Usted está aquí: miércoles 19 de octubre de 2005 Política El gobierno de Bush, principal responsable del desastre social en Nueva Orleáns

Foro en la Casa Lamm sobre el impacto de la destrucción ocasionada por Katrina

El gobierno de Bush, principal responsable del desastre social en Nueva Orleáns

ELIZABETH VELASC

La rebatiña sobre la desgracia de miles de personas en Nueva Orleáns se ha iniciado con la entrega de convenios de reconstrucción de esa ciudad a la empresa Halliburton, misma que se ha llevado todos los contratos en Irak y en diversos lugares del mundo, destacó el economista León Bendesky.

La reconstrucción de esa ciudad neurálgica para la economía estadunidense, estimó, podría tener un costo aproximado de 200 mil millones de dólares, el doble de la deuda externa mexicana en 1982, que aún padecemos.

Al participar en el foro La destrucción de Nueva Orleáns y su impacto sobre el gobierno de Bush, organizado por La Jornada y Casa Lamm, Bendesky coincidió con los demás panelistas en que el presidente estadunidense ha salido "bien librado" de esa tragedia, a pesar de que se evidenció ante el mundo la falta de previsión, la mala organización y la "degradación" de su gobierno para proteger a los ciudadanos, principalmente a los más pobres.

Bendesky destacó que cerca de 60 por ciento de la capacidad de refinación de Nueva Orleáns quedó afectada y aún se desconoce la repercusión de los costos en la economía de ese país, pero las perspectivas "no van a ser demasiado buenas a fin de año".

Lamentó que, pese al desastre, el gobierno de Bush vea como una "gran oportunidad" la reconstrucción de esa ciudad (que tenía 500 mil habitantes) y que la población en condiciones de pobreza sea lo menos importante, como ha ocurrido en varios lugares recientemente asolados por huracanes, tsunamis y terremotos.

Por su lado, Claus Siebe, geólogo del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, comentó que existe correlación directa entre la magnitud de los desastres y la desigualdad social.

Desde la fundación de esa ciudad, y más precisamente desde la década de los 80, dijo, se sabía que el lugar era riesgoso e inadecuado para establecer a la población, pero las "ganancias siempre fueron muy grandes para asumir el riesgo".

Siebe opinó que Bush no fue el culpable del desastre ocurrido, porque los gobiernos local y federal "se estuvieron pasando la bolita" sobre los trabajos de prevención que requería esa ciudad, y durante el "jaloneo" nunca se definió quién iba a entregar unos 14 mil millones de dólares necesarios para evitar el desastre.

Al igual que el resto de los panelistas, expresó desconcierto sobre la negligencia e incapacidad de Estados Unidos para responder al desastre y rescatar a la población, pese a ser el país más rico y con el ejército mejor preparado.

Jesús Manuel Macías, geógrafo social del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, coincidió con Bendesky en que el gobierno de Bush sí es el principal responsable del desastre social ocurrido en Nueva Orleáns, luego del paso del huracán Katrina.

"Si no es culpable, sí es responsable -dijo- porque desmanteló la Agencia Federal de Administración de Emergencias luego del 11 de septiembre de 2001, y se generó un sistema que se enfocó al problema del terrorismo" externo y dejó en la indefensión a la población civil de su país.

Por ello, dijo, los estadunidenses están conscientes de que hoy están más débiles que en 2001. Indicó que en Estados Unidos aún se evalúa el impacto que este desastre social tendrá en la administración de Bush, y por lo pronto hay exigencias de que haya una evaluación imparcial.

A su vez, Pablo Espinosa, jefe de la sección de Cultura de La Jornada, habló de la historia cultural de Nueva Orleáns, cuna del jazz y de su gineceo magnífico, el blues, así como de escritores como Truman Capote y Anne Rice, y de quienes la adoptaron, como William Faulkner, Walt Whitman y Tennessee Williams.

Además de narrar aquel episodio ocurrido en los primeros días de la catástrofe, de que se rescató con vida al pianista y compositor Fats Domino, de 77 años de edad, indicó que la devastación causada por Katrina en esa capital cultural del mundo acarreará cambios radicales. "Cultura mestiza por excelencia, el origen, el desarrollo y consolidación del puerto más importante del río Mississippi sufrirá nuevos mestizajes, nuevas formas de relación social, nuevas culturas."

 
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