Usted está aquí: jueves 20 de octubre de 2005 Política Obsoleta, la iniciativa contra la explotación sexual: ONG

Urge actualizar el plan para atacar el flagelo, dice

Obsoleta, la iniciativa contra la explotación sexual: ONG

ANDREA BECERRIL

Frente a la situación del país, en la que más de 85 mil niños y adolescentes se dedican a la prostitución, "se venden" a España menores de 12 años para trabajar en burdeles, y en Polanco se han detectado centros de pornografía infantil en los que se utiliza a bebés de seis meses, con quienes se practica el sexo oral, la iniciativa de Ley contra la Trata de Personas tiene serias deficiencias, advirtió la activista Teresa Ulloa a legisladoras.

Durante una reunión de la Comisión de Equidad y Género del Senado, que se convocó para escuchar opiniones de especialistas en torno a esa iniciativa promovida desde hace varios años, Ulloa, quien dirige la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, expuso las carencias en el proyecto legislativo.

De entrada, hizo notar que el proyecto de Ley para Prevenir y Sancionar la trata de Personas con Perspectiva de Género sólo reconoce que México es país de transito y destino de explotación sexual de mujeres y niñas, y pasa por alto que "hay un problema también interno, ya que existe comercio ilegal de personas de ciudades de provincia y comunidades indígenas hacia las grandes urbes, centros turísticos y ciudades fronterizas de México".

No se toma en cuenta "cuando se venden niñas mexicanas vírgenes de 12 años en España, a 25 mil dólares cada una, para que las exploten en burdeles o centros de alterne, como se les llama allá". Expuso luego que la explotación sexual de niñas ha llegado a extremos inimaginables, ya que se utiliza incluso a bebés en la pornografía infantil.

Relató que en la ciudad de México, de manera concreta en Polanco, se han detectado centros de explotación de menores, uno de ellos ubicado en la calle de Lamartine, donde se tenía a una veintena de niños a los que se obligaba a prostituirse y que se descubrió al escapar uno de ellos.

"Se están utilizando a bebés de menos de seis meses en pornografía; niñas recién nacidas que se alquilan en bares para que degenerados las prostituyan". Ulloa relató a las sorprendidas senadoras y representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) que la Agencia Federal de Investigación (AFI) tiene fotografías y videos de hombres que manosean y practican el sexo oral a bebitas".

Una criatura sometida a atrocidades de ese tipo no podrá tener un desarrollo sicosexual normal, agregó, e insistió en que la iniciativa de ley que actualmente se estudia debe tener una perspectiva de género realmente sensitiva.

Criticó también que las estadísticas incluidas en el proyecto de ley, ya que, dijo, están rebasadas -son de 2000- y no toman en cuenta estudios recientes, como el elaborado por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en el que se reporta que hay 85 mil niños y adolescentes explotados sexualmente.

Precisó que tan sólo en la ciudad de México, 150 mil mujeres se dedican a la prostitución. El 75 por ciento comenzó en esa actividad a los 13 años.

Lo que más anhelan, agregó Ulloa, es dejar la prostitución, que les representa una actividad marginal, de sobrevivencia, ya que 99 por ciento de ellas son explotadas por proxenetas.

Entre las muchas otras observaciones que formuló a la iniciativa están que no toma en cuenta a la pobreza extrema, las desigualdades de género, la violencia, la discriminación y el bajo nivel socio-cultural, como factores de vulnerabilidad que llevan a ser objeto de trata y explotación sexual.

Por su parte, la directora de la iniciativa antitrata de personas, de la Comisión de Asuntos de la Mujer , dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Laura A. Langberg resaltó la necesidad de adoptar legislaciones adecuadas para evitar el tráfico sexual especialmente contra mujeres y niñas, ya que las técnicas que emplean para reclutar en la mayoría de los países son variadas y van desde promesas de estudio, turismo, trabajo doméstico e incluso a través de avisos clasificados en periódicos y otros medios de comunicación.

 
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