En Colombia, deslaves por las lluvias dejan 27 decesos y al menos 20 lesionados

Aumenta en Guatemala y El Salvador el número de muertos por la tormenta

Sismo de 6.2 grados causa pánico en territorio salvadoreño; no hay víctimas

AFP Y DPA

San Salvador, 7 de octubre. La tormenta tropical Stan siguió ensañándose hoy contra Centroamérica, con graves consecuencias provocadas por inundaciones y deslaves, a lo que se sumó en El Salvador esta mañana un sismo de 6.2 grados en la escala de Richter que causó pánico pero no víctimas ni daños materiales, mientras permanece latente la posibilidad de erupción del volcán Ilamatepec.

Mientras en El Salvador y Guatemala continúa el rescate de decenas de víctimas de los estragos causados por Stan, las intensas lluvias que se extienden hasta Colombia provocaron en ese país al menos 27 muertos, unos 20 heridos y 30 desaparecidos, ante el desbordamiento y avalancha de lodo y piedras de una quebrada en la localidad de Bello, en el departamento de Antioquia.

Intensas precipitaciones cayeron la noche del jueves y la madrugada de este viernes, por lo que también se contabilizan ya los primeros 65 damnificados y la destrucción de una docena de viviendas. A la zona han sido enviadas unidades de bomberos y de socorristas de defensa civil, mientras las lluvias también han dejado 500 damnificados en el vecino departamento de Córdoba y daños en casas del puerto caribeño de Barranquilla por las inundaciones.

En El Salvador, el sismo registrado este viernes a las 11:42 horas sólo causó pánico entre la población; el epicentro, a una profundidad de 28 kilómetros, fue a 55 kilómetros de la bocana Barra Salada, en el océano Pacífico salvadoreño.

Mientras los expertos vulcanólogos salvadoreños aún no descartan la posibilidad de que el coloso Ilamatepec o Santa Ana haga nueva erupción, como ocurrió la semana pasada, el Comité de Emergencia Nacional reportó que el saldo de muertos y damnificados por las lluvias y deslaves se elevó significativamente en horas recientes.

El informe señala que el número de personas fallecidas aumentó a 67, luego de que se rescataron otras 26 víctimas en la provincia de La Libertad y 22 en San Salvador. Asimismo, la cifra de damnificados se incrementó de 54 mil a 62 mil 476.

En tanto las autoridades afirman que está en marcha un programa de ayuda para los damnificados y partidos y grupos de la sociedad preparan diversos actos de solidaridad, el gobierno salvadoreño afirmó que 75 por ciento del territorio está en riesgo por deslaves de tierra y que se va a requerir ayuda de la comunidad internacional.

Pero el temblor que sacudió las costas de El Salvador también alcanzó gran parte del territorio de Guatemala, donde agravó los daños causados por una semana de intensas lluvias producidas por la tormenta tropical Stan.

En Guatemala el sismo tuvo una magnitud de 5.8 grados Richter y una intensidad de 3 en la escala de Mercalli. La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres manifestó que estaba movilizándose para verificar el alcance de los daños a viviendas e infraestructura.

En horas recientes Guatemala aparece como el país más afectado por los estragos de Stan, al contabilizarse 176 muertos, luego de que los cuerpos de socorro rescataron otros 36 cadáveres en Sololá, al oeste de la capital. Además, hay 44 mil 500 damnificados y decenas de desaparecidos.

Ante los efectos de Stan, que en Centroamérica y el sur de México han causado más de 240 muertos en los últimos días, la Unión Europea anunció ayuda por unos 2 millones de dólares para El Salvador y Guatemala. No obstante, Naciones Unidas pidió a la comunidad internacional aportar casi 8 millones de dólares para auxiliar a El Salvador.

Venezuela envió ayuda humanitaria y un equipo de rescatistas a El Salvador. A su vez, el uruguayo Enrique Iglesias propuso a los presidentes de los países afectados y a los responsables financieros que asistirán a la próxima Cumbre Iberoamericana de Salamanca una "reunión informal" para adoptar medidas concretas.

Por su parte, el gobierno peruano declaró el estado de emergencia en 21 provincias de siete departamentos del norte y sur del país, afectados por los sismos del 25 de septiembre y del primero de octubre que dejaron más de 3 mil 500 damnificados y cientos de viviendas destruidas.