Usted está aquí: lunes 22 de agosto de 2005 Mundo Crece la presión sobre Scotland Yard por los errores en la muerte de De Menezes

Revelan que los agentes que lo seguían nunca sospecharon que estuviera armado

Crece la presión sobre Scotland Yard por los errores en la muerte de De Menezes

Reduce GB el rango de riesgo de ataque terrorista de "crítico" a "severo en general"

DPA, AFP, REUTERS Y THE INDEPENDENT

Londres, 21 de agosto. Fuentes policiales citadas por el diario The Observer revelaron que tres agentes encargados de vigilar las acciones de Jean Charles de Menezes no tuvieron en ningún momento la impresión de que el joven brasileño abatido por oficiales el 22 de julio pasado -bajo sospechas de que pretendía atentar contra el sistema de transporte londinense- estuviera armado aquél día o intentara provocar nuevas explosiones en el Metro.

Las revelaciones publicadas por el diario londinense aumentaron la presión sobre el director de Scotland Yard, Ian Blair, quien fue acusado el 18 de agosto de haber tratado de parar las investigaciones de una comisión independiente acerca de la actuación y los procedimientos empleados por los policías para someter al electricista brasileño, que no tuvo nunca vínculos con agrupaciones armadas o terroristas.

"Nada de lo que hizo dio la impresión al equipo de vigilancia de que transportaba un artefacto explosivo", declaró a The Observer una fuente policial que pidió el anonimato.

Los miembros del equipo asignado al seguimiento del trabajador inmigrante tuvieron la intención de detenerlo, a pesar de que no sospechaban que portara armas el día 22, pero durante la jornada recibieron la orden de ceder la operación a una unidad especial, que supuso que el propósito del joven de 27 años era cometer un nuevo atentado en el Metro, donde fue asesinado de siete tiros en la cabeza y uno en un hombro.

"Los tres miembros (del primer grupo policial) nunca habrían entrado en el vagón del Metro con él, si hubieran pensado que llevaba una bomba", precisó la fuente al diario.

Además de la acusación de la comisión independiente que investiga el caso De Menezes, la cadena británica ha difundido imágenes e informaciones que contradicen la versión oficial de Scotland Yard, a raíz de la muerte del brasileño; eso incluye el hecho de que no portaba una mochila en la espalda, como dijo la policía el 22 de julio para justificar la acción policial.

Ian Blair trató de librar nuevamente las críticas por la justificación original de la policía, al asegurar que sus primeras declaraciones sobre la muerte del brasileño, en el sentido de que pretendía atentar contra el sistema de transporte local, fueron producto del desconocimiento de quién era el hombre abatido, y no tenían intención de ocultar las verdaderas circunstancias de la muerte del joven.

En declaraciones al periódico News of the World, el jefe de la policía dijo haberse enterado con detalle sobre la inocencia del brasileño el día 23, "cuando hacia las 10:30 vino una persona y dijo algo equivalente a: Houston, tenemos un problema".

Al respecto, la familia de De Menezes dijo a través de uno de los abogados que defiende su causa que si ciertamente Ian Blair supo detalladamante de los hechos 24 horas después, entonces habría que preguntarse por qué hizo acusaciones "extravagantes" sobre el comportamiento "sospechoso" del electricista y de sus supuestas intenciones de cometer más atentados en la capital británica.

Después de un mes de ocurrida la segunda serie de atentados contra el sistema de transporte local, el Centro de Análisis sobre Terrorismo del gobierno británico redujo el nivel de "amenaza terrorista" del rango de "crítico" a "severo, en general", luego de que las agencias de inteligencia MI5 y MI6 señalaron que no existe información sobre la posibilidad de que un ataque sea inminente.

En Roma, mientras tanto, las autoridades policiales ampliaron la vigilancia en proporciones nunca vistas.

La policía instaló en el castillo de San Angelo 40 cámaras de video y comenzó el rastreo de personas con perros, como lo ha hecho desde el mes pasado en la Plaza de San Pedro (en Ciudad del Vaticano) y en el Coliseo romano.

Según el diario La Repubblica en su edición de este domingo, la supervisión policial será impuesta en otros edificios y museos en los próximos días. El Coliseo es visitado anualmente por 3 millones y medio de personas, mientras que el castillo recibe a unos 700 mil turistas.

 
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