Usted está aquí: miércoles 24 de agosto de 2005 Deportes Lance Armstrong, nuevamente bajo la sospecha de dopaje

En seis muestras congeladas de orina de 1999 hay EPO, reveló el diario francés L'Equipe

Lance Armstrong, nuevamente bajo la sospecha de dopaje

Durante ese año la hormona sintética no formaba parte de las sustancias prohibidas por la UCI, el COI y la AMA

Se trata de una cacería de brujas, señaló el ciclista estadunidense

DPA Y AFP

Ampliar la imagen El siete veces campe�el Tour de Francia presentar�na demanda contra el peri�o L�quipe FOTO Reuters Foto: Reuters

Parìs, 23 de agosto. El ciclista estadunidense Lance Armstrong, vencedor de siete Tours de Francia consecutivos y retirado el pasado mes de julio, utilizó Eritropoyetina (EPO) en 1999, sustancia que en ese momento era indetectable y no aparecía en el listado de la Unión Ciclista Internacional (UCI).

La acusación contra Armstrong fue dada a conocer en la edición de este día del diario deportivo L'Equipe, la cual asegura que el pedalista dio positivo con EPO cuando ganó su primer Tour, lo cual fue rechazado por el heptacampeón en su página de Internet, al señalar que no es más que "una cacería de brujas''.

Con el título La mentira de Armstrong, el periódico francés aseguró que el laboratorio antidopaje de Chatenay-Malabry, reconocido por el Comité Olímpico Internacional (COI), tiene rastros de la sustancia prohibida en seis pruebas de orina congeladas del estadunidense, de 20 que se realizaron a él y otros seis competidores, de los cuales no se mencionan los nombres.

Las muestras fueron analizadas en 2004, en el mismo laboratorio, durante una investigación científica, en la que se aplicaron los nuevos métodos de detección que revelaron la presencia de EPO.

Los métodos para detectar el uso de dicha sustancia prohibida -hormona sintética que al aumentar el número de glóbulos rojos mejora la oxigenación de los músculos e incrementa el rendimiento físico hasta 30 por ciento-, aún no estaban autorizados en 1999 y no se emplearon hasta los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, y al año siguiente, en el Tour de Francia, así como en la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que por esas fechas fue creada.

Médico confirma validez

El cotidiano publica la copia de análisis realizados a posteriori de las muestras congeladas de orina del corredor, que superó un cáncer de testículos antes de comenzar su serie victoriosa en la ronda francesa.

Al respecto, el pedalista declaró: "Simplemente repetiré lo que dije en varias ocasiones. Nunca he tomado drogas que aumenten el rendimiento.

"Una vez más un periódico europeo asegura que di positivo por tomar drogas. El artículo no es más que periodismo amarillo'', insistió Armstrong.

En una muestra como ésta "o la EPO se degrada y se vuelve indetectable, o la proteína permanece en su estado normal, por lo que no hay ninguna duda de la validez de los resultados de las pruebas'', aseguró Jacques de Ceaurriz, director del Instituto de Control Antidopaje, ubicado en las cercanías de París, en el que también fue desarrollado el método de detección de EPO en la orina.

El doctor De Ceaurriz puntualizó que en su laboratorio se trabaja con pruebas de orina anónimas, sin saber en ningún momento a qué corredores pertenecían, mientras el rotativo galo publicó específicamente que seis de esas muestras pertenecían al ciclista texano.

Sin embargo, su carácter puramente experimental y la nula posibilidad de efectuar un contraexamen prohíben a la justicia deportiva sancionar al ciclista basándose en éstos análisis.

Armstrong, ganador de las ediciones de 1999 hasta 2005 del Tour de Francia, sólo en una ocasión dio positivo durante el certamen, cuando ganó la primera vez, pero su equipo de ese entonces, el US Postal, presentó un certificado médico que justificaba haber utilizado una pomada para curar un dolor en la ingle, que contenía un corticoide, por lo cual no fue sancionado.

No obstante, otras versiones indican que en las siete victorias consecutivas de la competencia francesa el pedalista nunca dio positivo en un control, aunque cada uno de sus triunfos contribuyó a alimentar las sospechas dado el dominio absoluto del corredor, que resultaba humillante para sus rivales.

No es la primera ocasión que Armstrong ha sido cuestionado sobre el dopaje, fundamentalmente en el continente europeo, donde hace un par de meses ganó una demanda por difamación, precisamente de su ex masajista Emma O'Reilly, y ha sido tal la presión que el deportista fue sometido a constantes controles por la UCI, los cuales siempre resultaron negativos.

Apoyo al texano

Las reacciones cayeron como en cascada y la mayoría apoya a Armstrong. "Están yendo por él en Francia desde hace algunos años. Es el único que lo sabe, pero me parece mal que después de tanto tiempo se empiece a remover. Es extraño y no sé si hasta es legal guardar esas muestras'', dijo el español Miguel Induráin, cinco veces ganador del Tour.

La leyenda belga, Eddy Merckx, aseguró que confía en Lance, porque cree más en la palabra de él, que "en la de un periodista''.

Dick Pound, presidente de la AMA, comentó que si la información se confirma es un asunto "grave'', por lo que el tema debe tomarlo la UCI y la Federación de Ciclismo de Estados Unidos, organismos que se reservaron pronunciarse al respecto.

Por su parte, el director del Tour de Francia, Jean Marie Leblanc, también prefirió mantenerse a la expectativa. "Estamos perplejos. Este asunto, que es grave, confirma que la lucha contra el dopaje en el ciclismo y otros deportes lleva tiempo''.

El ciclista alemán Jan Ullrich, eterno rival del texano, opinó: "Si fuera verdad entonces yo también estaría decepcionado, pero él es el más grande de su tiempo''.

Daniel Baal, ex presidente de la Federación Francesa de Ciclismo, apuntó: "El mito ya no tiene razón de ser desde el momento en que la mentira se ha evidenciado claramente hoy''.

Agregó: "cuando se dice continuamente que los periodistas tendrán que demostrar que se dopó y la prueba está ahí hay que rendirse a la evidencia''.

Las acusaciones han supuesto un duro golpe para la imagen del multicampeón estadunidense, de casi 34 años de edad.

 
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