Usted está aquí: sábado 1 de octubre de 2005 Espectáculos Tratar con disqueras "es como ir a una oficina de gobierno y que no te pelen"

Zoé agotó las localidades de sus dos presentaciones en el Teatro Metropólitan

Tratar con disqueras "es como ir a una oficina de gobierno y que no te pelen"

León Larregui, vocalista de la banda, asegura que ser independiente ahora da credibilidad

PATRICIA PEÑALOZA

Zoé, banda originaria del Distrito Federal, que se presentará hoy por primera vez en el Teatro Metropólitan, no lo creía cuando las entradas para dicho concierto se agotaron hace un mes. Tampoco dio crédito cuando, al emitir una segunda fecha (el jueves próximo), las entradas se volvieron a agotar, siendo que su lleno máximo como estelares se había dado en el Hard Rock Live. El grupo de rock-pop melancólico y sideral integrado por León Larregui (voz y guitarra), Sergio Acosta (guitarra), Angel Mosqueda (bajo) y Jesús Báez (teclados), sigue sorprendido respecto del eco que está generando en la joven generación actual. Así, tras siete años de carrera y dos discos (Zoé, de 2001, y Rocanlover, de 2003), sobre este fenómeno y otros menesteres de la creación, habla su cantautor y líder.

Dice Larregui: "La identificación con la gente es una de las partes más emocionantes de estar en la música: darte cuenta que hay gente que piensa como tú. Y puedo notar que a quienes llegamos es a una generación melancólica, en busca de identidad, de luz; perdida en un barullo de información y globalización; jóvenes que buscan algo de humanidad, de amor en sí mismos, que se pierden entre el fascismo de la moda y el consumismo. Buscan sensibilidad, no porque no la tengan, sino que piden que los dejen tenerla y sacarla, que los dejen ser ellos mismos, personas únicas, con identidad y corazón propios, y no un pinche personaje de fábrica, preproducido. Lo noto cuando veo que desde su corazón repiten frases de nuestras canciones como: 'hablemos de cosas de verdad, de lo mortal' o 'no me entierren, que no estoy muerto aún'".

-Recuerdo que en 1998, tras un concierto de poca importancia, estaba muy enojado porque el sonido había estado pésimo, y porque sentía que no estaban avanzando. Lo noté como alguien ambicioso...

-Nos faltaba mucha experiencia como músicos. Cuando empiezas todo sale mal, no tienes ingeniero, cargas todo y hay momentos de desesperación. Sientes que nadie entiende tu concepto, que te oyen y no pasa nada, nadie va a ensayar... Pero una de nuestras virtudes es que al final hemos sabido ponernos de acuerdo, mirar hacia un solo punto, en sonido y ambiciones. Esto, gracias a que somos muy necios y a que la gente empezó a entender lo que queríamos decir. No queda más que darle y darle.

-Y pasar los obstáculos de las disqueras...

-Sí. Primero EMI nos hizo esperar un año para firmarnos, y cuando ocurrió, nos hizo esperar otro para que saliera el disco, pero cuando pasó, nos dieron carta de retiro. Nos fuimos para abajo. Entonces decidimos hacerlo todo nosotros, con nuestro dinero, y ya no dejar nuestro proyecto en manos de gente a la que le vale madres. Ya que hicimos el segundo disco, producido por Phil Vinall, Sony lo editó, pero también nos dio carta de retiro porque esperaban ventas tipo Shakira. Y aunque nos ayudaron un poquito con la promoción, era horrible: como ir a una oficina de gobierno donde no te pelan, te atiende un gordo que no sabe de música y te dice que hay que llenar una solicitud. Sin embargo, cuando nos salimos, como que se nos quitó el embrujo, porque justo nos empezó a ir muy bien. Cuando tienes la libertad de manejar tu trabajo, todo empieza a salir mejor. Y es que antes el movimiento independiente estaba muy castigado; ahora es llamativo. Antes, si eras independiente o no tenías disco, pensaban que eras chafa; ahora te da credibilidad.

-Sobre su música, ¿qué quiere transmitir entre tanto pasaje onírico?

-Todo viene de una misma fuente reflexiva: el amor, la muerte y Dios. Es una búsqueda de lo esencial, inspirada por los aciertos y los errores. Buscan ser una liberación a la opresión consumista, mediante imágenes, más que de la poesía como tal. Trato de mostrar iconografías bizarras, más que ideas; formular símbolos que la gente pueda interpretar a su modo, o metáforas que parecen incongruentes, pero que tienen mucho sentido. A veces veo una letra y digo: '¿qué quise decir?' Tiene que pasar tiempo para que yo mismo entienda. Hasta me da miedo.

-Hay quienes piensan que pegan porque se fusilan sonidos ya muy procesados, como The Beatles, Radiohead, Soda Stereo...

-Cuando un artista crea, siempre refleja lo que le gusta, lo que le prende; es parte de su búsqueda. Pero luego comenzará a vislumbrar algo propio, y creo que empezamos a tener un sonido propio. Y los Beatles... pues son nuestra biblia; así que si a alguien le parece que lo que hacemos suena a ellos, es un halago, porque no lo hacemos a propósito. Además, puede tener tan sólo el espíritu, pues las letras, nuestro contexto, es otro, y eso le da la vuelta.

-En su sencillo Dead, que viene en su nuevo EP The Room, sí logran ya una identidad. ¿A qué sonará su siguiente álbum completo?

-Exploramos nuevos territorios. Habrá un tema más progresivo, sin coro. Habrá un debraye atmosférico sin voces... ya lo escucharán. Saldrá en mayo o junio de 2006.

 
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