Usted está aquí: sábado 8 de octubre de 2005 Cultura Inusitado espectáculo de ''guiones silenciosos y música que no se canta''

La puerta de verano con la compañía Ishin-ha, fue escrita ex profeso para el FIC

Inusitado espectáculo de ''guiones silenciosos y música que no se canta''

La dualidad día-noche, las sombras, una ciudad y 10 historias son los elementos de esa propuesta

Los actores utilizan pocos recursos en su ir y venir dentro y fuera del escenario

ANA MONICA RODRIGUEZ ENVIADA

Ampliar la imagen El trompetista Erik Trufazz en la prueba de sonido previa a su presentaci�anoche en la Alh�ga de Granaditas, con Ladyland Quartet Feature Mounir Troudi. Este s�do se presenta a las 19 horas en el teatro Manuel Doblado, de Le�Guanajuato FOTO Roberto Garc�Ort� Foto: Roberto Garc�Ort�

Guanajuato, Gto., 7 de octubre. La intensa luz del escenario deslumbra a los espectadores. La dualidad del día y la noche, las sombras, una ciudad y una decena de historias constituyen los elementos de la propuesta de la compañía Ishin-ha en La puerta del verano, pieza teatral que trajo a la versión 33 del Festival Internacional Cervantino (FIC).

La noche del jueves, en su primera presentación en el auditorio del Estado, el grupo japonés, rodeado por una escenografía que remite a una urbe con sus rascacielos, aparece ataviado casi en su totalidad en color blanco y los sonidos que ejecutaron fueron un ritmo monótono que al final se tornó cotidiano. Sus movimientos sugieren un baile, sin llegar a serlo.

Lo inusitado del espectáculo se consolida con la propuesta del director escénico Yukichi Matsumoto, al ofrecer una obra de ''guiones silenciosos, música que no se canta y bailes que no se bailan".

Violencia en la urbe

La puerta del verano comienza con una escena a medio día, llena de luz e intensidad, con una mujer viendo la televisión, cambiando de un canal a otro con el control remoto.

Y mientras ella duerme, las historias comienzan en sus sueños.

Los integrantes de la compañía Ishin-ha empiezan el recorrido en el escenario, moviéndose y haciendo sonidos.

En un ir y venir, dentro y fuera del escenario, los actores japoneses utilizan pocos recursos, redes en color blanco, sombreros con figuras diversas, playeras y algunas veces armas, como cuchillos o rifles.

Después de estar postrada un tiempo, la chica visita la tumba de su hermano, que está situada en una colina rodeada de edificios. Es un lugar raro para una ciudad de rascacielos.

Se suceden los movimientos, los sonidos y las voces. Con su repetición también cambia el día. Los atardeceres, con sus sombras, la enigmática noche y las historias continúan en la mente de la chica. Esta observa sombras de tanques y aviones de guerra.

La violencia en la urbe también es manifiesta; los cuchillos hallan su presa, las muertes continúan. La chica sigue soñando.

Sonidos y movimiento

Se escucha el sonar de un fuerte viento, la escenografía cierra espacio, ubicando la acción en un lugar más específico.

El paisaje se transforma totalmente y aparece Wataru, el hermano que debía estar muerto.

Continúan los sonidos, los movimientos y la música. La tez blanca, los cuerpos igual y los albos sombreros de la compañía Ishin-ha llenando el espacio.

El espectáculo, que recibió abundantes aplausos, fue escrito especialmente para la versión 33 del FIC.

 
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