Usted está aquí: domingo 2 de octubre de 2005 Economía Desata protestas en Indonesia el alza en combustibles; FMI se congratula

Huelgas y paros afectan al transporte público; temor a una devaluación

Desata protestas en Indonesia el alza en combustibles; FMI se congratula

Los nuevos precios exceden la capacidad de compra de la mayoría de la población

DPA Y REUTERS

Ampliar la imagen Protesta en las afueras del palacio de gobierno en Jakarta, capital de Indonesia, en contra de la disposici�e duplicar el precio de los combustibles FOTO Ap Foto: Ap

Yakarta, 1º de octubre. En toda Indonesia se registraron hoy huelgas de transporte público y protestas en las calles en contra del anuncio del gobierno de un drástico aumento en los precios de los combustibles de alrededor de 126 por ciento. Al tiempo que el representante del FMI, Stephen Schwartz, dijo que la medida "es un paso adelante muy positivo" para llevar los precios a un nivel más cercano al del mercado internacional.

Pese a dos días previos de protestas y enfrentamientos entre manifestantes y policías en las principales ciudades del país, el gobierno indonesio reveló poco antes de la medianoche del viernes la cifra concreta del aumento.

Analistas y economistas reaccionaron de manera diversa ante el anuncio oficial. El renombrado economista Faisal Basri condenó la subida de precios, que calificó de "excesiva e ilógica" porque, afirmó, está más allá de la capacidad de la mayoría de los indonesios, que sólo podrían soportar un incremento de 50 por ciento. Otros analistas advirtieron del impacto que la subida de precios tendrá en la inflación.

El presidente Susilo Bambang Yudhoyono apostaba a que su popularidad vencería el descontento social en la cuarta nación más poblada del mundo.

En las primeras horas después del anuncio del alza hubo escasas manifestaciones contra la subida de los precios y algunos conductores de autobuses hicieron paro en más de seis ciudades indonesias, incluyendo la capital Yakarta, pero aún era pronto para medir el nivel de oposición que cobró fuerza más tarde.

El presidente pidió a los indonesios que acepten la "amarga" decisión porque, aseguró, resulta vital para rescatar la mayor economía del sureste asiático. "No es una decisión fácil", dijo el mandatario. "Es un píldora amarga, pero tengo que salvar el futuro, salvar la economía nacional a la par que trato de superar los efectos de la subida haciendo más fácil la carga de los pobres". Para ello, el gobierno está preparando un paquete de compensaciones para las familias más pobres.

Aunque se espera la realización de más protestas en los próximos días, no se prevé que éstas provoquen la caída de Yudhoyono, quien el año pasado subió al poder en una aplastante mayoría de 650 por ciento aunque, eso sí, con la promesa de no subir el precio del petróleo.

Los analistas dicen que los constantes subsidios a la gasolina, que la coloca a precios menores que a escala mundial son peligrosos porque incrementan el déficit del presupuesto y provocan la depreciación de la moneda local, la rupia.

"Es un paso adelante muy positivo", dijo el representante del Fondo Monetario Internacional (FMI), Stephen Schwartz, respecto a la medida de llevar los precios a un nivel más cercano al del mercado.

El programa "sin dudas ayudará a enfrentar el presupuesto y balance de presión de pagos que hemos visto en los últimos meses por los altos precios en la gasolina" afirmó.

La gasolina casi se duplicó a 4 mil 500 rupias (44 centavos de dólar) el litro, el petróleo subió 105 por ciento a 4 mil 300 rupias el litro y el kerosene usado para cocinar, casi se triplicó a 2 mil rupias el litro.

"El gobierno está tratando de matar a los ciudadanos lentamente con estos aumentos (...) sería mejor que juntara a toda la gente en un campo y nos disparara, así moriríamos más rápido", dijo Erlina, una ama de casa en Madang, en la costa oeste de Sumatra.

Crecen preocupaciones

El economista del Standard Chartered de Indonesia Fauzi Ichsan dijo: "Nuestro miedo es que si la decisión choca con el descontento popular y la rupia desciende aún más, entonces volvemos a cero."

"Creo que ésta es la apuesta política más importante del SBY", dijo, aunque también -como otros analistas- cree que el hecho de que el anuncio venga justo a pocos días de las fiestas islámicas de Ramadán podría disminuir el riesgo de protestas en el país más grande de religión musulmana.

Dewi Fortuna Anwar, una analista política que asesoró a uno de los antecesores de Yudhoyono, dijo que el gobierno se estaba arriesgando y que tenía pocas chances.

Los altos precios del petróleo aumentaron los subsidios indonesios al combustible, que representarán casi la quinta parte del presupuesto de este año. Indonesia produce petróleo, pero la baja en la producción forzó a la importación, de esta manera afectando la moneda local y la economía.

"Nunca será fácil para el gobierno pero tampoco creo que tiene mucho espacio para maniobrar al respecto", dijo Anwar.

El viernes la policía lanzó bombas lacrimógenas y disparó tiros de alerta al aire cuando chocó con estudiantes en Yakarta. El mismo día más temprano y el jueves miles de manifestantes se movilizaron en varias partes del vasto archipiélago.

 
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