Usted está aquí: viernes 18 de noviembre de 2005 Cultura Presentaron la primera novela de Gabriela Fonseca

Andrés de Luna y Daniel Barrón resaltaron las virtudes literarias de Peso muerto

Presentaron la primera novela de Gabriela Fonseca

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

Ampliar la imagen Gabriela Fonseca, en el Museo del Carmen, donde present� libro FOTO Yazmin Ortega Cortes Foto: Yazmin Ortega Cortes

Más allá de desmitificar a la infancia como el periodo más feliz de cualquier ser humano, la novela Peso muerto ''habla de decepciones y las formas que buscamos para escapar de ellas, por eso el título, porque la decepción es una especie de peso que se carga".

De esta manera definió la novela su autora, la periodista Gabriela Fonseca, durante la presentación del libro, la noche de este miércoles, en el Museo del Carmen.

En el caso de Peso muerto ''es la decepción causada por los seres más queridos, que también es una paradoja: hemos escuchado o dicho, al ver a niños pequeños, que ojalá nunca crecieran. El libro trata de lo que sucedería si esto fuera posible, la forma en la que se lograría y el costo que tendría. Ese costo en la novela serían niños sin alma y almas sin cuerpo".

En ella, añadió, tienen el mismo peso la fantasía y la realidad, ''porque estoy convencida de que la vida es así, siempre tenemos un pie en lo fantástico, en nuestros sueños, nuestros deseos, en lo que imaginamos, en los recuerdos, en ese mundo invisible que venimos cargando".

Dentro de la novela, la infancia es uno de los temas esenciales, aunque también toca de manera sutil la mediocridad y la crueldad, tratadas con ironía, dijo a su vez el escritor Andrés de Luna, y subrayó: ''Peso muerto propone la ruptura de una serie de lugares comunes", la infancia deja de ser esa edad perfecta.

Con magia (un poco de vudú y otro poco de ritual chamánico mexicano) los padres, en la novela, congelan a sus hijos en la que consideran la mejor parte del crecimiento. ''Se convierten en niños sin alma y almas sin cuerpo", dijo Gabriela, periodista de La Jornada, quien ya prepara su segunda novela.

El escritor Daniel Barrón, otro de los presentadores de Peso muerto, subrayó que si bien la infancia puede ser un tema común, el tratamiento que se le da en la novela ''es muy especial. Lo que hace Gabriela es decirnos un tanto la verdad: que es un periodo bastante terrible en el que no nos acomodamos en ninguna parte, donde las personas prácticamente no nos hacen caso, como si fuéramos invisibles o como si verdaderamente no importáramos.

''Esta novela trata de unos padres que quieren, como siempre, lo mejor para sus hijos: una pareja formada por Carlos y Angela, quienes deciden congelar a sus hijos donde les parece que están mejor: en la infancia, es decir, les roban lo más preciado que puede tener un ser humano, que es el desarrollo, el crecimiento, y lo hacen al parecer en su propio provecho, para estar felices idealmente para siempre, la novela se desarrolla y se ve que esa felicidad no sucede."

Peso muerto, expresó Barrón, desarrolla un mito antiguo y bastante romántico, el mito fáustico, que es el de querer detener la vida en un momento en el que nos parece, al menos desde ese primer punto de vista, el ideal. Sin embargo, el libro, ''no es sólo una variación del viejo mito, además es una obra que desvela el último ideal, ése que aún se explota en las telenovelas y que ha enriquecido a nuestros sicoanalistas.

''Hace de la infancia un lugar de escasez y de zozobra, de necesidad y de culpa. Crecer, nos dice Fonseca es un desafío personal sobre el que nadie tiene ningún derecho."

 
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