Usted está aquí: sábado 22 de octubre de 2005 Espectáculos Reconocen labor artística de María Muro en el festival de teatro de calle

En este género, la locura no es algo peyorativo, dice Adan Soto, de La Bulla

Reconocen labor artística de María Muro en el festival de teatro de calle

ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO

Ampliar la imagen La compa�Malabar durante su presentaci�n el cuarto Festival de Teatro de Calle FOTO instituto zacatecano de cultura Foto: instituto zacatecano de cultura

Zacatecas, Zac., 21 de octubre. El cuarto Festival de Teatro de Calle entró en su etapa final. Ayer jueves, en el Palacio de Gobierno, la titular del Ejecutivo del estado, Amalia García Medina, entregó un reconocimiento a María Muro, jerezana, quien ha dado lustre al arte dramático zacatecano con sus ya históricas puestas en escena en Grecia, sus actores enmascarados y efectos especiales al aire libre. Además, es descendiente directa del poeta Ramón López Velarde.

Muro ha recurrido a su raíz, a su tierra, Jerez, que en su arte se refleja por dentro y por fuera. Sus piezas tienen humores profanos y sagrados del milenio medieval y sus carnavales. La realidad jerezana es recuperada a la manera literaria de Juan Rulfo, con fantasmas que recorren las calles y que después transitan por tablados, por escenarios.

A Muro está dedicado este festival de teatro callejero. Ha colaborado con Ludwik Margules, Luisa Josefina Hernández y Luis de Tavira, entre otros. Entre las obras en las que ha participado se pueden citar Sangre de mi sangre, de Tomás Urtusuástegui, y Medea, de Eurípides. De su inspiración se pueden citar Mujeres al calor de Lorca, Herencia, Retorno a Jerez y Antonieta en la ausencia.

Un día antes

El grupo La Bulla, escandaloso, haciendo honor a su nombre, armó un verdadero relajo en las calles cercanas al centro de esta ciudad. Unos actores iban en zancos, otros en monociclos, otro hacían como que tropezaban. Recurren a las técnicas del clown y sus mensajes están dirigidos a gente de todas las edades.

Esta compañía se formó en 2001 y su meta ha sido experimentar en foros no convencionales y con montajes multidisciplinarios. Cuando llegaron a la calle Hidalgo, la principal, colocaron una mampara. De un lado era el teatro; del otro, tras bambalinas. Aquí se veía a los actores cambiarse de ropa, casi encuerarse, ante miradas no tan santas de algunos zacatecanos.

Presentaron la obra Profechonale, donde se muestra que la línea que separa a la cordura de la locura es muy delgada; algunas veces es imperceptible. La pregunta constante es: ¿No estaré volviéndome loco? Algunos niños se desternillaban hasta el punto de la locura al ver a algunos actores actuar cual locuaces o chiflados.

Adán Soto Moreno dijo que La Bulla ha avanzado en medio de muchas carencias. "Es un teatro difícil, porque en ninguna escuela se enseña teatro de calle. Uno aprende con base en las tablas, en la improvisación, en salir a las plazas y la calle. No hay otra manera de aprender.

"Estar en este festival es importante, porque es el único en su género. Hay otros en el país, pero ninguno con esta infraestructura. Los espectáculos son gratuitos, lo cual no se podría hacer en otros estados. Aquí la gente sí colabora; es un público fértil y generoso. Lo que proponemos lo festeja, y eso estimula.

"Partimos de nuestro propio ridículo. La creación que hacemos parte del juego. Cada uno de nosotros tiene un personaje y lo desarrolla, mediante la comedia. No es un teatro tradicional, pero sí cubres otras áreas, de acuerdo con el código de la calle. Mucha gente piensa que quienes nos dedicamos al arte estamos locos y que no vamos a llegar a ningún lado. Eso es un estereotipo, pero la locura no es algo peyorativo. Mediante un clown que pierde su sombra, demostramos esa locura. Un niño entiende esto a su manera."

Malabar

Las calles alrededor de la explanada del Congreso se llenaron de luz. Un farol iba delante de una caravana de actores y público. Los histriones iban vestidos de animales raros, de seres con antenas como de insecto, ojos saltones como de hormiga, en medio de música dance.

Desfilaba, itinerante, la compañía francesa Malabar, para presentar su obra Bestiario, que es una innovación en el género tradicional de los presentadores de maravillas. Si una nota domina lo que proyectan estos personas es la extravagancia. Han sido invitados para presentar sus creaciones en los festejos por el centenario de la Torre Eiffel, los Juegos Olímpico de Invierno de Albertville, los 25 años de la BBC Radio, la Feria de Cali 1995, entre muchos más.

Se integraron en 1980 en la Cuenca Mediterránea y llegaron a Zacatecas para deslumbrar con sus creaciones en pequeño, mediano y gran formato. Yaun Guerrero, parte de la compañía, dijo: "Estamos para presentar la historia de un marinero. Hicimos que la gente nos siguiera para que viera y escuchara esta historia.

"Nuestros espectáculos requieren mucha tecnología y sincronización. En vivo, nuestro circo significa una apertura. La música electrónica que usamos en Bestiario es la adecuada. Estamos aquí para hacer soñar a la gente, ese es nuestro mensaje en este festival. Esta historia está contada de una manera surrealista y da espacio para pensar. La cultura en la calle es para todas las personas. Los espacios cerrados son para otro tipo de obras.

''Tenemos 25 años de historia y hemos montado 20 creaciones. En este 2005 hemos presentado 100 espectáculos en todo el mundo. También sabemos hacer espectáculos de gran formato. Este viernes (ayer) haremos Helios II, en la Plaza de Armas."

 
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