Usted está aquí: sábado 1 de octubre de 2005 Deportes Cardenales espera buen clima para armar bien su estrategia, señaló Cantú

Los emplumados de Arizona llegaron a la capital tranquilos y relajados

Cardenales espera buen clima para armar bien su estrategia, señaló Cantú

Las porristas de los 49ers quieren ser reconocidas por su inteligencia, además de su belleza

JORGE SEPULVEDA MARIN

Ampliar la imagen Las animadoras de San Francisco refirieron que ser�n privilegio apoyar a sus hombres en el Azteca stadium FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano

Pese al viaje desde Arizona, los jugadores de Cardenales no denotaban fatiga en el rostro y hasta algunos accedieron a autografiar playeras y revistas a los trabajadores de la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por donde salieron para mayor seguridad.

El mexicano Rolando Cantú, con 1.98 metros de altura y 163 kilogramos de peso, salió con paso firme, contento "de regresar a México. Estoy impresionado por el clima de la ciudad", dijo con su acento norteño el ex jugador del Tec de Monterrey.

Agregó que sus compañeros emplumados se preguntaban si "sus celulares tendrían señal por acá para hablarles a sus familias, pero en general vienen muy tranquilos y en un plan muy relajado".

Para el grupo de fornidos jugadores de Arizona, comentó, una de las principales preocupaciones es que haya buen clima el día del encuentro, porque eso será muy importante para armar sin mayores inconvenientes la estrategia del encuentro.

Dirigió un mensaje en inglés para ser transmitido por ESPN a la comunidad hispana en Estados Unidos, donde hay interés por observar las acciones de Cardenales ante 49ers de San Francisco, que viene en el primer caso por su primera victoria, además de invitar a los jugadores de futbol americano de México a seguir echándole ganas para que logren sus metas en este deporte.

Luego de estimar que "atrás de mí vienen muchos otros chavos que le están poniendo mucho entusiasmo para enrolarse en la NFL", terminó la plática para abordar uno de los autobuses que condujeron al equipo a un hotel de Polanco, donde pasarán la noche para este sábado reportarse a la práctica, a puerta cerrada, previa al encuentro del domingo en el estadio Azteca.

Una de las sorpresas fue la presencia del quarterback Kurt Warner, quien pese a no haber salido completamente de la lesión que padece podría entrar en acción el fin de semana, además de también haber hecho el viaje el segundo mariscal de campo Josh McCowin, quien vestía elegante indumentaria.

Vigilados estrechamente por personal de la terminal aérea, 40 minutos luego de su llegada fueron escoltados por motocicletas y patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública y de la policía de tránsito hasta las instalaciones hoteleras. A los jugadores se les entregó un sobre con las medidas que deberán seguir durante su estancia esta capital.

Más tarde, a las 21 horas, llegaría por la misma terminal aérea el equipo de San Francisco.

Por la mañana, las porristas de los 49ers, algunas rubias y otras morenas; las más, ojiverdes u ojiazules, platicaron con la prensa, a la cual explicaron que todas han pasado por un proceso de selección muy exigente para convertirse en animadoras de los equipos de la NFL.

Son amas de casa, esposas, madres, novias, mujeres todas con otros trabajos, que dedican varias horas a la semana para practicar las coreografías que presentan en cada encuentro, por lo que reciben una paga de 60 dólares, poco más de 600 pesos, pero eso es lo que menos les importa, porque tienen la satisfacción de apoyar "a sus hombres", los jugadores del equipo cuyos colores portan en sus reducidas ropas.

Las porristas de San Francisco posaron ataviadas con minifalda y un chaleco color vino, blusa blanca y botas abajo de las rodillas del mismo color, y por unos minutos agitaron sus pompones de tiras doradas para explicar cómo inyectan ánimo a los roperos para salir de situaciones difíciles y anticiparon que los suyos blanquearán a Cardenales.

Con una sonrisa que permanentemente adorna sus rostros, cuentan que quieren eliminar los mitos que se han generado a su alrededor, como ser admiradas simplemente por su belleza, para que sepan que son mujeres brillantes, educadas, con carrera profesional, además de hermosas y tener el apoyo de sus familias.

Con promedio de 23 años de edad, 1.75 metros de estatura y una sonrisa magnética, aseguraron que estar aquí, "donde la gente es muy cálida y amable", es como un "sueño cumplido", además de ser un privilegio actuar en el Azteca stadium.

Mónica Calles, de ojos claros y cabello rubio, dijo que sus padres son mexicanos; su mamá se llama Guadaloupe, por lo que le gustan los tamales, las piñatas y otras comidas mecxicanas.

Ayer también llegarían a esta ciudad las animadoras de Arizona.

 
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