Usted está aquí: martes 8 de noviembre de 2005 Espectáculos The Eagles entregó memorable concierto a sus fans en el Auditorio

Hizo nostálgico recorrido por su trayectoria

The Eagles entregó memorable concierto a sus fans en el Auditorio

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen Los californianos no regatearon sus canciones con el p�o mexicano FOTO Fernando Aceves Foto: Fernando Aceves

El grupo californiano The Eagles ofreció, si no el mejor, uno de los conciertos más prendidos y, ahora sí, nostálgicos del año en el Auditorio Nacional, en la que fue la primera de sus presentaciones en México, el domingo pasado, ante un lleno que quedó cautivado por la excelente ecualización. Se distinguió cada instrumento y no fueron innecesarios los binoculares que algunos llevaban para ver el tañer de las liras, pues en 16 pantallas se proyectaron imágenes de los guitarristas virtuosos.

El foro de Reforma fue un nido para las aves del rock, agrupación formada en Los Angeles en 1971 y reconocidos por el disco más vendido en la historia del rock en Estados Unidos: 28 millones de unidades, por Their greatest hits.

En sus orígenes, estos roqueros eran músicos de apoyo de Linda Ronstadt y se dedicaban a tocar covers de Chuck Berry y Neil Young. Su primer disco homónimo ya contiene la base del sonido águila, con coros a cuatro voces. Viene Take it easy. Con esta pieza comenzaron su recital a las 20:15 horas, en medio de una gritería ensordecedora.

"¡Hola, México, una tequila...! Seguimos con otra del primer álbum", dijo en su español Timothy B. Schmit, bajista. Entre el público hay gente contemporánea a Joe Walsh, Glenn Frey y Don Henley, pero también niños. "Muchas gracias. ¿Todo está bien?", preguntó Timothy.

The Eagles no regateó al público mexicano nada de su fama. Los que iban por una canción se llevaron varias. Walsh informó que ese domingo fue el cumpleaños del guitarrista Glenn Frey, el 57 de la suma; nació en Detroit. Un detalle de buena vibra fue cuando el público le cantó Las mañanitas.

Las baladas se sucedieron. Las Aguilas pasan de lo híper fresa a lo potente, a lo macizo. I can´t tell you why, con sus fusiones de rock y country. Wasted time alucina. "Una canción de amor para ustedes. Ojalá les guste", dijo Frey. Tequila sunrise es una balada country para el rélax.

En el mismo sentido: Help me through the night, con su vaivén y el sonido de banjo. La intensidad del concierto estaba en la cima. A las 22:18 se iban, se despidían. Era el juego del regreso, pero me hago del rogar. Retornaron y las luces van a la línea de instrumentos de aliento, cuyos cuatro integrantes llevaban sombrero charro.

Son las 22:20 y el sonido de una trompeta deja oír los primeros acordes de un clásico: Hotel California. Una emoción creciente, un tiempo detenido en los días de juventud, allá por los años 70. Apareció Walsh con una guitarra bicéfala: "Bienvenido al Hotel California"... Un clásico que envolvió a cada uno de los asistentes. Los jóvenes saben, supieron esa noche, que el rock puede crear cosas así, bellas, bien hechas, eternas. Todo el Auditorio Nacional lució al público de pie. Gritos. Parejas de esposos tomados de las manos. Unos iban en la secundaria, otros en la prepa.

Ahí debió acabar, pero todavía regresaron para reventarse otras tres. En total, 24 canciones, hasta casi las once de la noche de un día memorable para los rocanroleros de corazón.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.