Usted está aquí: martes 8 de noviembre de 2005 Política México recupera posición para defender el derecho internacional: Sepúlveda

La representación del país estuvo fuera de la Corte de La Haya desde 1973

México recupera posición para defender el derecho internacional: Sepúlveda

Espera que su elección inspire a la formación de nuevas generaciones de especialistas

JOSE ANTONIO ROMAN

Ampliar la imagen El embajador de M�co ante la ONU, Enrique Berruga, y el nuevo miembro de la Corte Internacional de Justicia, Bernardo Sep�a, ayer en Nueva York FOTO Notimex Foto: Notimex

El ex canciller mexicano Bernardo Sepúlveda Amor señaló que su elección en la Organización de Naciones Unidas como nuevo miembro de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) otorga a México "una posición destacada" en el orden jurídico mundial, pero además tiene un "significado especial" para un país que desde siempre ha insistido en la solución pacífica de las controversias internacionales.

El eminente diplomático y jurista recordó que desde hace 32 años el país no ocupaba un cargo en este tribunal, responsable de dirimir las controversias entre los estados. El último de los mexicanos en desempeñarse en ese cargo fue el también ex canciller Luis Padilla Nervo (entre 1963 y 1973).

Sepúlveda Amor señaló que México debe recuperar su tradición de legalidad para poder hacer una mejor defensa de sus intereses nacionales e internacionales. Asimismo expresó su deseo de que su elección sirva de ejemplo para acabar con el déficit de juristas que se dedican al estudio del derecho internacional y, por el contrario, sea fuente de inspiración para las nuevas generaciones de especialistas en esta materia.

De su nueva responsabilidad expresó que la CIJ atiende 12 litigios territoriales y marítimos; algunos entre Nicaragua y Colombia, Nicaragua y Costa Rica, y de genocidio en la antigua Yugoslavia y la República Democrática del Congo.

Mencionó que hasta ahora México estaba ausente de la judicatura de la CIJ, del Tribunal del Mar, de los tribunales especiales para la antigua Yugoslavia y Ruanda y de la recién establecida Corte Penal Internacional (CIP). Esta ausencia notable "ahora viene a ser cubierta con esta elección a un asiento de este tribunal", precisó.

Sepúlveda Amor fue elegido este lunes como juez del principal órgano judicial de la ONU -donde estará nueve años a partir del próximo 6 de febrero- en una larga jornada de reñidas votaciones celebradas en la Asamblea General y el Consejo de Seguridad del organismo, según explicó el diplomático.

En entrevista telefónica que concedió a varios reporteros que cubren la fuente de la cancillería, insistió en que es esencialmente importante la presencia de México en este foro, porque ha sido un país que desde siempre ha insistido en la solución pacífica de controversias internacionales.

Subrayó que la CIJ tiene gran importancia para la comunidad internacional, y precisó que uno de los principales retos de este órgano judicial es la observancia de sus resoluciones y de los órganos internacionales.

Bernardo Sepúlveda fue secretario de Relaciones Exteriores de México de diciembre de 1982 a diciembre de 1988, durante el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado. Durante este periodo, entre otras gestiones, fue fundador del Grupo Contadora, que coadyuvó en el proceso de pacificación en Centroamérica.

De enero a noviembre de 1982 fue embajador de México en Estados Unidos, y de 1989 a 1993, embajador de México en Gran Bretaña e Irlanda. Además de su trayectoria diplomática, goza de gran prestigio como jurista internacional; prueba de ello es su participación, durante los últimos nueve años en la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas.

Hay que recordar que la CIJ es el órgano judicial principal de Naciones Unidas, y su función es decidir, conforme al derecho internacional, las controversias que le sean sometidas por los estados. Asimismo, tiene la competencia para emitir opiniones consultivas solicitadas por la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, y otros órganos de la ONU y agencias especializadas.

De conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, los estados miembros tienen obligación de arreglar sus controversias internacionales por medios pacíficos, de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni la justicia. La Corte está compuesta por 15 jueces independientes, elegidos entre personas que gocen de alta consideración moral y reúnan las condiciones requeridas para el ejercicio de las más altas funciones judiciales, o que sean jurisconsultos de reconocida competencia en derecho internacional.

De acuerdo con un comunicado de la cancillería, México otorga gran importancia al papel que desempeña la Corte en la consolidación del derecho internacional. Desde 1947 aceptó la competencia obligatoria de la Corte.

En virtud de la reconocida trayectoria Bernardo Sepúlveda, su candidatura fue apoyada de forma unánime por todos los países del grupo de América Latina y el Caribe. Asimismo fue promovida por Bélgica, Canadá, España, Marruecos, Holanda, Polonia y Suecia.

Como muestra de la confianza depositada en la Corte, México ha acudido a ésta en la búsqueda de soluciones para superar sus diferencias con otros estados. Por ejemplo, el caso Avena y otros nacionales nexicanos (México versus Estados Unidos, 2003-2004), cuyo fallo ha permitido defender y proteger los derechos de los mexicanos sentenciados a muerte en Estados Unidos.

Cabe destacar que en este litigio Sepúlveda Amor fue designado juez ad hoc de la Corte Internacional de Justicia.

Con la elección de Bernardo Sepúlveda Amor al máximo tribunal mundial, es la primera vez que un mexicano asume este cargo desde 1973. El gobierno de México está convencido de que el desempeño Bernardo Sepúlveda en la Corte contribuirá a la consolidación de la primacía del derecho internacional en las relaciones interestatales.

 
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