Pacto de paz entre capos
Asesinaron en Acapulco a narco colombiano
Bogotá, 9 de octubre. Un capo colombiano de la cocaína vinculado a grupos paramilitares fue asesinado hace dos semanas en México, como resultado de una trampa que le tendieron dos narcotraficantes enemigos, y que sellaron de esa forma un pacto de paz, reveló este domingo la prensa bogotana.
Jaime Pineda, alias Pispi, un ex capitán de la policía, fue secuestrado y asesinado en un condominio exclusivo de Acapulco por orden de Diego Montoya, Don Diego, y Wilber Varela, Jabón, trenzados en una guerra que dejó unos 2 mil muertos en los pasados siete años, indicó el diario El Tiempo.
"Tras cinco días de interrogatorios y torturas lo balearon", consigna un informe de las autoridades colombianas citado por el periódico, que dijo haber consultado además fuentes cercanas a la mafia.
Según el informe, los dos capos, a través de un intermediario, citaron a Pineda en Acapulco argumentando que un grupo de traficantes se reuniría allí para intentar su sometimiento a la justicia de Estados Unidos, que reclama en extradición a Montoya y Varela.
La cita, sin embargo, fue una trampa para eliminar a Pispi, quien trabajaba en la organización de Don Diego luego de hacerlo para Jabón, agregó el matutino.
De acuerdo con las indagatorias, Varela acusaba a Pineda de haberlo traicionado y acordó con Montoya su muerte como condición para poner fin a la lucha entre los dos socios del cártel de Norte del Valle.
Tras el crimen, los dos capos firmaron una carta con la cual dieron por terminado su enfrentamiento, señaló el reporte.
Pineda, quien viajó a Acapulco en compañía de su esposa y su contador, lideraba un grupo de paramilitares de derecha al servicio de Don Diego y conducía la lucha contra Varela. El rotativo no informó del paradero de los acompañantes de Pineda.