Usted está aquí: miércoles 19 de octubre de 2005 Política Autoriza Bush más dinero contra indocumentados

Inicia el Capitolio debate sobre reforma migratoria

Autoriza Bush más dinero contra indocumentados

NOTIMEX Y AFP

Washington, 18 de octubre. El presidente de Estados Unidos (EU), George W. Bush, aprobó este martes más recursos para el control de la frontera y las expulsiones de inmigrantes indocumentados, al tiempo que prometió trabajar con el Congreso para crear un estatuto temporal para los trabajadores extranjeros.

El Congreso estadunidense puso hoy en marcha el debate sobre la reforma migratoria con la presentación por la Casa Blanca de un nuevo Programa de Trabajadores Temporales (PTT) destinado a millones de indocumentados en el país.

El plan de Bush se suma a un puñado de propuestas de reforma que incluyen desde la legalización de inmigrantes hasta la creación de un servicio de alguaciles voluntarios para controlar el flujo migratorio.

El líder republicano del Senado, Bill Frist, señaló la semana pasada que esa instancia debatirá primero sobre seguridad fronteriza y cumplimiento de las leyes de migración, antes de abordar la reforma migratoria y un plan de trabajadores temporales.

En la presentación del nuevo plan de la Casa Blanca al Senado, los secretarios de Seguridad Interna (DHS, por sus siglas en inglés), Michael Chertoff, y del Trabajo, Elaine Chao, no precisaron plazos.

Los demócratas han señalado que no se debe excluir este año el debate de una reforma migratoria amplia ni limitarse a aspectos de seguridad fronteriza y sanciones internas.

"La aplicación más estricta de la ley, sin una reforma, no funcionará ni nos permitirá controlar mejor nuestras fronteras. Nuestras leyes necesitan tomar en consideración la realidad antes de que podamos aplicarlas", dijo el líder demócrata Harry Reid.

"Debemos combatir el flujo ilegal de inmigrantes por nuestras fronteras mediante canales legales, para que puedan venir a trabajar y continúen contribuyendo al crecimiento económico de nuestra nación. EU merece algo mejor", añadió.

El PTT de la Casa Blanca excluiría a los inmigrantes sujetos a procesos de deportación, sustituiría los actuales programas federales para trabajadores no calificados y contemplaría nuevas medidas de aplicación de la ley, tanto en la frontera como en los centros de trabajo.

Al final del programa -de tres años de duración, con una sola extensión de otros tres- los trabajadores deberán regresar a sus países de origen.

Los trabajadores podrán reinscribirse en el programa, pero para ello deberán esperar un año fuera de EU. Pero durante la duración del programa, que tendría que ser aprobado por el Congreso, los trabajadores podrán entrar y salir de EU, toda vez que se les proporcionará un documento biométrico.

Bush firmó la ley que otorga al DHS un presupuesto de 30 mil 800 millones dólares para el año fiscal 2006, mil 800 millones más que en 2005, que incluye 7.5 millones de dólares para "tratar el serio problema de la inmigración ilegal".

Esta ley "otorga más de 2 mil 300 millones de dólares para las patrullas fronterizas, de modo que podamos impedir mucho más la entrada de inmigrantes", afirmó Bush. "Estamos ampliando el número de agentes de manera racional", precisó.

El nuevo presupuesto incluye 3 mil 700 millones de dólares para los servicios de migraciones y aduanas.

Bush subrayó las dificultades logísticas de su país para expulsar a los indocumentados que no son mexicanos tras su detención.

"Hoy día capturamos muchos más inmigrantes ilegales que los que podemos renviar a casa, principalmente los que no son mexicanos", recordó. "Una de las mayores razones es que no disponemos de bastantes camas en nuestros centros de detención.

"Cuando no hay camas disponibles, los que no son mexicanos reciben un papelito que les dice que tienen que volver para comparecer ante un tribunal. Y ¿saben qué ocurre? No vuelven", ironizó.

Tras recordar que las autoridades estadunidenses detienen anualmente y expulsan a 900 mil mexicanos, Bush subrayó que el "problema" con los habitantes del país vecino "es que pueden encontrar a otro coyote y regresan".

El mandatario se comprometió a "trabajar con gobiernos extranjeros para que sus empleados de los consulados revisen los casos y emitan los documentos de viaje más rápidamente. En otras palabras, acelerar el regreso", sostuvo.

Tras presentar estas medidas, Bush reiteró su deseo de crear un estatuto temporal que ofrezca "un camino legal y honesto" a los obreros extranjeros que necesita la economía estadunidense, como propuso hace casi dos años.

"Trabajaré con el Congreso para crear un programa que pueda cumplir las necesidades laborales de nuestra economía sin perjudicar a los trabajadores estadunidenses, sin ofrecer una amnistía y que mejore nuestra capacidad de control de la frontera", explicó.

El congresista Jeff Flake, de Arizona, quien presentó con los senadores John McCain y Edward Kennedy una propuesta de ley para crear un sistema temporal, se congratuló por el discurso de Bush. "El presidente entendió que únicamente más medidas policiales no iban a solucionar el problema."

 
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