Usted está aquí: viernes 7 de octubre de 2005 Opinión Influenza A H5N1: la epidemia que viene

Samuel Ponce de León R. *

Influenza A H5N1: la epidemia que viene

Ampliar la imagen Autoridades del departamento de agricultura de Indonesia toman muestras de una gallina en una granja donde recientemente murieron 156 aves a causa de la gripe aviar FOTO Ap Foto: Ap

Desde hace ya varias décadas se insiste, cada vez con más urgencia, en que el riesgo de que ocurra una nueva pandemia de influenza es creciente. Sabemos que mientras más tiempo pasa este riesgo se incrementa. El asunto es de particular gravedad porque conocemos bien los alcances que una nueva pandemia podría tener a escala mundial.

Durante el siglo pasado la pandemia de 1918 causó posiblemente 40 millones de muertes, de las cuales 20 millones ocurrieron en Estados Unidos. Hoy existen múltiples evidencias de que el riesgo de una gran pandemia es inminente.

Hace pocos años (1997) ocurrió en Hong Kong una gran epidemia de influenza en pollos, por lo que el gobierno sacrificó millones de estas aves. Entonces se demostró que aunque muy pocas personas fueron contagiadas por los animales, fue notoria la muy elevada mortalidad de los humanos infectados. Desde entonces la infección ha continuado diseminándose entre las aves, principalmente en Asia, con grandes epidemias en Camboya, Vietnam, China, Tailandia y otros países, mientras el número de humanos infectados ha crecido lentamente, siguiendo el paso de las epidemias aviares.

Hoy se conoce con detalle cómo los virus de influenza enriquecen su contenido genético mientras pasan de una especie a otra.

Estos virus son capaces de infectar cerdos, aves y humanos. Resulta que el estudio de este virus, en particular el H5N1, nos ha permitido observar cómo ha cambiado rápidamente en años recientes. Hoy el virus se multiplica más rápidamente, ha mejorado sus capacidades de transmisibilidad y es más agresivo. Por fortuna su capacidad infectante todavía no es muy eficiente, pero es de prever, con base en lo observado, que siga mejorando.

Este nuevo virus, conocido como H5N1, es además muy diferente de los que han circulado periódicamente entre nosotros. Esto significa que las poblaciones no tienen defensas (inmunidad) para aminorar la gravedad de la infección. Así, tenemos un virus que es causa de una muy grave infección, que está evolucionando con rapidez, mejorando su transmisibilidad, y contra el cual no tenemos inmunidad. Por esto es que el escenario está dispuesto para una nueva pandemia de graves consecuencias.

Afortunadamente la Organización Mundial de la Salud ha mantenido estrecha vigilancia y ha convocado a la comunidad internacional para establecer programas de contingencia, así como a la industria farmacéutica para elaborar una vacuna útil.

Hasta ahora todos están cumpliendo su parte, pero esto no evitará que enfrentemos una situación insólita en términos de gravedad ante una densidad de población muchas veces mayor a la de 1918 y con grandes regiones con servicios médicos insuficientes o precarios, como es el caso de México.

Nuestra mejor oportunidad es continuar vigilando la evolución y su trayecto para limitar la transmisión a humanos. Una vez desatada la epidemia será muy difícil su control y contaremos por millones las muertes.

* Facultad de Medicina, UNAM

 
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