Usted está aquí: jueves 27 de octubre de 2005 Cultura Combate colectivo a la ''invisibilidad'' de la lucha de las mujeres lesbianas

LesFem/Videa participará en el Festival de Cine Lésbico de París

Combate colectivo a la ''invisibilidad'' de la lucha de las mujeres lesbianas

Alertan activistas contra el resurgimiento de la ultraderecha en México

La sociedad no le da tanto peso a la Iglesia católica, pero el gobierno sí, deplora Jennie Benítez

FERNANDO CAMACHO SERVIN

Si la historia de las mujeres ha sido ''invisibilizada" en México, la de las lesbianas es más invisible aún. Combatir la desmemoria y dar a conocer las luchas históricas de las mujeres homosexuales es el propósito de la agrupación LesFem/Videa, que participará en la versión 17 del Festival de Cine Lésbico de París, que mañana viernes comienza para concluir el martes 1º de noviembre.

Constituido hace unos siete años, las integrantes del colectivo son la videoasta Lisi Montserrat Rodríguez y la posproductora Jennie Benítez, además de Erika Calderón, Karina Vergara y la cofundadora del primer grupo de lesbianas en México en 1977, la artista y luchadora social Yan María Yaoyólotl Castro.

La historia de esta activista es el punto central de Yaoyólotl, corazón guerrero, cinta que participará en el festival parisino y que ya fue exhibida el pasado julio en la Cineteca Nacional, como parte de la segunda Muestra Internacional de Mujeres en Cine y Televisión.

En entrevista con La Jornada, Lisi Montserrat y Jennie Benítez resaltan la importancia del movimiento gay en México y advierten que, ante el resurgimiento de la ultraderecha en el país, están en peligro los derechos mínimos que la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transexual y Transgénero (LGBTT) ha ganado a lo largo de los años.

El espíritu del proyecto es recoger testimonios de las ''heroicas luchas de supervivencia" de las lesbianas, sobre todo de las que se organizaron para hacerse respetar frente a las instituciones ''lesbofóbicas y misóginas" que aún las siguen negando.

''Retomamos la historia de estas líderes porque las nuevas generaciones no saben cómo era la marginalidad, el gueto y el desprecio de hace 25 años.

''Si ahora gozamos de libertades que nos parecen naturales, como ir a un antro, es gracias a gente que abrió espacios democráticos, pero esos derechos están en riesgo y se puede hacer necesaria de nuevo la militancia", advierte Montserrat, quien prepara un video sobre el activista Octavio Acuña, asesinado el 21 de junio pasado en Querétaro, en un presunto crimen de odio por homofobia (La Jornada, 24/06/05).

El lesbianismo, una posición política

Ante el avance de los grupos conservadores en México, Lisi Montserrat considera que las fuerzas progresistas y la comunidad LGBTT en particular se ha ''dormido en los laureles de sus triunfos", y ello puede hacer necesario un regreso a ''los tiempos heroicos de hacer pintas y marchar a riesgo de ser golpeadas", como está sucediendo ahora en el interior de la República.

LesFem/Videa reivindica al lesbianismo como una posición política, al estilo de los militantes de los años 80 y 90 que salían a ''jotear militantemente por todos lados", o las lesbianas que se paraban en las mesas de los restaurantes a protestar contra la discriminación.

Ese nivel de activismo no redundó en logros políticos institucionales porque la izquierda partidista ''traicionó al movimiento gay" para congraciarse con la jerarquía católica, considera Montserrat.

Para Jennie Benítez, el respeto a la homosexualidad es un asunto generacional, y los jóvenes no sólo tienen una actitud más abierta hoy día, sino que se han ''sacudido" los dictados de la Iglesia católica, otrora determinantes.

A pesar de que conserva gran poder cultural y político, la influencia del clero ''ha sido sobrevalorada", tercia Lisi Montserrat. ''La juventud no deja de usar condón porque lo diga un arzobispo. La sociedad no le da tanto peso a la Iglesia, pero el gobierno sí, y sigue pensándola como referente."

Pero el panorama es muy distinto en otras estados, donde persiste la represión y la impunidad de los crímenes de odio.

''Por eso la militancia se está incrementando en provincia. Debemos recordar que la opresión no se soluciona con tener antros o por acostarse con alguien", concluye la videoasta.

 
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