Usted está aquí: lunes 8 de agosto de 2005 Opinión MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Campanas al vuelo en materia de deuda pública

El gobierno del "cambio" quiere hacer creer que dejó de ser un problema

COMO EN TANTOS otros asuntos delicados, el gobierno del "cambio" pretende hacer creer que la deuda pública, externa e interna, dejó de ser un problema para las finanzas nacionales y, desde luego, para la espalda de los mexicanos.

DIAS ATRAS EL inquilino de Los Pinos celebró que "ya no le debemos absolutamente nada" al Fondo Monetario Internacional (FMI), amén de reiterar que pagará "íntegramente" los compromisos de débito de aquí al 2007, aunque haciendo a un lado que dicha cobertura, en el mejor de los casos, se realizará sólo con los adeudos de mercado.

COMO MUESTRA DE su disciplina fiscal, monetaria y presupuestal, el presidente Fox también se comprometió a concluir su administración con un saldo igual en deuda pública externa que en monto de reservas internacionales, con el fin, dijo, de "comprar un futuro" y heredar Los Pinos con "una situación tranquila para que podamos los mexicanos también estar tranquilos".

SERA POR EL síndrome de fin de sexenio, pero el guanajuatense repite el ejercicio retórico de gobiernos anteriores, los cuales, como el de Fox, dieron por finiquitado el problema de la deuda pública.

LO CIERTO ES que a estas alturas del partido, contabilizando incluso los adelantos prometidos por el gobierno del "cambio" y el privilegio de "ya no" deberle nada al FMI -siempre y cuando Fox esté en lo correcto-, el saldo de dicho débito es ligeramente mayor, como proporción del producto interno, al registrado al término del zedillato.

EN AQUEL ENTONCES, cuando el presidente de los chistes pésimos se preparaba para convertirse en asesor de un buen número de trasnacionales perfectamente atendidas durante su mandato, el saldo de la deuda pública neta representó 22.9 por ciento del producto interno bruto; al concluir el primer semestre de 2005, dicha relación se incrementó a 23.1 por ciento, a pesar de la inexistencia de adeudos con el FMI, el prepago de bonos Brady, la amortización del débito de mercado 2005-2007 y otras filigranas del gobierno del "cambio" en este renglón.

LAS CIFRAS ANTERIORES no son para alegrarse, porque ambos indicadores no consideran la llamada "deuda contingente", misma que entre otras cosas incluye los "rescates" bancario, carretero y azucarero, así como los pasivos del ISSSTE, IMSS, banca gubernamental y Pidiregas, de tal suerte que si oficialmente se reconocieran no como "contingencia" sino como adeudos públicos, la proporción débito-PIB con extrema facilidad se acerca a 60 por ciento del producto interno bruto, con todo y que el guanajuatense está feliz porque, dice, "ya no le debemos nada" al FMI.

A LO LARGO DE SU placentero mandato, la deuda interna del gobierno federal se ha incrementado casi 79 por ciento, al pasar de 606.2 mil millones de pesos el primero de diciembre de 2000 a un billón 83 mil 474 millones al cierre del primer semestre de 2005. El aumento en este reglón ha sido de 477 mil 300 millones de pesos, algo así como 28 mil millones de dólares al tipo de cambio actual.

POR LO QUE TOCA a la deuda pública externa, en igual periodo el saldo se redujo (obvio es que sin considerar las citadas "contingencias") 3.12 por ciento, al pasar de 76 mil 11.4 a 73 mil 635.3 millones de dólares entre una fecha y otra.

DE LA JUBILOSA contabilidad de unos y otros dan cuenta el último reporte que sobre deuda pública divulgó el gobierno zedillista y el más reciente de la administración Fox, ambos de la Secretaría de Hacienda, primero con José Angel Gurría a la cabeza, y después con Francisco Gil Díaz:

CIERRE DE 2000: la relación deuda pública neta a PIB al cierre del año se ubicó en 22.9 por ciento. Este indicador no incluye los pasivos del IPAB, los pasivos relacionados con el rescate de las autopistas concesionadas y los asociados con los proyectos Pidiregas. De incluirse todas estas obligaciones, la razón de deuda pública-PIB ascendería a 39.2 por ciento.

Al concluir 2000, el saldo de la deuda pública externa neta se ubicó en 76 mil 11.4 millones de dólares, monto inferior en 7 mil 387.1 millones con respecto al observado al cierre del año anterior. En términos del PIB, la deuda pública externa neta se ubicó en 12.5 por ciento, una disminución de 3.3 puntos porcentuales del producto respecto al nivel alcanzado por este indicador al cierre de 1999. Asimismo, el plazo promedio de las nuevas emisiones en los mercados internacionales de capital se ubicó en nueve años, superior en poco más de un año respecto al registrado en 1999.

EL SALDO DE LA deuda interna neta del gobierno federal al cierre de 2000 se ubicó en 606 mil 182.2 millones de pesos, superior en 151 mil 895.5 millones con respecto al saldo registrado al cierre de 1999. En términos del PIB, la deuda interna neta se ubicó en 10.4 por ciento, un aumento de 1.4 puntos porcentuales con relación al cierre de 1999.

CIERRE DEL PRIMER semestre de 2005: el monto de la deuda pública neta como porcentaje del PIB se ubicó en 23.1 por ciento, inferior en 0.1 puntos porcentuales al observado al cierre de 2004. Este resultado se explica por una reducción de 0.9 puntos porcentuales en la deuda externa neta del sector público y por un incremento de 0.8 puntos porcentuales en la deuda interna neta, ambas expresadas como relación al PIB.

EL SALDO DE LA deuda interna neta del gobierno federal al concluir el primer semestre de 2005 se ubicó en un billón 83 mil 474.1 millones de pesos, cifra superior en 53 mil 509.2 millones a la observada al cierre de 2004. En igual lapso, el saldo de la deuda pública externa neta fue de 73 mil 635.3 millones de dólares, nivel inferior en 4 mil 354.9 millones al observado al cierre de 2004 (77 mil 990.2 millones de dólares). Este resultado fue originado por un desendeudamiento externo neto de 2 mil 855.3 millones de dólares, un aumento de 654.1 millones de dólares en los activos financieros del gobierno federal en el exterior y por ajustes contables a la baja de 845.5 millones.

LO MEJOR, PUES, ES que "ya no le debemos nada" al FMI, aunque se adeude el equivalente a más de la mitad de lo que vale este país.

Las rebanadas del pastel:

¿A QUE GÜERA se refería el inquilino de Los Pinos al mencionar a ese "gran defensor de los trabajadores y sus derechos, y de las causas sociales"? ¿Qué Rodríguez Alcaine no era miembro distinguido de la banda de tepocatas y víboras prietas?

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