Usted está aquí: jueves 6 de octubre de 2005 Opinión NAVEGACIONES

NAVEGACIONES

Pedro Miguel

De Zamora Vicente a Aznar, pasando por Terencio

Congreso de academias

El negociador de sí mismo

FUE EN SEPTIEMBRE y acababa de caer, aunque entonces no lo supiéramos, la última lluvia del año. Yo estaba entusiasmado por el año escolar que arrancaba, ávido de comerme a mordidas a Nietzsche, a Nicolás Guillén, al Mío Cid, a lo que fuera. Se celebraba en esos días en México un congreso de las academias de la lengua española y el que es hasta la fecha mi amigo más querido cometió la imprudencia de acudir a un convivio informal previo al encuentro acompañado de mí, y de presentarme a algunos de los asistentes. Estreché algunas manos célebres, como la de Andrés Henestrosa, la de Carreter y la de Alonso Zamora Vicente, entre las que me acuerdo, sin que mi (in)conciencia acusara recibo del peso de aquellos nombres.

POR AQUELLOS TIEMPOS las letras de algunos clásicos se dejaban leer a cambio de unos pocos pesos en la Colección Literaria Servet, de Ediciones Oasis, de la cual yo había devorado, sin mucho trabajo de digestión posterior, algunos títulos como El atormentador de sí mismo (Heautontimorumenos) de Terencio (con un prólogo del que nunca se ha sabido, bien a bien, si corresponde a la pluma de María Josefa Canellada o del ya mencionado filólogo de segundo apellido Vicente), la poesía de Garcilaso -no el Inca- y unas cantigas del anfibio Gil Vicente, que escribía en español y en lusitano, conocido como "el Plauto portugués", y quien, digan lo que digan, es un precursor inequívoco de las reivindicaciones de género ("Dicen que me case yo:/ no quiero marido, no./ Mas quiero vivir segura/ nesta sierra a mi soltura,/ que no estar en ventura/ si casaré bien o no./ Madre, no seré casada/ por no ver vida cansada,/ o quizá mal empleada/ la gracia que Dios me dio./ Dicen que me case yo:/ no quiero marido, no."). Aquellos libritos, tan austeros y de papel tan de primera necesidad que parecían impresos en Cuba, se me agolpaban y confundían sin remedio en la cabeza. Pero estábamos en aquel idiota imberbe rodeado de inmortales, a quien don Alonso, por una razón cualquiera de cortesía mínima, se dirigió después de las presentaciones. No recuerdo qué me dijo, pero sí mi réplica: "Para mí es un gran honor conocer a Gil Vicente", le dije. La carcajada de varios fue inmediata al escuchar cómo aquel rapaz que no tenía idea de nada de nada (sigue sin tenerla, pero ahora disimula la carencia un poco mejor) confundía a un español del XX con un portugués encabalgado entre los siglos XV y XVI.

-El honor es para mí -rebotó, presta, la víctima de mi equívoco, y agregó, no sin una dosis de crueldad innecesaria:

-Imagínese. ¡Que me confundan con el gran Gil Vicente!

La reunión acababa de comenzar y no había forma de salir corriendo. Desde entonces le profeso a la Academia un odio acendrado.

http://www.academia.org.mx/Academicos/AcaCurriculos/Henestrosa.htm

http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/zvicente/cronologia.shtml

http://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_L%C3%A1zaro_Carreter

http://www.epdlp.com/escritor.php?id=3135

http://www.malhatlantica.pt/jorgefborges/gil.html

http://www.triplov.com/map/dicionario/ggg/gil_vicente.htm

ES MAS RECONFORTANTE relacionarse con los monstruos sagrados a distancia, dejar que pasen unos milenios antes de tener el gusto y recurrir a la intermediación del libro o, bueno, de los textos en línea. Fue en esas circunstancias que leí el ya mencionado título del señor Publio Terencio Africano, autor de origen cartaginés, esclavo liberto nacido 185 años antes que Jesús y quien, en gesto de agradecimiento por su libertad, lanzó los dos primeros nombres de su amo generoso (Publio Terencio Lucano) a las páginas del Larousse. Hoy se le considera, al lado de Plauto, un autor cómico principal de las letras latinas, y es, dicho sea de paso, y como se verá a continuación, autor de una frase que algunos despistados porfían en atribuir al también ya mencionado Nietzsche, quien, por su parte, se limitó a citarla: "nada humano me es ajeno". Y ahora los dejo en la grata compañía de Jordi Corominas:

