Perdidos, no saben qué hacer con los alumnos: asociación mundial de educadores

El programa de enseñanza prescolar se tambalea; falta capacitar a profesores

CAROLINA GOMEZ MENA

El programa de educación prescolar o inicial de México es, "desde el punto de vista filosófico, muy bueno porque se centra en el desarrollo de competencias y no de contenidos"; no obstante, presenta problemas importantes en cuanto a capacitación de profesores, cantidad de alumnos por salón y que se quiera concebir como eslabón diseñado exclusivamente para preparar a los niños para la primaria, señaló Juan Sánchez Muliterno, presidente de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI).

En entrevista, abundó que tras haber efectuado un recorrido por diversas entidades del país le queda claro que entre muchos profesores hay un "seudodesánimo", porque consideran que con el cambio de sexenio el programa sufrirá modificaciones. Entonces, añadió, no ven mucho sentido en hacer el esfuerzo por sacar adelante el proyecto.

En noviembre de 2002 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que modificó los artículos tercero y 31 constitucionales, el cual estableció que es obligatorio cursar tres años de prescolar.

Rosa Iglesias, coordinadora pedagógica de la AMEI, abundó: el "currículo de ese nivel educativo es muy ambicioso", y aseveró que para esquemas como ese se requiere una "gran formación del profesorado, por ser un programa demasiado abierto, para lo cual los maestros no están preparados", porque la tendencia ha sido no darles libertad para realizar sus clases, por ejemplo en primaria.

"Hay un gran problema de capacitación del profesorado. Antes de haber fijado fechas, se debió haber formado a éstos. Andan perdidos, no saben qué hacer con sus niños. A los cursos que están acudiendo no pueden sacarles todo el provecho, porque les faltan ciertas bases. Estaban acostumbrados a que antes, día tras día, les decían lo que debían hacer en las aulas", indicó Iglesias.

Según Sánchez Muliterno, deben invertirse muchos recursos en capacitación, porque si no se corre el riesgo de perder la esencia del programa, que plantea que el maestro es quien tiene que adaptarse al niño, porque se centra en el desarrollo del menor y no en la adquisición de conocimientos.

Por su parte, Marisol Justo de la Rosa, secretaria de la organización, hizo notar que otro aspecto negativo es que "(el programa) no está diferenciado por los grados de prescolar, y ahí se corre el riesgo de asignar labores a un niño para las que no tenga la madurez". Precisó que la base del programa es que el profesor llegue a conocer a cada uno de sus alumnos, lo cual es imposible porque en una aula hay 40 o más". La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos recomienda que no sean más de 18 estudiantes por grupo, agregó.

María Elena Avalos, coordinadora territorial de la AMEI, dijo que si el programa pretende evaluar el desarrollo del menor, no es comprensible que muchas escuelas particulares apliquen exámenes para ingresar a primaria, porque ello generará una presión que hará que en dicho nivel se les quiera preparar para pasar un examen. Con ello se produce una simple "anticipación de conocimientos" y no una "preparación integral del niño".

Según expertos de la organización, que la semana pasada abrió su sede en México y realiza trabajos en colaboración con la UNESCO en más de 20 países, las mejores experiencias en dicho nivel educativo se han dado en Europa. Ahí se actúa con base en las necesidades de los niños, no de los sistemas educativos. América Latina, aseguró, aún está muy lejos de lograrlo, no sólo en este nivel, sino en toda la enseñanza primaria y media.