Usted está aquí: miércoles 17 de agosto de 2005 Política ASTILLERO

ASTILLERO

Julio Hernández López

Represiones

El poder, contra (ciertos) medios

Tres casos a análisis en San Lázaro

Nueva agresión de Marcelo de los Santos

HOY EN SAN LAZARO se hablará de los problemas de la prensa mexicana, tomando como puntos de referencia los casos de Proceso, Noticias de Oaxaca y La Jornada San Luis. La sesión (de las 11 a las 14 horas, en el salón Protocolo) es organizada por el legislador zacatecano José Luis Medina Lizalde, presidente del Comité de Comunicación Social de la Cámara de Diputados, con la participación de siete ponentes que tratarán de precisar las fortalezas y las debilidades del marco jurídico nacional vigente en referencia al ejercicio de las libertades de expresión e información.

EL SEMANARIO Proceso, fundado por don Julio Scherer y dirigido hoy por Rafael Rodríguez Castañeda, enfrenta una intensa y peligrosa embestida. Dado su carácter de superviviente histórico de los manotazos sexenales, Proceso pareciera haber sido seleccionado por la pareja presidencial para que su parte con faldas ensayase una especie de reivindicación prematura: llevando a los tribunales a la revista emblemática, bajo la acusación de haber publicado el expediente auténtico del alegato presentado por la señora Marta ante el Vaticano para que le concediese un divorcio de privilegio, la pareja Sahagún-Fox (el orden de los factores conyugales sí altera el producto político) ha pretendido sentar precedentes punitivos para los medios en general y, de paso, vacunarse contra las investigaciones periodísticas relativas a corrupción y abusos tanto de los tórtolos de Los Pinos como de su extendida parentela súbitamente enriquecida (desde luego, al pretender el castigo judicial contra Olga Wornat y Proceso por la publicación de los argumentos enviados a la sede papal para un divorcio que abriera las puertas a la Boda del Siglo, o cuando menos del Sexenio, el dúo Sahagún-Fox pretendió extender una neblina amenazante hacia el libro de la periodista argentina, Crónicas malditas y, con anticipación, hacia La familia presidencial, el puntual texto de Anabel Hernández y Arelí Quintero que muy bien documenta el sospechoso progreso económico de vicentinos y martinos).

LUEGO DE EPISODIOS salvajes en su contra (propios del grupo que mantiene el poder en esa entidad), Noticias de Oaxaca vive una tregua acordada gracias a la intervención de la Secretaría de Gobernación, que envió a aquella ciudad al subsecretario Enrique Aranda como parte de un grupo de mediación en el que destacó la participación de los periodistas capitalinos Javier Solórzano y Marcela Gómez Zalce. Luego de un segundo encuentro de trabajo (al que ya no asistieron los dos periodistas antes mencionados), en el que el dirigente estatal de la CROC y el dueño de Noticias sostuvieron una intensa competencia de descalificaciones éticas y políticas, se llegó al compromiso de establecer una pausa que sacara el asunto de los medios nacionales e internacionales y que permitiera la búsqueda de arreglos satisfactorios para las partes en pugna.

LA JORNADA SAN LUIS, de la que es director quien esta columna firma, ha visto enfurecerse al gobierno del panista Marcelo de los Santos conforme el diario potosino libra el boicot publicitario con el que se pretendió ultimarlo. La más reciente agresión contra La Jornada San Luis sucedió el pasado jueves 11, cuando el gobernador De los Santos estalló contra sindicalistas que mantienen un plantón afuera del palacio de gobierno en protesta porque desde meses atrás fueron despedidos de su trabajo en la casa oficial que habita el mandatario con su familia. Indignado porque en la plaza pública mantenían activo un equipo de sonido mientras él recibía en el patio del palacio de gobierno al director de Infonavit (que fue a SLP a anunciar nuevas inversiones que harían las delicias de hijos de primeras damas o de gobernadores potosinos: 30 mil nuevas casas, mmm), De los Santos ordenó acallar dicho sonido usando un grupo de choque (presuntamente integrado por ciudadanos "defensores" de "su" gobernador) que le sirve para confrontar opositores. En la zacapela, un subsecretario de Gobierno acabó pateando a la dirigente de los sindicalistas inconformes, Francisca Reséndiz, y para que no quedara registro del ataque gubernamental, las puertas del palacio de gobierno fueron cerradas para que ningún reportero pudiera salir mientras las sindicalistas eran atacadas. Cuando Luis Agundis, fotógrafo de La Jornada San Luis, pudo captar algo de lo que sucedía afuera, la coordinadora de comunicación social le tapó el lente con un papel. Y cuando Agundis pudo salir, y comenzar a tomar placas de lo sucedido en el exterior, uno de los miembros del grupo de choque fue azuzado por funcionarios estatales para que le arrebatara la cámara y saliera corriendo. "A como dé lugar quiero esa cámara", dijo el funcionario al joven a quien ningún policía hizo siquiera por detener, hasta que un civil, más adelante, alcanzó a atraparlo, ante lo cual el miembro del grupo de choque estrelló en el suelo la cámara jornalera. Luego, la coordinadora de Comunicación Social del gobierno tomó personalmente, de manera intencionalmente llamativa, fotografías del jornalero Agundis y las entregó al jefe de las corporaciones policiales del estado.

JUSTAMENTE PARA DENUNCIAR los múltiples atentados contra las libertades de expresión e información, y contra el sindicalismo independiente, se realizará este viernes, a las 18 horas, un foro en la plaza de armas de San Luis Potosí, en el que obviamente participará La Jornada San Luis. Por lo pronto, hoy en San Lázaro hablarán sobre problemas de la prensa el senador Javier Corral, el diputado oaxaqueño Jesús Martínez Alvarez, el académico del Tec de Monterrey Salvador Guerrero Chiprés, el especialista Ernesto Villanueva (de la UNAM), el diputado Luis Medina (organizador del foro), el periodista Jorge Carrasco, de Proceso, y el autor de estas líneas. Respecto a los gravísimos problemas del periodismo frente al narcotráfico, Medina planea un foro que se realizará en Hermosillo, donde el reportero de El Imparcial José Alfredo Jiménez Mota continúa desaparecido.

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