Usted está aquí: jueves 17 de noviembre de 2005 Ciencias La convergencia: una realidad

ENTORNO TECNOLOGICO

La convergencia: una realidad

CUAUHTEMOC VALDIOSERA R.

Una de las características sobresalientes de esta época es el proceso acelerado de conversión de lo analógico a lo digital.

Múltiples son los caminos y las formas en que las diferentes vertientes del proceso de digitalización se están dando a escala mundial.

En los albores de la revolución digital, con la emergencia de la computadora personal, el disco compacto y el mítico CD-ROM, se hablaba ya entre los especialistas del advenimiento de la convergencia digital. Se afirmaba que en cierto momento todo iría hacia lo digital y todo el conocimiento emigraría hacia el lenguaje de los unos y los ceros, hasta llegar a un punto donde toda esta información estuviera disponible a través de un solo dispositivo.

Esto es hoy una realidad: la mayoría de la información escrita, audiovisual y documental se ha convertido al lenguaje digital. Libros, documentos, bases de datos, películas, fotografías, música y la mayor parte del conocimiento tradicional están disponibles en formato electrónico: con inmensos acervos en disco compacto, CD-ROM, DVD, información en línea, fotos y videos digitalizados y el acceso a la mayor cantidad de información nunca antes soñada al alcance de un click, a través de la magia de la Internet y la computación ubicua.

Igualmente esta revolución tecnológica se ha convertido en una verdadera revolución cultural, que ha transformado los usos y costumbres de la sociedad humana en menos de un cuarto de siglo y dio lugar a una verdadera parafernalia de todo tipo de dispositivos electrónicos: computadoras portátiles, lectores de disco compacto, consolas de videojuegos, reproductores de cidís y DVD, teléfonos celulares, agendas electrónicas, reproductores MP3, nuevos equipos de audio y video, etc.

Recientemente se va observando cómo el siguiente paso de la convergencia digital está llevando al paradigma de poder acceder a toda la información digitalizada a través de dispositivos unitarios, miniaturizados y ubicuos, disponibles para las mayorías, en una verdadera democratización del acceso a la información, con equipos que caben en la palma de la mano y permiten transformar la realidad.

Así, ya están disponibles teléfonos celulares de tercera generación, con acceso a Internet, que reproducen música en archivos MP3, graban video digital, toman fotografías de alta resolución, funcionan como agendas y organizadores, captan transmisiones televisivas y son verdaderas terminales multimedia.

En los últimos años este proceso se ha acentuado con una auténtica invasión del concepto digital en todos los aspectos de la vida diaria. Aparecen en escena términos como sistema nervioso digital, los llamados analfabetos digitales, nueva ola digital, economía digital, el ser digital, etc.

Pero la convergencia parece ser uno de los más significativos símbolos de que este milenio estará marcado por la era digital.

Se han manejado innumerables definiciones de este concepto tecnológico, tan amplias como los campos que el mismo parece comprender, sin llegarse a una conceptualización generalmente aceptada.

En la actualidad coexisten varios niveles de convergencia digital. En un primer plano se puede ubicar la convergencia digital que en el último lustro se ha presentado entre las industrias de la electrónica de consumo y la informática, con el uso intensivo de chips y sistemas digitales en los equipos electrónicos tradicionales como cámaras fotográficas, videocámaras, videograbadoras VHS, equipos DAT, amplificadores de audio y vídeo, televisores, radios AM/FM y de onda corta y larga, etc.

Este proceso de convergencia se ha acentuado con la aparición de los equipos que explotan las tecnologías del disco versátil digital o DVD, los nuevos sistemas equipados con sonido Dolby Digital, la inminente aparición de la televisión digital con su complejidad tecnológica y el desarrollo de chips DVD con más de un millón de transistores, nuevos reproductores digitales MP3, lo que ha desarrollado verdaderos híbridos tecnológicos, hijos de este proceso convergente.

Adicionalmente, las compañías parecen haber resuelto algunas de sus diferencias sobre la televisión digital, tema que ha generado un intenso y complejo debate entre las estaciones de Tv y los fabricantes de hardware y software digital.

Como se puede observar, la trascendencia de este nivel de convergencia reafirma la riqueza que la convergencia digital permite, al hacer posible la unión de dos de las industrias más dinámicas del mundo actual.

