Usted está aquí: sábado 22 de octubre de 2005 Opinión Fríos, calculadores y poquito humanos

Gustavo Leal F.*

Fríos, calculadores y poquito humanos

Con fingida frialdad, el secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz -subsecretario con Salinas, "presidente" económico del gobierno del "cambio" y frecuentador "técnico" en reuniones "estratégicas" con la "maestra" Elba Esther Gordillo-, estima que las pensiones públicas están en un serio predicamento: representan un déficit de ¡116 por ciento del producto interno bruto!

Para este "reformador nato", importado de la Universidad de Chicago, resulta que los sistemas del gobierno federal, estados, municipios, universidades y paraestatales, todos, son sencillamente insolventes: "ni siquiera con una reforma fiscal integral (...) podríamos hacerles frente". ¡Envidiable precisión!

Y lo peor -casi grita- es que, a diferencia del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), no dan certidumbre al trabajador de que "va a recibir su pensión", no son "heredables" y contienen transferencias entre diferentes grupos "perjudicando" a los de menores ingresos y a las mujeres que tienen mayor "intermitencia" laboral. En una palabra: el reto es "acuciante". ¿Habrá entonces que aniquilarlos favoreciendo al "solvente" SAR, señor secretario?

Pero también el subdirector general de Finanzas del ISSSTE, Pedro Vásquez Colmenares -ex tesorero del DDF con Manuel Camacho, discípulo dilecto del tecnócrata Javier Beristáin Iturbide (director de Afore XXI) y suspirante a la dirección del instituto (¿con AMLO?)- es un calculista "cultivado".

Recurriendo a los "escenarios de arquitectura actuarial" del despacho Alexander Forbes y a los "escenarios de valuación actuarial" de Hewitt, en su documento Situación del Fondo Médico (agosto 2005) concluye que la "reforma" del ISSSTE deberá buscar moverse de un fondo médico con desequilibrio hacia uno "con equilibrio"; de la medicina curativa hacia un modelo de atención "integrada"; de la oferta sin incentivos hacia la demanda "con incentivos"; de las contribuciones insuficientes hacia las contribuciones "suficientes"; de la presupuestación inercial hacia la separación "presupuestador-prestador" y del modelo centralizado hacia el "desconcentrado". ¡Seguramente todo ello mejorará inmediatamente la atención médica del ISSSTE!

Otro analista sumamente "frío" es el tenebroso senador panista Fauzi Hamdan (Mr. IPAB), quien exige a Vicente Fox que remita "ya" al Congreso una iniciativa para modificar los regímenes de pensiones públicos sobre la base de elevar la edad de jubilación y restar prerrogativas -producto de la "cooptación política"- a los sindicatos "privilegiados": IMSS, ISSSTE, Pemex y CFE. Y después de criticar los contratos colectivos de diversas empresas públicas, este hombre "honrado" estima que esa es la única manera de "detener la hemorragia". ¡Todo un modelo de "persuasión" política!

Con toda razón el SNTISSSTE, mediante su secretario general, Ricardo Pontigo, comunica "no compartir" los datos oficiales y haber solicitado "por nuestra cuenta" la elaboración de estudios actuariales para anticipar la situación financiera del instituto con proyecciones a 10, 20 y 50 años. "Estamos abiertos a la discusión", agrega, pero debe ser "cuidadosa e integral", porque el debate se ha centrado en el esquema de jubilaciones y pensiones, aunque "también debe incluir el fondo médico".

Después de patentizar que los trabajadores "quieren ser parte de la solución" de la problemática institucional, sólo ellos aluden a un modelo más eficaz de "mayor calidad y más humano" para el ISSSTE: proponen "integralidad" en la reforma, así como ligar los programas de calidad "a la realidad", porque en el pasado algunos sólo se "quedaron en las buenas intenciones".

Ese modelo prevé seis plataformas: escalafón horizontal; servicio civil de carrera; renivelación de los trabajadores; revisión de las plantillas; jornada de ocho horas; sistema de reconocimientos económicos y retipificación de unidades. Además reiteran que exigirán respeto absoluto a los derechos adquiridos, que se les permita elegir entre un sistema pensionario solidario o de cuentas individuales, y que el bono de reconocimiento que contempla la "reforma" se integre con todos los conceptos de ley.

Respecto de las cuotas sindicales, el SNTISSSTE propone un estudio actuarial que establezca las aportaciones de los trabajadores, del patrón (Estado) y la aportación social (gobierno federal). Una vez identificada esa escala, indica, se "podrían generar acuerdos sobre los montos de las cuotas y aportaciones". Por lo que toca a la edad de jubilación y el tiempo de servicios, la representación sindical recomienda un parámetro gradual que "paulatinamente permita alcanzar el punto de equilibrio".

Después de ese estruendoso cuadro de incompetencia y corrupción llamado IMSS-Levy, cabe preguntar: ¿se pueden "resolver" las pensiones y "gobernar" un instituto nacional de salud con semejantes expertos "fríos"? Tal vez haya llegado el momento de escuchar, en cambio, la voz de todos aquellos que toman diariamente las decisiones clínicas en el frente sanitario y que son, finalmente, los que saben cómo prestar servicios de seguridad social.

Sin embargo, Juan Ramón de la Fuente, rector de la UNAM, "alertó" sobre los "riesgos" que enfrentará la seguridad social "si no se hace una reforma al ISSSTE", mientras Fox insiste en que el instituto "jamás será privatizado, aunque no faltan los chismosos que siguen difundiendo estas zonceras". No es casual que la CNTE haya advertido que iniciaría un plantón nacional representativo en las oficinas centrales del ISSSTE y en la Cámara de Diputados el 18 de octubre para "exigir se cancele definitivamente la privatización" del instituto. Ni aguardar que los"fríos" se humanicen, aunque sea sólo un poquito.

* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

 
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