Hoy, 825 mil afiliados definirán el futuro del PT
El partido del presidente brasileño, entre la renovación y el continuismo
Brasilia, 8 de octubre. El gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil enfrentará este domingo prácticamente un "plebiscito entre la renovación y el continuismo", cuando sus militantes elijan a su nuevo líder entre Ricardo Berzoini, de la corriente mayoritaria fiel al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, y Raúl Pont, apoyado por las corrientes más izquierdistas y crítico de la política económica oficial.
Esta elección tiene lugar en medio de la peor crisis en la historia del partido, ante los escándalos de corrupción interna en que se ha visto envuelto en los pasados cuatro meses, aunado a la política económica del gobierno, que también divide a ambos candidatos, y como colofón los desacuerdos entre impulsar la relección presidencial de Lula en 2006 o dar prioridad al programa.
Los mismos diputados de la agrupación definieron este enfrentamiento como "plebiscito entre la renovación y el continuismo", acorde con un manifiesto emitido el martes pasado. La víspera, los diputados y senadores del PT sostuvieron una reunión de evaluación con Lula sobre la estrategia a seguir con vistas a su relección y la consideración del liderazgo partidista en disputa.
Aunque la corriente del llamado Campo Mayoritario que domina el PT consiguió la mayoría en la dirección nacional en el primera vuelta de las elecciones, el pasado 18 de septiembre, no lo controla, y aumentó el poder de las corrientes de izquierda.
En esa primera ronda, Berzoini consiguió 42 por ciento de sufragios, seguido de Pont con 14.7 por ciento. Pero Pont confía en que con la suma de los votos de los otros cinco aspirantes ya descartados podría remontar. Quienes decidirán este domingo el futuro de la presidencia del partido son 825 mil afiliados.
Si bien Berzoini tiene la delantera en las urnas de la primera vuelta, se encuentra en situación incómoda ante los escándalos de corrupción política que involucran a varios legisladores y dirigentes.
El arquiteco brasileño Oscar Niemeyer, quien proyectó la construcción de Brasilia a mediados del siglo XX, afirmó por su parte que el presidente Lula "debería aprender" a hacer política social de su homólogo venezolano Hugo Chávez.
De 97 años y militante gran parte de su vida en el Partido Comunista Brasileño, agregó que cuando vio a Lula como candidato no pensó que "él quería mejorar el capitalismo". Destacó que si éste no busca al pueblo y no se acerca a las izquierdas "está muerto".
En otro orden, se informó que unos 100 mil empleados bancarios de 20 estados iniciaron una huelga por tiempo indefinido para exigir a las autoridades un aumento salarial de casi 12 por ciento.