Usted está aquí: jueves 17 de noviembre de 2005 Cultura Huelga de cantantes de ópera en Italia para defender el derecho a la cultura

Protestan por la reducción de recursos al sector, ordenada por Berlusconi

Huelga de cantantes de ópera en Italia para defender el derecho a la cultura

DE LA REDACCION

Luego de que el primer ministro italiano Silvio Berlusconi ordenó un recorte de 35 por ciento en el presupuesto de 2006 para el sector cultural de ese país (de 464 a 300 millones de euros), un grupo de cantantes de ópera decidió comenzar una huelga de hambre para protestar contra esa medida.

De complexión por lo general robusta, los cantantes inconformes se alimentaron por varios días de agua, jugo de fruta y café, lo que redujo notablemente su peso.

Una de las intérpretes que participó en la huelga fue Barbara Vignudelli, soprano de la Scala de Milán, quien no ingirió alimentos sólidos durante dos semanas y perdió seis kilos.

''Me siento bien, pero sueño con un sandwich de mortadela. Lo hago para intentar avergonzar a nuestros políticos. Tenemos uno de los legados culturales más importantes del mundo. Será un desastre para Italia si se adoptan estos presupuestos", afirmó.

En Roma, Turín, Bologna y Catania más de 10 cantantes, además de músicos, directores de orquesta y presidentes de recintos culturales, se sumaron a la protesta mediante huelgas "rotativas" o por tiempo definido.

El gobierno de Berlusconi propuso el recorte al presupuesto para las artes en el contexto de un conjunto de medidas financieras destinadas a reducir el déficit anual de Italia, que supera los niveles permitidos por la Unión Europea. En el parlamento se discute una reforma presupuestaria de 11 mil 500 millones de euros, cuyo destino se conocerá a finales de año.

Los críticos de la medida señalan que la disminución de recursos para la cultura obligaría a las 13 casas operísticas del país a reducir funciones y los teatros históricos más pequeños a cerrar sus puertas.

Sacrificio del arte ante comicios

Algunos de los sucesos culturales más importantes de Italia, como el Festival de Cine de Venecia, también corren peligro de ser cancelados, junto con miles de empleos. Los teatros y cines de todo el país realizaron el mes pasado una huelga de un día en repudio a los planes de Silvio Berlusconi.

Esa crisis podría sacudir al gabinete del premier, luego de que el ministro de Cultura, Rocco Buttiglione, amenazó con renunciar. Por su parte, la Asociación de la Industria Cinematográfica afirmó que los recortes son ''un ataque al derecho fundamental de los ciudadanos a la cultura".

El barítono Claudio Fantoni, quien canta en el coro del Musical Maggio de Florencia, consideró que los recortes tienen motivaciones políticas en vísperas de las elecciones de abril. ''Da la sensación de que el gobierno está dispuesto a sacrificar el arte porque no es estratégico para los fines electorales", comentó.

 
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