Usted está aquí: sábado 20 de agosto de 2005 Política Hallazgo bajo la Catedral: una ciudadela en esplendor

Recorrido de La Jornada para conocer vestigios de origen prehispánico y colonial

Hallazgo bajo la Catedral: una ciudadela en esplendor

Se prevé establecer en el Centro Histórico tres ''ventanas'' arqueológicas más

Prosiguen expertos los trabajos de excavación e investigación en el inmueble

ANA MONICA RODRIGUEZ

Ampliar la imagen Escalones de un altar construido en la �ca colonial, que es investigado por los especialistas del Programa de Arqueolog�Urbana, como parte de las excavaciones que se efect�esde hace dos meses en el atrio de la Catedral Metropolitana FOTO Francisco Olvera Foto: Francisco Olvera

Especialistas del Programa de Arqueología Urbana (PAU), adscrito al Museo del Templo Mayor, investigan los hallazgos de entierros, osamentas y cimientos de muros de templos y pisos prehispánicos en el atrio de la Catedral Metropolitana, lugar en el que se prevé podrían establecerse tres ventanas arqueológicas.

Estas tres se sumarían a las 28 ya existentes en el Centro Histórico, las cuales se encuentran en el Palacio Nacional, bajo la misma Catedral Metropolitana, en el Centro Cultural España y en el Palacio del Ex Arzobispado, entre otros recintos.

Momoztli recubierto

No obstante, la gestión del PAU, para establecer dichas ventanas está a consideración del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, dirigido por Sari Bermudez, quien ya visitó el lugar de las excavaciones.

En caso de que sea aceptado el proyecto, en dos de esas ventanas el público admiraría restos de arquitectura colonial y pintura mural combinada con azulejos; además de otra en la que se ven, al mismo tiempo, restos de edificaciones prehispánicas y coloniales. Una ciudadela, que combina elementos prehispánicos y coloniales, en esplendor.

Lo anterior, lo expuso el investigador José Alvaro Barrera, quien está a cargo de los trabajos en el atrio del recinto histórico, los cuales se realizan desde hace casi dos meses.

En junio pasado, el PAU informó sobre el descubrimiento ''de la fachada norte -y un fragmento de la del oriente- de una estructura arquitectónica prehispánica conocida como Momoztli (altar pequeño), la primera de su tipo localizada al interior de lo que fue el Recinto Sagrado de México-Tenochtitlán, el cual fue recubierto para preservarlo

Durante un recorrido con La Jornada, Barrera manifestó que a partir de las labores de remozamiento que se realizan en la Plaza Seminario -en el costado oriente de la Catedral Metropolitana- se descubrió el sagrario que perteneció a la VI etapa Constructiva del Templo Mayor, entre 1486 y 1502 de nuestra era (de acuerdo con una cronología propuesta por el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma).

Convencido de que los hallazgos no terminan nunca, José Alvaro Barrera, junto con los arqueólogos Alicia Islas, Gabino López y Saturnino Vallejo, continúan investigando los fosos que se encuentran cubiertos con madera en el atrio.

Las excavaciones se iniciaron a propósito del cambio de piso que se planea hacer a las afueras de ese recinto religioso y ''espacio que durante la Colonia fue un cementerio", razón por la cual todavía se observan cráneos y restos óseos.

También en uno de los fosos, ante la mirada de varios curiosos que transitan por el atrio, los especialistas mostraron las construcciones anexas a la antigua catedral, en la que sobresalen los escalones de altar colonial y pinturas murales con diseños en cuadros, triángulos y círculos. Los colores que sobresalen son el rojo y el blanco. Y sobre los hallazgos, precisan los especialistas del PAU, algunos detalles a propósito de los descubrimientos bajo el atrio de la actual Catedral Metropolitana.

''En julio pasado se descubrió el entierro de un individuo, en cuyas características sobresalen su disposición mortuoria -en posición dorsal extendida con los brazos cruzados sobre el tórax y con estatura de 1.75 metros."

Circunscripción de siete manzanas

Sobre ese hallazgo, el especialista José Luis Salinas Uribe, con base en las primeras observaciones antropológicas, indicó que el individuo era del sexo masculino y tenía entre 35 y 40 años, de origen europeo. Su muerte, todavía en proceso de estudio, podría haber ocurrido en la primera época de la Colonia.

Y al hallazgo de esta primera osamenta, sobrevinieron 15 más, entre adultos e infantes, todas ellas en lo que ahora es el atrio y que antes eran los patios traseros de la antigua iglesia.

Sumado a ello, los expertos han localizado los cimientos de muros y pisos prehispánicos, descubrimientos que permitirán conocer mejor tanto los espacios que hubo entre las pirámides y diferentes edificaciones, como sus dimensiones.

Las excavaciones continuarán después de un receso de los investigadores, y se reiniciarán las pesquisas en la calle de Guatemala.

La circunscripción del PAU incluye siete bloques o manzanas, que comprende también las calles de Luis González Obregón, San Ildefonso, Monte de Piedad, Donceles, Brasil, Moneda, Correo Mayor, Justo Sierra, Del Carmen y la Plaza Manuel Gamio.

El PAU es de carácter permannente y las investigaciones, desde 1991 a la fecha, han arrojado alrededor de 50 hallazgos.

 
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