Usted está aquí: martes 4 de octubre de 2005 Opinión RUELEANDO

RUELEANDO

Mística heredada

Ruelas, recuerdos

El teatro universitario, semillero de actores

GUANAJUATO, GTO. 3 DE OCTUBRE. El saco al hombro, la pipa, su peculiar forma de sentarse, de dirigir en escena y su misticismo son los recuerdos que guardan del maestro Enrique Ruelas los actores que participan en los Entremeses Cervantinos, origen del Festival Internacional que este miércoles comenzará su versión 33.

Tras los ensayos del domingo en la Plaza de San Roque, los hermanos Dante y Juan José Anaya, quienes dan vida a los personajes de Miguel de Cervantes Saavedra, añoran los años en que los entremeses aglomeraban al turismo frente al templo de San Roque, y manifiestan que la falta de difusión del espectáculo ha propiciado el desconocimiento entre el turismo de la obra por la cual surgió la máxima fiesta cultural del país.

Hace años, explica Juan José, quien encarna a Chanfalla en el Retablo de las Maravillas, ''se hacían funciones dobles, todos los viernes, sábados y hasta domingos, y ahora sólo se realizan cuatro presentaciones a lo largo de todo el festival".

A ello, continúa, han contribuido la escasa difusión, además de las diversas actividades que tienen los actores quienes participan por gusto y sin ninguna remuneración. ''Hasta antes de 1994 los entremeses se realizaban durante los fines de semana de todo el año".

Y pese a ello, agrega, el teatro universitario ha sido semillero de generaciones de actores que viven arraigados en Guanajuato para transmitir la obra cervantina.

Abunda Dante, quien representa al sacristán y a Furrier:

''Hay personas que vienen al Cervantino y no saben cómo surgió todo esto. Sin los entremeses nada hubiera sido posible."

Otro de los percances que ha tenido que sortear la compañía -que reúne a 50 actores- es que antes las casas, ubicadas alrededor de la plaza, eran prestadas para representar con mayor realismo las escenas de los entremeses y ahora ''no sabemos que pasó, pero sólo sus fachadas nos ayudan a recrear la historia".

Hijos de actores que participaron en sus inicios bajo la dirección de Ruelas Espinosa, los hermanos Anaya continúan con la tradición ''vehículo de cultura" que emiten los breves cuentos del también creador del Caballero de la Triste Figura, legendario personaje que celebra cuatro siglos de haber aparecido en una edición.

Y sobre Ruelas, fundador del teatro universitario, cuyos restos reposan en un nicho en la basílica de esta capital, coinciden los hermanos Anaya:

''Era muy entregado en su trabajo, estaba al detalle en vestuario; durante los ensayos corregía gestos, voces, la entrada de los caballos a escena, la utilería y, de manera común, era verlo con su saco al hombro, nunca se lo ponía, además de su pipa y su libreto. Era muy detallista y sin él nada de esto habría trascendido."

Agradecemos, dijeron, ante la efigie del maestro emplazada en la Plaza de San Roque, ''la mística que nos dejó el maestro Ruelas."

Así lo confirma una placa colocada en las escalinatas del templo, firmada por los integrantes de teatro universitario en 1987, en la que se lee:

''Aquí se iniciaron los entremeses de Cervantes y se forjó el renacimiento de Guanajuato. Aquí nacieron los Festivales Cervantinos. Aquí se rinde homenaje al maestro Enrique Ruelas Espinosa fundador y director de teatro universitario (XXXV aniversario)."

Finaliza: ''Adiós gracias, adiós donaires, adiós regocijados amigos..., 6 de octubre de 1987, víspera del aniversario de la Batalla de Lepanto y XV del Festival Internacional Cervantino."

Ana Mónica Rodríguez, enviada

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.