Usted está aquí: miércoles 28 de septiembre de 2005 Cultura Artaud escribía para no dejar ileso al lector: Evelyne Grossman

Sus últimos textos son fulgurantes, expresa la especialista a La Jornada

Artaud escribía para no dejar ileso al lector: Evelyne Grossman

''Sacar a la luz la coherencia de su búsqueda'', aporte esencial de su labor de investigación

Continúan las actividades de la semana dedicada al poeta y actor francés, en varias sedes

MERRY MACMASTERS

Ampliar la imagen Antonin Artaud (1896-1948), de quien Gallimard ha publicado ya 27 vol�s de su obra, hizo del cuerpo humano el tema esencial de su labor creativa en el teatro, la escritura y el dibujo FOTO Denise Colomb Foto: Denise Colomb

Cómo internarse en un cuerpo de escritura fue el enfoque del cual partió la investigadora literaria francesa Evelyne Grossman, considerada la principal especialista en Antonin Artaud (1896-1948), autor casi mítico, al abordar su vasta obra.

El escritor, actor de teatro y de cine, poeta y dibujante llegó a México hace 69 años, efeméride que ha motivado una serie de actividades en torno de su persona, con el título Semana Artaud: un relámpago en la noche oscura.

Profesora de literatura moderna y contemporánea de la Universidad 7, de París, Grossman trabaja al mismo tiempo sobre el escritor irlandés James Joyce.

''La pregunta en cuanto al uno y el otro era la misma", expresa la entrevistada.

Además, ''el cuerpo es una cuestión central para Artaud. Un tema que aparece una y otra vez en su obra es que la anatomía está mal hecha; entonces, hay que rehacerse un cuerpo. Y todo el trabajo de Artaud consistió en re-crear un cuerpo humano en el teatro, en la escritura, en el dibujo".

Una fuerza extraordinaria

Invitada a México para participar en la Semana Artaud, el lunes pasado Grossman impartió la conferencia El Antonin Artaud de la eternidad, en la Casa de Francia, cuyo lleno demostró que el escritor sigue siendo ''tan atractivo como siempre", y su obra y su persona ''muy vigentes en el mundo de hoy".

Artaud atrae a muchos jóvenes lectores que, al conocer su obra, quedan deslumbrados, asegura la especialista.

-¿Cómo se ha internado en el cuerpo de escritura de Antonin Artaud?

-Intenté, primero, considerar que era un escritor, no un loco, aunque también lo era.

''He abordado su obra de manera integral, es decir, obviamente su obra teatral, pero también todo el enlazamiento que hay entre su dibujo y su escritura. Intenté encontrar la lógica de su trayectoria, que no es visible de inmediato, porque los últimos textos de Artaud necesitaron de tiempo para divulgarse en Francia. No todos fueron publicados durante su vida.

''Fue necesario realizar todo un trabajo de investigación sobre sus manuscritos y de las diferentes versiones de sus textos.

''Esa es la parte relevante del trabajo para sacar a la luz la coherencia de su búsqueda. Porque había una opinión bastante difundida, en el sentido de que Artaud había sido un gran escritor antes de caer en el asilo siquiátrico, pero que después tuvo una crisis sicótica y que sus últimos textos no estuvieron a la altura de los primeros.

''Para mí, los últimos textos de Artaud, aunque son de una lectura un tanto difícil, son absolutamente fulgurantes y es un trabajo todavía en curso en obras que ahora se deben publicar, porque toda una parte todavía no ha sido dada a conocer.

''Hay que hacer entender a las personas que no se trata de textos de asilo, sino de un escritor que atravesó la locura y que encontró una escritura al final de su vida que es de una fuerza extraordinaria, porque es física, corporal.

''Una de sus particularidades es que muy a menudo es un tipo de puesta en escena en la hoja de papel. Es decir, que el teatro que hubiera querido crear en los años 30 en la escena, lo realizó al final de su vida en la escritura. Se tiene enfrente una escritura corporal y también en movimiento, que trabaja sobre la fuerza, la perforación, el acto de escribir.

''Es una escritura que pretende no dejar ileso al lector, en esta medida también es un desafío leer estos mismos escritos.

''En los años 30, Artaud decía que el teatro es como la peste y que hay que ejercer un verdadero contagio sobre los espectadores. Este es el tipo de contagio que pretende crear en el lector. Es esta fuerza desestabilizadora de su escritura lo que me interesa."

Un mes en la sierra Tarahumara

Hasta el momento, la editorial Gallimard ha publicado ya 27 volúmenes de la obra de Artaud, quien al final de su vida escribía sin cesar, como un desahogo.

-¿Qué impacto tuvo su viaje a México en su obra y vida?

-Artaud vino a México en 1936 y se quedó casi un año. Llego en busca de lo que llamaba la cultura de la tierra roja.

''Pensó que aquí podría encontrar una cultura que no sólo era intelectual, sino que viviera en la tierra. Para él, México era todavía un país donde la magia estaba viva, donde la literatura podía ser una verdadera fuerza.

''Escribió una serie de textos, se interesó mucho en la Revolución Mexicana, pasó un mes en la sierra Tarahumara porque quería ser iniciado en el rito del peyote.

''Todo esto tuvo consecuencias un tanto catastróficas para él. Hasta el final de su vida contaba que había sido embrujado por los indios tarahumaras. Por consiguiente, aumentó esa paranoia que se construía en su mente. Al mismo tiempo que fue una magia que inspiró toda una parte de su obra, su fuerza, y también se convirtió un poco en su víctima.

''A los dos años de su visita a este país sufrió una crisis sicótica y lo encerraron en un asilo siquiátrico. Pero todavía al final de su vida siguió escribiendo sobre México."

Mesas redondas y documentales

En el contexto de las actividades de la Semana Artaud: un relámpago en la noche oscura, este miércoles Fabienne Bradu y Carlos Romera Wild participan en la mesa redonda Antonin Artaud en México, a las 19 horas, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Mañana jueves proseguirá ese ciclo en la Casa de Francia (Havre 15, colonia Juárez) con la mesa redonda Creación artística y enfermedad mental, a partir de las 20 horas.

El próximo viernes, a las 18 horas, se presentará en el Instituto Francés de América Latina (Río Nazas 43, colonia Cuauhtémoc) una Tarde de documentales con los filmes Artaud ciudad: atrocidades, de André S. Labar-the, y La verdadera historia de Artaud el niño, de Gérard Mordillat y Jérome Prieur.

Las actividades alrededor de Artaud culminarán el sábado primero de octubre en el ex Teresa Arte Actual (Licenciado Primo Verdad 8, Centro Histórico), con el performance Retrato de la sana locura.

 
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