María del Pilar Martínez

Como única opción para eliminar más de 25 millones de llantas que se desechan anualmente, el gobierno federal recurre a usarlas como combustible en los hornos de las cementeras. Frente a esta visión, investigadores y ambientalistas insisten en una posibilidad viable y con importantes ahorros para la pavimentación: el llancreto o concreto ahulado.

Los beneficios de este material están comprobados y documentados en Estados Unidos, Canadá y España, donde incluso parques completos tienen como pavimento un piso ahulado.

Ejemplos de la viabilidad de este proceso en México son los aeropuertos de Mexicali, que a principios de este año rehabilitó tres kilómetros de pista, y el de San Luis Potosí, que hace un mes lo aplicó como una decisión de inversión a largo plazo.

Para el sector privado el llancreto representa un material que, aunque puede ser hasta 40 por ciento más costoso, es altamente rentable, pues su duración es cinco veces mayor, explica Carlos Mora, investigador e impulsor de la recicladora El Triunfo.

Entre las características del concreto ahulado están la resistencia a los impactos, tensión, desgarre y fricción, pues el hule tiene propiedades que evitan el desgaste.

El rencauche, que consiste en triturar el neumático para pavimentar calles, es de las propuestas menos contaminantes, ya que la llanta sufre sólo una transformación física, y no es sometida a alteraciones en su composición química y proporciona al pavimento flexibilidad y elasticidad.

Incontrolable, el desecho de llantas

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reconoce que el manejo de las llantas como desecho no está controlado, actualmente se ha coprocesado menos de 10 por ciento de los tiraderos, esto es, un millón 200 mil neumáticos sólo en la frontera norte.

Existe el Programa Ambiental México-Estados Unidos Frontera 2012 con el que las autoridades federales tienen como prioridad limpiar tres sitios en esa zona, dos se terminarán en esta administración y se ubican en Mexicali. Otro, en Tijuana, se dejará con algún grado de avance.

Desde 2003, el proyecto para movilizar las llantas y entregarlas a las cementeras ha significado un costo de 20 millones de pesos, pues la alternativa de la coproducción es hoy la principal salida.

"La solución más viable económica y ambientalmente es el coprocesamiento en los hornos de cemento. El uso más común en todo el mundo es usar las llantas como energético alternativo en la industria del cemento", señaló José Ramón Ardavín Ituarte, subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la Semarnat.

De acuerdo con la dependencia, en México participan 15 cementeras en la quema de este "desecho", utilizando aproximadamente un millón 200 mil llantas al año en los programas oficiales.

El funcionario explicó que un neumático chico dispuesto en Monterrey para llancreto tiene un valor de 17 pesos, y 37 pesos el grande, mientras que, en caso de llevarla al saneamiento a Mexicali y Ensenada el costo es de cinco pesos. Hay una meta para procesar cuatro quintas partes de los desechos anuales, es decir 20 millones de unidades.

Mercado

Aunque en México el cambio de llantas no es tan constante, pues se usan al máximo, el desecho sigue acumulándose, incluyendo las que entran ilegalmente al mercado, unos 3 millones. La Secretaría de Economía (SE) y los gobiernos locales dan permisos en la frontera para el derecho de importación de neumáticos usados, casi 900 mil por año.

Esto representa una fuerte competencia, pero la SE informó que existe un buen entendimiento con empresas como Firestone, Michelin, Continental y Tornel para ordenar el mercado.

La importación de llantas que luego se vuelven desechos, se hace por la demanda para el rencauche en caminos rurales o zonas agropecuarias y la franja fronteriza, donde se habilita la llanta para bajar los precios en esa zona. La SE estudiaba disminuir de manera gradual los permisos de importación, pero debido a que hay un mercado ya bien identificado en la frontera, "es preferible mantener los permisos para evitar la entrada ilegal de ruedas por el comercio hormiga".

La otra opción

La relación de las carreteras y la llanta va más allá del tránsito, ya que aquélla se puede convertir en el pavimento ahulado idóneo y de alta durabilidad en la red carretera nacional, y la alternativa menos contaminante para el ambiente.

Al transformar la llanta y utilizarla como pavimento no sólo se tiene mayor vida útil, sino más seguridad, ya que está comprobado por la Asociación Mexicana del Asfalto que pueden disminuir los accidentes en carretera.

"Los mecanismos de fricción del asfalto ahulado se mejoran entre pavimento y llantas, eso da seguridad y, por otro lado, la construcción de pavimento, permite que el agua no se acumule sobre la carpeta asfáltica", explicó Carlos Mora.

En el Programa Nacional de Conservación de Carreteras de este año, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) invertirá 5 mil 775.1 millones de pesos para la atención de los 41 mil 90 kilómetros de carreteras federales libres de peaje.

Según, Arturo Monforte Ocampo, director general de Conservación de Carreteras de la SCT, se buscan nuevos sistemas para hacer más eficiente la conservación de carreteras, ello siguiendo la recomendación del Banco Mundial.

Ante este panorama, explica Carlos Mora, teniendo 25 millones de llantas de desecho y cuando se deben rehabilitar los más de 41 mil kilómetros de la red carretera, la recicladora El Triunfo busca mostrar las posibilidades y la viabilidad del asfalto ahulado. Así, espera que en el Distrito Federal se dé luz verde a la prueba del concreto ahulado en Viaducto, Periférico, Circuito Interior y algunos ejes viales  §