BALANCE DE LA JORNADA
Poco alentador, el arranque de Chivas
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Bruno Marioni, autor del gol de Pumas FOTO Reuters
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LAS CHIVAS ESTAN cansadas, muy lejos del nivel mostrado hace poco más de un mes, cuando hicieron soñar no sólo a su afición, sino a todo México con su destacada participación en la Copa Libertadores. Luego, con pésimo gusto Jorge Vergara decidió hacer efectivo el pase de Franscisco Palencia a la filial estadunidense, y el equipo perdió a su motor, el resultado salta a la vista.
EL CORAZON Y las ganas no le alcanzaron al chiverío, que ayer salió con la derrota del estadio Olímpico, ante unos Pumas que junto con Cruz Azul, y con una importante dosis de suerte, han tomado en forma tempranera la punta en la tabla de clasificaciones, mientras la afición del equipo tapatío comienza a resignarse a sobrevivir durante este certamen.
A LA ZAGA van América, Toluca, Veracruz y Pachuca, equipos que se mantienen invictos y a la caza de los punteros. La consistencia también empieza a reflejarse en los goleadores, el uruguayo Sebastián Abreu volvió a anotar, aunque esta vez Dorados perdió, mientras Jaime Lozano sigue especializándose en los tiros directos.
LA MULTICITADA profesionalización, eslogan de lo que ya se avizora como la batalla perdida de Alberto de la Torre, está lejos de reflejarse en el arbitraje. Ahora los dueños están más resignados a ponerse en manos del azar y exigen que se designe a los silbantes por sorteo. Prefieren eso a someterse a las decisiones de Arturo Yamasaki, hombre carente de la visión y tino que requiere su cargo.
EN EL GHETTO de Yamasaki los manejos están lejos de ser transparentes. Tal parece que hay consigna para amonestar y expulsar al mayor número de jugadores posible, y todos luchan por convertirse en el lanza-tarjetas más rápido de la liga. La suspensión de Gilberto Alcalá, quien no ha actuado en las fechas 1 y 2, es clara muestra de ello e induce a pensar en una especie de régimen militar del todo anacrónico.
EL DIRECTIVO DE Pumas, Elías Ayub, perdió la paciencia y exigió a De la Torre que cumpla los acuerdos de sus patrones. El descuido se explica porque Alberto está obsesionado en permanecer en el puesto, cada vez en forma más grotesca y desesperada. Los desatinos van a la par de su gestión, pero se han agudizado a raíz de la Copa Confederaciones y vive al borde de la esquizofrenia denunciando complots.
EL PRESIDENTE DEL Atlante, José Antonio García, dejó la pregunta en el aire al cuestionar de dónde sacará De la Torre los 20 mil francos suizos con que la FIFA lo multó por sus enredos en el manejo del caso Carmona-Galindo, si se supone que su cargo es honorífico y no remunerado. Más aún porque Alberto reiteró que cada quien saldará las sumas con fondos de sus propios bolsillo.
DE INMEDIATO VARIOS directivos comenzaron a hacer cuentas de los dólares que De la Torre se embolsa en cada actuación del Tricolor en Estados Unidos, la tajada es grande aunque varía según los ingresos por taquilla, pero es independiente y muy superior a lo que en forma oficial recibe la federación como pago de la empresa Anschutz. El futbol es negocio y no admite hermanas de la caridad.
DE AQUI AL 6 de septiembre se afinarán posiciones, la corriente anti-De la Torre crece, con o sin su principal detractor Hugo Sánchez, y cualquier señal de las televisoras, el principal sostén del directivo, será muy significativa para definir su suerte.
LA PROFESIONALIZACION, por cierto, tampoco ha llegado a los directores técnicos. En la última charla con Javier Aguirre, ya con la grabadora apagada, el Vasco hizo hincapié en la falta de preparación de los técnicos para el ineludible y cotidiano trato con la prensa, dijo haber hecho la sugerencia de una materia específica a su amigo Jesús Martínez, de la hidalguense Universidad del Futbol.
A MARIO CARRILLO le ha dado por vetar a reporteros y se suma a Ricardo La Volpe, ambos se distinguen por su escaso tacto y suelen perder la cabeza ante alguna contrariedad. Inexplicable sería el relativo éxito obtenido por estos personajes sin padrinazgos o auxiliares carismáticos como Jorge Campos. Carrillo nada hubiese hecho sin la mesura de Manuel Lapuente, vasta revisar su paso por el Cruz Azul; un fracaso total.