Denuncia ombudsman estatal excesos de militares
Múltiples abusos a migrantes en la frontera Coahuila-EU
Saltillo, Coah., 8 de noviembre. Al menos 2 mil 200 migrantes mexicanos y centroamericanos han muerto en la franja fronteriza durante los recientes ocho años, al intentar internarse sin documentos en Estados Unidos, según un informe de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Coahuila.
Miriam Cárdenas Cantú, presidenta del organismo, señaló que los abusos contra migrantes en Coahuila incluyen robo, violación sexual y asesinato. Añadió que de 2002 a la fecha, la Procuraduría General de Justicia del estado ha tenido conocimiento de 144 casos de abuso físico, 11 homicidios, cuatro robos y tres violaciones sexuales contra migrantes.
Mencionó que en el informe se anota que los principales agresores son los vigilantes ferroviarios, policías municipales, soldados del Ejército Mexicano y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
Si bien Piedras Negras, Coahuila, es el cuarto cruce fronterizo preferido por los migrantes mexicanos y extranjeros hacia territorio estadunidense -después de Tijuana, Ciudad Juárez y Nuevo Laredo-, la infraestructura del INM para atender el flujo migratorio "es irrisoria", comentó.
"Sólo existe una estación migratoria, ubicada en Saltillo, cuyas instalaciones fueron donadas por la sociedad civil, pues en ellas se mantenía un albergue, pero en el resto de los municipios que son empleados por los migrantes rumbo al norte, cuando se les detiene son remitidos a las cárceles municipales en condiciones sumamente desfavorables, pues en muchos casos permanecen sin comer", señaló.
Mencionó que en las celdas de las policías preventivas las autoridades no cumplen 16 de las 18 condiciones mínimas a las que los migrantes centroamericanos tienen derecho. Por ejemplo, en la mayoría de los casos no se les proporciona comida, catres para descansar ni ventilación natural, pues no se encuentran detenidos en áreas especiales, sino en los mismos separos a los cuales se remite a presuntos delincuentes.
Destacó que esas instalaciones "tampoco cuentan con sanitarios, la limpieza es deficiente, no tienen colchones, ni regaderas, ni lavamanos, y en la mayoría de los casos es incierta su fecha de deportación".
Indicó que los migrantes sufren abuso y peligros naturales que encuentran a su paso, mientras que los traficantes de humanos, los polleros, al ser detenidos "recobran pronto su libertad, pues generalmente las autoridades correspondientes argumentan no tener elementos suficientes para proceder en su contra".