Usted está aquí: lunes 15 de agosto de 2005 Política La gobernabilidad en la Cámara y el Presupuesto, los problemas que vienen

Los legisladores se preparan para cerrar su ciclo con reformas de coyuntura

La gobernabilidad en la Cámara y el Presupuesto, los problemas que vienen

Ausente, a Fox no le interesa sacar más enmiendas con los diputados: Ramírez Cuéllar

ENRIQUE MENDEZ

Como ha ocurrido en los primeros dos años de la 59 Legislatura, la Cámara de Diputados se prepara para cerrar su ciclo con reformas de coyuntura, y tras la imposibilidad de llegar a acuerdos con el gobierno de Vicente Fox sobre las enmiendas consideradas por éste como "estructurales", uno de los temas centrales será el de la gobernabilidad en el Poder Legislativo a partir de 2006, cuando se renovará la Presidencia de la República.

Aun cuando el PRI se negó a impulsar una reforma electoral profunda, su coordinador, Emilio Chuayffet -quien negocia con el PAN quedarse como presidente de la Cámara- impulsa en San Lázaro un proyecto para revivir la denominada cláusula de gobernabilidad, la que permitiría eventualmente al tricolor tener mayoría futura en ésta a pesar de no haberla ganado en las urnas.

No obstante, el periodo de sesiones, que comenzará en septiembre, será, de acuerdo con PRD y PT, la última oportunidad para aprobar reformas importantes, pues a partir de enero próximo la mayoría de los diputados se sumarán a las campañas políticas.

Ambos grupos parlamentarios consideran que si no se logró acotar en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) el gasto electoral excesivo, al menos debe vigilarse el uso de recursos en las campañas. En este sentido el PT propondrá, como parte de su agenda legislativa, crear una comisión especial que dé seguimiento al desarrollo de los comicios federales.

Desde ahora la diputación federal priísta pretende asegurar a sus compañeros de la 60 Legislatura el control de la Cámara, aunque no obtenga el número de votos necesarios para ser nuevamente mayoría.

La propuesta del PRI argumenta que, al haberse eliminado la cláusula de gobernabilidad, que permitió a ese partido obtener más diputados, actualmente "se ha convertido en obstáculo para el desarrollo del país por la falta de acuerdos, además de que lejos de garantizar equidad en la asignación de legisladores de representación proporcional crea confusión y muchas veces privilegia la inequidad, castigando a algunos partidos y favoreciendo a otros".

Con la restauración de dicha cláusula el PRI busca incrementar el número de diputados que obtendría en las urnas para mantener el control de la Cámara, lo cual requeriría una reforma constitucional, pues actualmente se establece en la fracción IV del artículo 54 de la Constitución que "ningún partido político podrá contar con más de 300 legisladores por ambos principios".

Otro de los argumentos de la bancada priísta para defender este proyecto es que la marcada votación diferenciada a partir de 1997, cuando dejó de ser mayoría absoluta, no ha permitido que las reformas legislativas sean aprobadas y ello ha obstruido el crecimiento del país.

Nueva pugna con el Ejecutivo

Por su parte, los grupos parlamentarios de PRD y PT anticipan que, en el próximo periodo de sesiones, se reditará la confrontación del presidente Vicente Fox con los diputados por el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), sobre todo porque las bancadas opositoras a Acción Nacional buscarán añadir mecanismos de control al gasto federal para intentar que éste no se desvíe para respaldar la campaña presidencial del candidato panista.

El coordinador del área económica del PRD en San Lázaro, Alfonso Ramírez Cuéllar, evaluó que el principal problema en la relación con el Ejecutivo es que éste mantiene su autismo y evita acercarse al Legislativo para discutir las reformas que le interesan, y cuando éstas no se aprueban entonces los culpa.

"Hasta el momento el Presidente no ha hecho el menor intento por reunirse con los grupos parlamentarios para plantear su agenda y las posibles reformas que puedan salir en el último periodo de sesiones, porque en realidad es el último", sostuvo.

Ramírez Cuéllar consideró que el punto fundamental de confrontación será el decreto de presupuesto 2006, porque al igual que el año pasado, "en estos momentos, no hay ningún punto de confluencia y la Cámara está agraviada porque el Ejecutivo se cobró a lo chino: sin necesidad, hizo recortes a programas sustanciales aprobados por los diputados".

Ese agravio, anticipó, llevará a establecer un presupuesto distinto al planteado por el Ejecutivo, pero con el aval de la mayoría parlamentaria, y el gobierno foxista "volverá a aislarse y usará a la Corte como pretexto, y al final de cuentas hará lo que quiera".

-¿Hay alguna salida?

-Vamos a poner al presupuesto candados con doble llave para evitar que Fox lo vuelva a manipular, como hizo durante 2005.

Afirmó que Vicente Fox se dio por vencido tras los primeros dos años del sexenio, cuando entendió que iba a ser imposible que sus promesas de campaña fueran aprobadas por un Congreso de la Unión al que confrontó.

Esa ha sido la tónica del gobierno, y en la recta final de su mandato los mexicanos observan, evaluó, a un Ejecutivo ausente, que se dio por derrotado hace mucho y que "no tiene la más mínima preocupación por querer sacar cosas en el Congreso. Está totalmente agotado como jefe del Estado. Ya tiró la toalla, no hay acercamiento ni enlaces. Está llamando a pactos insustanciales, más como demagogia que para aprobar reformas reales, pero no se digna a acercarse a los grupos parlamentarios para platicar".

Su compañero de bancada, Francisco Carrillo Soberón, también vaticinó una relación tensa con Vicente Fox, al reanudarse la tarea legislativa, pues el mandatario se ha negado a publicar en el Diario Oficial de la Federación la reforma que permitirá a Petróleos Mexicanos contar con un nuevo régimen fiscal, y mantiene en la misma situación la Ley para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar, ambas aprobadas sin el voto de Acción Nacional.

"Este es un anticipo de cuál podría ser al ánimo político para las siguientes semanas. Espero que en el terreno presupuestal no venga otra vez esa actitud prepotente de Hacienda y quiera generar nuevamente el conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo, porque el debate del presupuesto del año que entra es algo muy serio. Habrá elecciones de carácter federal para la Presidencia de la República, cierre de administraciones, y esperamos un poco de sapiencia política de su parte para dialogar con los diputados", expresó.

Mientras tanto, el coordinador de los diputados del PT, Alejandro González Yáñez, informó que una de las prioridades de su bancada será la vigilancia del proceso electoral 2006, y dijo que propondrá la creación de una comisión especial que dé seguimiento a los comicios para estar en condiciones de detener a tiempo cualquier irregularidad.

Planteó que el segundo tema en importancia para su bancada será el presupuesto para el ejercicio fiscal 2006. "Vamos a impulsar uno que se ejerza nítidamente, sin manipulación para el proceso electoral, y que atienda las grandes necesidades de la nación, y seguramente ahí habrá un debate intenso con el Poder Ejecutivo", evaluó.

González Yáñez aseveró que posiblemente habrá tiempo y condiciones para impulsar reformas en materia de seguridad pública e impartición de justicia, en las que se entiende hay coincidencia de todas las fracciones, pero su aprobación dependerá de que se puedan concretar acuerdos.

-¿Cuál es su evaluación sobre esta legislatura?

-Pasará a la historia como la legislatura del estancamiento. Por ello lo más conveniente es hacer un llamado al pueblo de México, para que con su voto decida una correlación de fuerzas que a su vez dé mayor posibilidad a las fuerzas democráticas y progresistas para impulsar los acuerdos que el país necesita.

 
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