Pero dicha convergencia no se limita a estos dos sectores. Estas tecnologías emergentes también se relacionan con la denominada media múltiple: el mundo de los medios electrónicos como la televisión tradicional, vía cable, vía satélite y la nueva televisión de alta definición (HDTV), así como las transmisoras digitales de radio y las productoras de contenidos, los cuales son generados digitalmente en procesos de edición electrónica no lineal a través de muchos equipos sofisticados, con el uso intensivo y extensivo de pc's, estaciones de trabajo especialmente diseñadas para tales fines.

Se liga aquí el cuarto sector de convergencia representado por la gigantesca industria del entretenimiento, como el cine, cuyos más grandes éxitos dependen ya totalmente de los efectos especiales digitales y la creciente industria de los videojuegos.

Así, la electrónica de consumo, la informática, la media múltiple y el entretenimiento se ligan en empresas convergentes gigantescas como Time Warner, Disney, Bertelsman y en productoras como Televisa, el Grupo Murdoch, O Globo, por mencionar algunas.

Otro sector vital para el proceso de convergencia es el representado por las telecomunicaciones, donde se ubican las grandes telefónicas como AT&T, France Telecom, BT, Bell, NKH, Telmex, Telbras, etc. Estas empresas son ya el sistema nervioso digital a través del cual se establece la convergencia, y las recientes fusiones en gigantescos conglomerados buscan reforzar posiciones para el dominio y explotación de la Internet, del mercado de comunicación celular y el comercio electrónico, a través de redes interactivas digitales que transmiten voz, video, datos y contenidos multimedia en tiempo real, en una carrera acelerada por el control del nuevo mundo digital.

De esta forma, las más grandes industrias de la actualidad, sin excepción, se encuentran en un proceso irreversible de interacción donde el proceso digital es el corazón de su convergencia.

Incluso el ámbito aerospacial y militar se digitaliza aceleradamente, con sistemas de comunicación espaciales, de reconocimiento satelital, controladores de vuelos automatizados, bombas teleguiadas, sistemas de entrenamiento virtuales y cientos de aplicaciones de factura digital para lo cual se usan tecnologías como Internet para comunicaciones y logística en el campo de batalla.

En el sector automovilístico el concepto de autos cada día más inteligentes es ya una realidad con la integración de chips que controlan el encendido y la navegación, la sustitución de partes mecánicas tradicionales por sistemas electrónicos y microprocesadores.

A medida que los fabricantes de automóviles cambian a la electrónica digital es ya posible mejorar el desempeño, disminuir el peso, optimizar la seguridad, acelerar los ciclos de desarrollo y ofrecer toda clase de nuevos atractivos como los controles de crucero vía radar, los sistemas de posicionamiento vía satélite (GPS), etc.

Pero es en el campo científico donde la convergencia con la informática ha permitido todo una nueva generación de instrumentos de investigación y donde la computadora y el desarrollo de software especializado han revolucionado todos las especialidades desde la astronomía y la industria nuclear a la biología. No es posible pensar en realizar ahora ningún trabajo científico importante sin el uso de estas herramientas digitales.

Igualmente se han transformado la medicina y cirugía tradicionales con el uso de nuevos instrumentales y el arribo de cirujanos robots a los quirófanos.

La industria, los servicios financieros y la gestión gubernamental y empresarial dependen ya de manera absoluta de las herramientas tecnológicas que el maridaje con la cibernética ha propiciado.

Ante el impacto digital hemos perdido la capacidad de asombro; ya no percibimos la magnitud del cambio tecnológico, y los nuevos dispositivos para las modernas generaciones son cosa de la vida diaria para unos, mientras para otros son extraños objetos de deseo.

La convergencia digital es un proceso en expansión que en los próximos años alcanzará todo su esplendor, conforme la nanoelectrónica desarrolle procesadores más pequeños y poderosos y los dispositivos multimedia hagan realidad el acceso a toda la información disponible, desde cualquier lugar y con la mayor facilidad.

Toda esta realidad confirma que la convergencia digital, el Santo Grial de los digitalistas, es ya una palpable realidad y provocará cambios trascendentales en la cultura humana, sólo comparables a los ocasionados por la aparición de la imprenta y la máquina de vapor, en un nuevo salto cuántico en la evolución de la humanidad. La tecnología del siglo XXI será sin duda fruto del impacto de la convergencia digital.

 
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