Usted está aquí: jueves 25 de agosto de 2005 Cultura Soy como un personaje de Los Olvidados pero con final diferente

HECTOR GARCIA INGRESA A LA ACADEMIA DE ARTES

Soy como un personaje de Los Olvidados pero con final diferente

"Yo, que vine al mundo despojado de todo, aprendí con todos ellos a escribir con luz", señaló al hacer un recuento de sus maestros

La correccional "me dio una educación principesca"

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Ana Paola, nieta de H�or Garc� retrata al fot�fo durante la ceremonia en la que el artista de la lente ingres�la Academia de Artes FOTO Roberto Garc�Ort� Foto: Roberto Garc�Ort�

El espíritu alegre de Héctor García que, por lo visto, se impone a cualquier vicisitud, convirtió su recepción pública como miembro de número de la Academia de Artes en una fiesta para el gremio fotográfico, que estuvo al pie del cañón. García ingresó a la sección de gráfica en el lugar que Manuel Alvarez Bravo dejó vacante al fallecer en octubre de 2002.

Don Héctor tenía sus razones para estar contento. El pasado martes 23 también cumplió 82 años, así que la ocasión le permitió estar en compañía de sus amigos y colegas, con quienes brindó, copa de vino blanco en mano.

Pasadas las siete de la noche García arribó en una camioneta oficial al Museo Nacional de San Carlos, que alberga la Academia de Artes. Hace dos meses el maestro sufrió una caída y fractura de cadera, lo cual lo tiene inmovilizado. Así que tuvo que ser sacado en posición horizontal del vehículo y sentado en una silla de ruedas. Los reporteros gráficos y camarógrafos estaban listos para documentar la escena; sin embargo, su esposa, María García, les pidió que no lo fueran a retratar hasta que estuviera ya colocado. No se escuchó ni un clic.

Louise Noelle Gras, en su calidad de académico secretario, abrió la sesión solemne y dio la palabra a don Héctor, quien, ataviado con boina verde y abrigo café, se refirió a la "situación particular" en que se encuentra, misma que atribuyó a "cosas del tiempo". Empezó a leer con dificultad su discurso de ingreso, Mis maestros. Manifestó su orgullo de ocupar el sitio que fue del "maestro de maestros" Manuel Alvarez Bravo, quien "trazó una línea de la fotografía mexicana que otros, muchos de nosotros, cruzamos o seguimos de acuerdo a nuestro libre entender".

La diosa fortuna

El nuevo académico equiparó su contexto social con el de la película Los olvidados. Aunque con los años "comprendí que la diosa fortuna me reservó un final inesperado en mi película personal e hizo que no acabara en un tiradero de basura como el personaje de Buñuel".

García alcanzó a nombrar a quien lo encaminó en la vida, el doctor Gilberto Bolaños Cacho, de la Correccional para Varones, y decir que tuvo una "educación principesca", antes de pedir ayuda para continuar la lectura. Los fotógrafos, amontonados a sus pies gritaron "está Hectorín". García hizo votos para que su retoño prosiga con sus zapatos y después Héctor júnior retomó la lectura de las breves notas.

Salieron a relucir los nombres de Angel Salas, Edmundo Valadés, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, José Revueltas, Efraín Huerta, Gabriel Figueroa, Julio Scherer, Carlos Deschamps, Manuel Becerra Acosta, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, José Clemente Orozco, Alberto Gironella, Fernando Benítez, Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska.

"Yo, que vine al mundo despojado de todo, aprendí con todos ellos a escribir con luz", finalizó don Héctor.

La contestación y bienvenida al nuevo académico correspondió a Arturo García Bustos, presidente en turno de la Academia de Artes, para quien Héctor García "con la magia de la fotografía, la lente de su cámara y su ojo agudo nos ha traído las imágenes de instantes del transcurrir efímero del río de la vida del México de hoy, imágenes que desaparecieron para siempre pero que él reveló con su genio de artista".

García, siguió, "ha sido testigo y fiel cronista del desarrollo de la ciudad de México desde la segunda mitad del siglo XX y que miró con ironía y gracia". El "niño andariego -expresó- ha sido parte de este México que dio nacionalismo y grandes obras artísticas".

Jesús Martínez, tesorero de la Academia de Artes, hizo entrega del diploma mientras el nuevo académico aplaudió y lo mostró a los presentes. Louise Noelle Gras le impuso la medalla correspondiente. En cierto momento don Héctor preguntó "qué van a hacer conmigo", a lo que María García contestó: "vamos a la inauguración de la exposición".

Fernanda Matos, directora del Museo Nacional de San Carlos, expresó su beneplácito al recibir la muestra En el blanco, retrospectiva de la obra de Héctor García que estará en exhibición hasta el 5 de octubre. Para Louise Noelle Gras el fotógrafo ha sabido "conservar la crítica social sin perder la poesía que habita el arte".

Acudieron a la ceremonia Saúl Juárez, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, así como los miembros de la Academia de Artes: Gloria Contreras, Juan Soriano, Jorge Alberto Manrique, Raúl Anguiano, Adolfo Mexiac, Federico Ibarra, Joaquín Gutierrez Heras y Luis Nishizawa. Están pendientes las recepciones públicas de Arnaldo Coen, Alejandro Luna y Carlos Blas Galindo.

Cerca de las 21 horas el festejado emprendió el regreso igual que como había llegado. Su rostro tenía ya otro semblante. Había una sonrisa en sus labios.

 
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