décadas, el festival de artes más grande y más anárquico del mundo está decidido a abordar el tema del terrorismo tras los ataques con bombas en Londres.
Durante las próximas tres semanas el Fringe verá 27 mil actos. "Todos quieren hablar de la guerra contra el terrorismo", dijo el director Paul Gudgin.
"Este es el Fringe más político desde los años 70", agregó.
El festival abre sólo semanas después de los ataques contra tres vagones del Metro y un autobús en Londres, en los cuales cuatro suicidas mataron a 52 personas, y unos días después de la última advertencia de Al Qaeda de más posibles atentados.
Cómicos y artistas estarán ansiosos por salir de los límites con representaciones acerca de los abusos contra prisioneros en la cárcel iraquí de Abu Ghraib. ¡Terroristas! El Musical y una ópera acerca de un posible suicida con bombas.
"Pero las sensibilidades seguramente están más agudas este año", dijo Gudgin en una entrevista antes del comienzo del Fringe el domingo, en Escocia.
"Un periodista me preguntó si la muestra debería ser cancelada debido a las referencias terroristas. Absolutamente no. Es cierto que lo que está reseñado por los periódicos y la televisión debe ser cubierto por las artes", argumentó el director de la celebración.
Sin embargo, los artistas tendrán que trazar una fina línea ahora que Gran Bretaña está al frente de la guerra contra el terrorismo.
"Tendrán que meditar en sus guiones y hacer sus propios juicios, así como hacen los editores de periódicos y productores de televisión", afirmó Gudgin.
Su consejo para aquellos que van al Fringe es moderar su ritmo y ser selectivos. Ver todas las actuaciones del Fringe 2005 llevaría unos cinco años, tres meses y 25 días.
El Fringe, que estará activo hasta el 29 de agosto, lleva 70 millones de libras (124.5 millones de dólares) al año a la economía de la capital escocesa, y 400 mil personas compran más de 1.25 millones de entradas para sus espectáculos