Usted está aquí: martes 16 de agosto de 2005 Cultura Por primera vez documentan en un libro el papel de La Panadería en favor de jóvenes artistas

La extinta galería se impulsó ante ''la impenetrabilidad'' de las instancias culturales

Por primera vez documentan en un libro el papel de La Panadería en favor de jóvenes artistas

MERRY MACMASTERS

Durante alrededor de nueve años, Joshúa Okón (DF, 1970) encabezó el proyecto La Panadería, espacio que ofreció una alternativa para los jóvenes artistas frente a ''la impenetrabilidad" de las instituciones culturales.

Por esta galería pasaron cientos de colegas, a los que sirvió de plataforma para desarrollar una carrera artística nacional e internacional.

Tras cerrar sus puertas, hace tres años -nunca se superó el reto de hacer un proyecto sin fines de lucro, pues había que cubrir los gastos operativos básicos-, aparece el libro La Panadería mediante una coedición de Editorial Turner y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).

El volumen viene a subsanar la falta de documentación en torno de su labor realizada desde principios de 1994 hasta octubre de 2002, porque ''toda la energía se fue en crear las actividades, pero no en registrarlas", apunta Okón.

Desde que Okón cursaba la preparatoria se iba en las tardes a estudiar a la Escuela Nacional de Artes Plásticas. Sin embargo, él y sus amigos sintieron que en el Distrito Federal había muchas carencias para los jóvenes que deseaban ser artistas. La idea del espacio alternativo se gestó durante varios veranos, pero en 1994, después de estudiar una licenciatura de arte en Montreal, Canadá, Okón regresó a vivir a un edificio ubicado en Amsterdam 159, colonia Condesa, propiedad de su padre, a quien le pidió la parte de abajo para hacer lo que se dio en llamar La Panadería, porque alguna vez tuvo esa función.

Para el entrevistado había razones concretas para fundar la galería: ''Sentíamos que la ciudad de México estaba aislada en relación con el mundo del arte contemporáneo internacional. No había suficiente contacto ni flujo de información. Luego, faltaban centros de encuentro. Como joven quería salir a ver a las personas, tener conversaciones de lo que sea, a ligar, cualquier cosa.

''Respecto del mundo artístico sentíamos que nuestro tipo de trabajo no tenía cabida. No existía un lugar para que un artista empezara su carrera. Los foros que había eran poco accesibles, además con mucha tendencia a exponer obra de una sensibilidad diferente. Esa impenetrabilidad de las instituciones culturales fue una de las motivaciones para abrirnos un foro, para decir no necesitamos que nos legitimicen."

Los objetivos se cumplieron en gran parte: ''Cientos de artistas utilizaron la plataforma de La Panadería para exponer. Logramos traer artistas de Japón, Alemania, Estados Unidos y Canadá, porque les decíamos vente, aquí no pagas renta. Ellos compraban su boleto de avión. Así pudimos traer cosas que pasaban en el momento en otros lugares, lo que también generó puentes de contacto".

Aunque no estuvo sola en esa labor, La Panadería contribuyó a generar cambios estructurales en las condiciones artísticas. Para Okón hay una diferencia muy grande entre estar en México en 1989 y lo que es hoy.

El libro La Panadería será presentado por Miguel Calderón, Alexandra García, Guillermo Fadanelli, Eduardo Abaroa y Okón el jueves 18 a las 20 horas en el Palazzio Videmar, en Manuel González 71, Eje 2 norte, casi esquina con Reforma.

 
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