Usted está aquí: viernes 23 de septiembre de 2005 Sociedad y Justicia Salen a la luz otros despidos irregulares en el Cinvestav

Cesan a académicos por no avalar una tesis de doctorado

Salen a la luz otros despidos irregulares en el Cinvestav

JOSE GALAN

Los profesores-investigadores Teresa Mancilla Percino y José Norberto Farfán García fueron separados del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav), adscrito al Instituto Politécnico Nacional, debido a que, como jurados de titulación, no permitieron que una estudiante obtuviera el doctorado sin cumplir con todos los requisitos.

Después de un largo hostigamiento, la dirección general finalmente no les renovó en julio pasado los contratos por cuatro años que, de manera ilegal, se acostumbran en ese centro. Por ello, han recurrido a la vía legal para lograr su reinstalación.

El 31 de agosto de 2004 el Colegio de Profesores del Departamento de Química del centro acordó la integración del jurado para el examen de doctorado de la estudiante María Esther Sánchez Castro, conformado por Margarita Paneque Sosa, de la Universidad de Sevilla, España, y Noé Zúñiga Villareal, del Instituto de Química de la UNAM, así como María de los Angeles Paz Sandoval, asesora de la estudiante; María del Jesús Rosales Hoz, jefa del Departamento de Química, y los doctores Mancilla Percino y Farfán García, por el Cinvestav.

Conforme al procedimiento estipulado, a principios de octubre la estudiante Sánchez Castro entregó su tesis a Mancilla Percino, quien en la evaluación consideró que el documento no cumplía con uno de los requisitos para la obtención del posgrado: presentar una contribución original en el campo de especialización, la cual debe estar publicada previamente en alguna revista de prestigio internacional incluida en el llamado Citation Index.

El 24 de octubre siguiente, en una junta más del Colegio de Profesores, Mancilla Percino señaló que la tesis no contaba con un artículo en una publicación internacional. "Entonces la doctora María del Jesús Rosales Hoz tomó el asunto en sus manos sin considerar al Colegio de Profesores, como marca el reglamento interno", recuerda Mancilla Percino en entrevista.

Refiere que el 5 de noviembre de 2004 recibió una llamada de la directora Rosalinda Contreras Theurel, quien la citó por la tarde en su despacho. Allí revisaron el caso de la estudiante, "y la doctora Contreras me pidió que revisara una segunda versión de la tesis doctoral en la cual se incluía un capítulo correspondiente a la tesis de licenciatura de la misma estudiante, cuyo trabajo había ya generado la publicación de un artículo; me expresó que en caso de que dicho artículo no contribuyera a la calidad de una tesis doctoral, que entonces se escribiera el artículo.

''La doctora Rosales Hoz me invitó a una reunión con José Mustre de León, secretario académico del centro, el 8 de noviembre, en la que estuvo presente también el doctor Norberto Farfán, y tratamos el caso de la estudiante; se acordó que debería presentar el examen doctoral hasta que cumpliera con el requisito del artículo."

El 14 de diciembre, Mancilla Percino y Farfán García se volvieron a reunir con Rosales Hoz y las doctoras Rosa Santillán y Bárbara Gordillo, ahora como jurado de la tesis doctoral de otro aspirante, Genaro Vargas, quien presentó una publicación para respaldar su titulación. A pesar de que ésta no tocaba aspectos fundamentales incluidos en la tesis, los presentes concluyeron que la tesis reunía los requisitos necesarios.

Pero la dirección consideró que Mancilla Percino y Farfán García actuaron de manera diferente en los dos casos. A finales de febrero ambos recibieron de José Mustre un oficio donde se les informó que, por ello, se definiría un nuevo jurado para la estudiante Sánchez Castro, y que dicha situación sería incorporada a su expediente. Ambos hicieron patente su inconformidad.

Días antes de que su contrato por cuatro años terminara, fueron citados por separado por la doctora Contreras, quien los "invitó" a incorporarse a la Unidad Mérida para trabajar en unas instalaciones entonces inexistentes. Ambos dudaron al principio y, al final, rechazaron la oferta. Ahora están sin trabajo.

La estudiante Sánchez Castro, por su parte, finalmente entregó el artículo relacionado con su tesis doctoral, el cual se publicó en junio de este año, y obtuvo su grado.

 
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