Usted está aquí: viernes 18 de noviembre de 2005 Opinión PENULTIMATUM

PENULTIMATUM

¿La vida es de Dios?

POR IMPORTANCIA, comenzamos con la revelación del nuevo milenio: ''El ser humano no tiene derecho a decidir sobre su propia vida, pues ésta pertenece a Dios; además de que el dolor, unido a la pasión de Cristo, es fuente de redención y riqueza espiritual": Declaración de la Conferencia del Episcopado Mexicano en torno de la iniciativa para aprobar la eutanasia.

DE SER LO anterior exacto, ¿por qué la Iglesia católica ha patrocinado durante tantos siglos la guerra, donde los soldados disponen de sus propias vidas por amor a la patria? No se puede alegar que los mandan, porque de ser así no habría capellanes del ejército que atestiguaran la participación voluntaria. Y, en complemento de lo anterior, ¿desde cuándo el sufrimiento es un requisito del espíritu? Si es voluntario, se le llama mutilación o, en sicología pop, masoquismo, y eso es de suponer que no entra en el capítulo de las recomendaciones eclesiásticas.

LA CITADA CONFERENCIA señaló además que ''tenemos un gobierno laico que tiene que legislar para un pueblo que ciertamente en su mayoría es católico". Agregó que apoyará a los candidatos que defiendan la vida en temas como eutanasia y aborto.

NO LO DIVULGUE, pero la Secretaría de Gobernación iniciará en unas semanas más una intensa campaña para lograr que los afiliados a la Asociación Nacional de Actores y todos aquellos que graban en las disqueras mexicanas memoricen la letra del Himno Nacional. Para asegurar el éxito de la campaña se está pidiendo también el apoyo de las dos principales televisoras del país. Ante el fracaso que significó la iniciativa puesta en marcha por el anterior secretario de Gobernación, Santiago Creel, y que tenía como propósito que el pueblo mexicano se aprendiera y cantara la letra del Himno, ahora se busca evitar que, en las grandes ocasiones, los intérpretes se equivoquen. Por ejemplo, al inicio de las peleas de box, partidos de futbol, charreadas y actos de proselitismo en favor de los licenciados Roberto Madrazo, Arturo Montiel y Everardo Moreno.

EL CASO MAS reciente de olvido no programado ocurrió durante un partido de futbol americano en el estadio Azteca y estuvo a cargo de la cantante Edith Márquez, ex integrante del grupo Timbiriche. Ella decidió, según las crónicas, darle su dimensión onomatopéyica al Himno, a resultas de lo cual parecía una sesión de jazz, lo que estaría bien tratándose del Cielito lindo, Estrellita (del maestro Manuel M. Ponce) o de los 500 versos de La Llorona, pero mal tratándose del texto donde culminó la inspiración y el aura patriótica del nunca bien llorado Francisco González Bocanegra.

ES DE ESPERAR que de ahora en adelante a las 10 estrofas del Himno se le agreguen, también memorizados, los artículos de la Constitución (a cada uno de los cuales la poeta Griselda Alvarez dedicó ya sentidos versos) y si es posible, y debe serlo, las diferencias sustanciales entre los códigos penales de nuestra bienamada nación.

 
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