''En el drama El atormentador de sí mismo, un hombre ya mayor, Cremes, está muy preocupado por su amigo Menedemo que desde hace un tiempo trabaja incansablemente, siendo como es un hombre rico que no tiene necesidad de ello. Cuando le pregunta qué es lo que le sucede para actuar así Menedemo se irrita: '¿Tan desocupado estás, Cremes, de tus cosas, que te vaga pensar en las ajenas, y mayormente en las que no te importan nada?' A lo que Cremes responde con la divisa que ha caracterizado los humanismos: 'Hombre soy, y nada humano me es ajeno. Hazte cuenta que te lo amonesto, o si no, que te lo pregunto, para que si ello es bueno, yo también lo haga, y si no, te lo desaconseje.' La insistencia en tratar de ayudar a su amigo, a pesar de la resistencia y rechazo de éste que ve en la solicitud del amigo un 'entremetimiento', concuerda con lo que aquí hemos llamado la pretensión de los actos racionales. En la respuesta de Cremes se revela lo más propio de esos actos: el intento de compenetración y el esfuerzo de universalización que supone estar dispuesto a plantearse si es mejor la actuación del amigo que la suya propia."

http://www.sabuco.com/latin/TEATRO.htm

http://www.geocities.com/Athens/Delphi/9247/nietzs.html

EL OTRO DIA, en uno de esos feos neologismos de aluminio llamados "parabuses", vi un anuncio que me llamó la atención: el correspondiente a un "Foro Mundial de Negociación", a realizarse en el World Trade Center (Walter Center, para las dicciones torpes) de la ciudad de México del 5 al 6 de octubre del presente, es decir, entre ayer y hoy, organizado por una entidad de nombre idéntico (Foro Mundial de Negociación) y patrocinado por Banamex, Canon, Chevrolet, Motorola, DHL, Telcel y Telmex, así como por las publicaciones Gestión, Expansión, El Economista y El Financiero. La inscripción tiene un costo por persona de mil 800 dólares más IVA, lo que incluye no sólo la entrada a las conferencias, sino también un ejemplar del best-seller Negociación, acompañado de su respectivo DVD y de su book summary para los que no tienen tiempo de leer tomos completos.

Los ponentes: William Ury, está bien; Herb Cohen, órale pues; Mike Gibbs, vaya y pase, y José María Aznar. ¿Que qué? Sí, leíste bien: Aznar, el del bigotito, el desastre de gatillo fácil y nalga presta en las Azores, el responsable político y moral de involucrar a España en la carnicería de Irak, el financiador con fondos del Estado de la fundación Franco, el fanático de las soluciones policiales.

Los sitios web que vienen aquí abajo ofrecen algo del temario de las conferencias. El correspondiente a la de Aznar es todo un retrato sicológico. Menciono algunos puntos: "El rol del negociador: por qué el éxito depende de tener principios claros y saber reconocer los objetivos irrenunciables; la mejor estrategia: defender las convicciones con firmeza; cómo se construye la credibilidad o el poder de la consistencia; cómo descubrir el verdadero mensaje detrás de la retórica; por qué los acuerdos equilibrados no son necesariamente el mejor resultado de una negociación".

LA PARAFRASIS TERENCIANA me brincó de inmediato: el negociador de sí mismo. Nada que ver con "el intento de compenetración y el esfuerzo de universalización que supone estar dispuesto a plantearse si es mejor la actuación del amigo que la suya propia", que dilucida Jordi líneas arriba; más bien, un recordatorio de lo expresado por Cremes, protagonista de El atormentador, que tiene a bien recordarnos Diego Valadés en un artículo que apareció en el Boletín Mexicano de Derecho Comparado: "Por eso dicen muchas veces (que) el supremo derecho es suprema maldad".

Así que negociar es un ejercicio de autoafirmación de rigideces y una asunción de terquedades propias; de modo que hay que huir, como de la peste, de los acuerdos equilibrados; estamos, entonces, en que hoy el rocín madrileño te enseña a negociar (menos de 2 mil dólares, anímate; si lees esto antes de las 16:30, estás a tiempo de disfrutar de sus 90 minutos de talento expósito) y en que mañana aplicas lo recién aprendido y llevas a tus hijos a una visita médica con el doctor Mengele, quien ha resultado ser un excelente pediatra. Ah, pero qué pinche manera de trastocar el buen sentido.

http://64.224.195.84/ForoMundial/home.htm

http://www.fmnmexico.com.mx/speakers3.htm

http://www.losgenoveses.net/Biografia/biografia.htm

http://www.ccoo.es/diariodigital/20010529.PDF

http://www.nodo50.org/derechosparatodos/DerechosRevista/Derechos5-Reflexion.htm

http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/boletin/cont/103/art/art8.htm

PERDON, QUERIDOS Y nunca bien ponderados conavegantes, si no he podido responder a sus emails, pero la tormenta está lépera. Espero que el domingo, cuando esta lancha navegue acaso por aguas más plácidas -aunque quién sabe-, tengan curso sus amables aportaciones.

[email protected]

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.