Es problema de seguridad nacional, dice académico de la UAM
Riesgo de intervención de EU por la guerra de los cárteles
La lucha entre los cárteles en la zona fronteriza de México es un problema de "seguridad nacional" para Estados Unidos y un "riesgo inminente" en nuestro país, porque "las cosas pudieran terminar en una intervención directa del gobierno estadunidense en esa región", considera Guillermo Garduño, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien añade: "Enfrentamos un fenómeno terrible, porque existen poderes regionales fuertes, frente a un presidencialismo débil, y las organizaciones criminales se refugian abiertamente en espacios concretos, donde de alguna manera son dominantes y encuentran la protección de las autoridades locales".
El investigador refiere que la actual guerra entre narcotraficantes por el control de diversas plazas no sólo es un asunto de dominio territorial para el traslado de estupefacientes de México a Estados Unidos, sino representa una lucha por el control del mercado nacional de consumidores y adictos. "Es un asunto estrictamente de mercado. Se está expandiendo ya no únicamente a nivel estadunidense, sino también nacional. México ya se convirtió en un nicho de consumidores de droga, y eso se refleja en el incremento del narcomenudeo", puntualiza.
Explica que antes los capos pagaban a sus distribuidores grandes cantidades de dinero, pero desde hace por lo menos seis años existe la modalidad del pago en especie, lo cual representa que una parte de los cargamentos de droga que se envían todos los días a Estados Unidos se quedan en nuestro país para el consumo de los mexicanos adictos.
Para el especialista en fuerzas armadas y narcotráfico, otro tema que debe preocupar es la deserción de elementos del Ejército, principalmente de integrantes del cuerpo de elite denominado Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafes), algunos de los cuales se han sumado al cártel del Golfo y han conformado a los llamados zetas.
La motivación que tienen los desertores para incorporarse a grupos criminales es clara, según el especialista: "Cuando las instituciones decaen se pierde la moral. Lo que sustenta la fuerza de esta naturaleza no es la cantidad de dinero que se les dé, sino la disminución de las fuerzas morales. No hay una argumentación entre nuestros elementos militares que los lleve a entregar la vida por el bien de un país de manera desinteresada".
Además de lo anterior, añade, "no debe despreocuparnos la recomposición del sistema de alianzas entre organizaciones criminales. En este momento está concluyendo un régimen y la conclusión de éste implica la reconstrucción de un sistema de alianzas con elementos policiacos, militares y políticos, lo que nos muestra una situación nada halagüeña''.
Anteriormente, continúa, "se tenía un elemento de definición de quiénes habrían de suceder al país bajo el sistema autoritario; simplemente se sabía que el poder provenía de un partido (el PRI) y ya estaban definidas las cosas. En este momento no. El poder presidencial también se ha debilitado profundamente", puntualiza.
-¿Qué lectura tiene del actual recrudecimiento de la guerra del narcotráfico en nuestro país?
-Es un asunto estrictamente de mercado, el cual se está expandiendo ya no únicamente a nivel de territorio estadunidense, sino también a nivel nacional. En México hay una alarmante demanda nacional de drogas, con consumidores y puntos específicos de distribución.
"Anteriormente las organizaciones criminales penetraban a Estados Unidos, lo abastecían durante algún tiempo y después era necesario desplazar al cártel; así emergía otro distinto. El problema es que en este momento los cárteles ya no se están disolviendo, sino reconfigurándose.
"Además, a mucha gente que traslada drogas ya no se le paga en efectivo, sino se le paga en especie, y comienza a generar sus propias redes de distribución. Un mismo mercado de repente se satura y entonces comienzan las guerras entre narcotraficantes para ver quién va a quedarse con el nicho de mercado que se tiene en cada plaza del país.''
-¿Hay complicidad de autoridades?
-Encontramos un fenómeno que está ocurriendo en toda América Latina y en México: existen poderes regionales, estatales o municipales fuertes, y un presidencialismo débil. El problema se ha hecho mas fuerte en nuestro país, en la medida en que tenemos una frontera común con Estados Unidos. El problema no es sólo que las autoridades locales proporcionen asentamiento a estas organizaciones delictivas, sino que hablamos de localidades que están ubicadas en la puerta de Estados Unidos, en la frontera.