Usted está aquí: viernes 7 de octubre de 2005 Economía La BMV tuvo la mayor caída en lo que va del año: 3.01%

El IPC acumula un retroceso de 5.45% en cuatro sesiones consecutivas a la baja

La BMV tuvo la mayor caída en lo que va del año: 3.01%

El abrupto descenso se observó un día después de que Gil Díaz refutó a Ortiz Martínez sobre el destino de los ingresos petroleros excedentes y por expectativas económicas poco favorables

JUAN ANTONIO ZUÑIGA Y AGENCIAS

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Ampliar la imagen Ayer la bolsa registr� brusco descenso, que pareci�basar los l�tes de una simple toma de utilidades. FOTO Archivo/Marco Pel� Foto: Archivo/Marco Pel�

La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró su mayor caída para una sola jornada en el transcurso de este año, durante una sesión completamente a la baja en la que su principal indicador retrocedió 472.75 puntos, reflejo de una pérdida de 3.01 por ciento en el precio promedio de las acciones negociadas en este mercado.

Así, el Indice de Precios y Cotizaciones bursátil se ubicó en 15 mil 247.6 unidades, con una pérdida acumulada de 5.45 por ciento (872.48 puntos), durante cuatro sesiones consecutivas a la baja. Apenas el pasado viernes 30 de septiembre, el principal indicador de la bolsa se situaba en 16 mil 120.08 enteros, después de haber impuesto una decena de ''marcas históricas''.

Las causas de esta caída, que abarcó a las principales bolsas de valores del mundo, fueron atribuidas por algunos operadores a declaraciones de varios funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre la posibilidad de un ''rebrote'' inflacionario en ese país.

Pero en el ámbito local, el abrupto descenso se produjo apenas un día después de que el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, refutara al gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, sobre el destino dado al ingreso excedente de divisas obtenido por la exportación petrolera durante este año, en el marco de expectativas poco alentadoras de la economía en el tercer trimestre del año, y resultados menos favorables de las compañías que en los dos trimestres precedentes.

La dimensión del descenso bursátil en México pareció rebasar los límites de una simple ''toma de utilidades''. Los siete sectores en que se clasifican a las empresas emisoras de acciones registraron pérdidas; en las operaciones entraron acciones de 73 empresas, de las cuales 57 redujeron su precio, siete permanecieron sin cambio y nueve elevaron su cotización. El volumen de las transacciones implicó más de 143.1 millones de títulos, de las cuales 95.3 por ciento se intercambió a un precio menor al que tenían, y el 4.7 por ciento restante registró alzas.

Entre las acciones con mayores bajas sobresalieron las de Corporación Durango (Codusa) con un desplome de 12.5 por ciento; las de Urbi con 7.1 por ciento, y las de Comercial Mexicana con 6.82 por ciento. Sin embargo, también figuraron caídas importantes en títulos de empresas fuertes como los de la telefónica América Movil (Amx) con un descenso de 4.74 por ciento; Grupo México (Gméxico) con una baja de 4.68 por ciento; Telecom con una reducción de 4.44 por ciento, y Cementos Mexicanos (Cemex) con un retroceso de 3.29 por ciento en su cotización.

Operadores del mercado explicaron que desde el comienzo de la jornada se apreciaba una fuerte tendencia a la baja, principalmente en las acciones clasificadas como triple A, las más bursátiles, y que a lo largo de la sesión la tendencia se fue acentuando al grado de que se insinuó que la caída podría deberse al retiro de algunos inversionistas extranjeros, ante la proximidad del término del año fiscal en Estados Unidos, el cual ocurre precisamente en octubre.

Bolsas del mundo

En Estados Unidos, la bolsa de Nueva York cerró sus operaciones a la baja por cuarta sesión consecutiva. El índice Dow Jones de compañías industriales retrocedió 0.29 por ciento y quedó ubicado en 10 mil 287.66 puntos; mientras el indicador Nasdaq de empresas tecnológicas redujo 0.90 por ciento su posición respecto a la víspera y se situó en 2 mil 84.08 unidades, ante temores de un ''rebrote'' inflacionario en aquel país.

Este temor tuvo su origen en un discurso en Waco, Texas, del presidente de la Reserva Federal de Dallas, Richard Fisher, en el que afirmó que el banco central estadunidense no permitirá que aumenten las presiones inflacionarias pues, dijo, se ha observado que la inflación subyacente (la de los precios no agrícolas) se acerca al rango superior de tolerancia definido por la propia Fed.

De manera similar se expresó también el presidente de la Reserva Federal de Kansas City, Thomas Hoenig, quien comentó el miércoles que la inflación en Estados Unidos ya había aumentado de manera importante, aun antes del paso de los huracanes Katrina y Rita, por el impacto en los costos de los energéticos.

Las agencias internacionales de noticias difundieron también que podría tratarse de un movimiento de cautela ante la posibilidad de que el banco central estadunidense extienda su política de elevación de las tasas de interés, y a la espera de que hoy el Departamento del Trabajo dé a conocer su reporte laboral.

Sin embargo, en otros ámbitos los mercados de valores se sacudieron con mayor fuerza que en el epicentro de las declaraciones de los funcionarios del banco central de Estados Unidos.

En la bolsa de Tokio, el indicador Nikkei -para las 225 principales acciones- cayó 2.41 por ciento y con ello registró su mayor descenso desde el pasado 18 de abril; en tanto que el índice Topix, más amplio, retrocedió 2.72 por ciento y el indicador MSCI, de acciones asiáticas no japonesas, perdió 1.73 por ciento.

Los mercados bursátiles de Europa tampoco pudieron sustraerse a la probabilidad de que la inflación en Estados Unidos sea mayor a lo que se estimaba y propicie una mayor desaceleración de su economía, después de que la Oficina de Presupuesto del Congreso estadunidense indicó que el impacto de los huracanes se traduciría en un punto de elevación en los precios. El índice paneuropeo FTSEurofirst 300 retrocedió 2.44 por ciento.

Aunque en Europa la situación económica tampoco pinta bien. En su informe trimestral, la Comisión Europea estimó que el crecimiento económico en la zona euro podría desacelerarse a 1.2 por ciento en 2005

 
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