Usted está aquí: lunes 12 de diciembre de 2005 Cultura Amadísimo carnal

Amadísimo carnal

Marcial Alejandro

Ampliar la imagen Marcial Alejandro abraza a Hilda Saray, viuda del homenajeado FOTO Roberto Garc�Ortiz Foto: Roberto Garc�Ortiz

Pinche Emilio:
Quiero hablarte con el alma

con la suficiente calma

que tú dices que yo tengo.

Debes saber que mantengo

con la sobriedad más cruda

de que tú te me hayas muerto

es más, seguro no es cierto.

Cómo pasas a creer

que yo te pueda perder

así nomás porque sí.

Desde que te conocí

supe que eras espeso

yo te respeté por eso.

El cariño apareció

y creció creció creció

me invitaste a tu cabina

y de la canela fina

del micrófono en tu voz.

Yo no sé pero a los dos

completamente distintos

nos juntaron los instintos.

Por lo mismo no me salgas

con que tus chorreadas nalgas

no se vuelven a sentar

en nuestra mesa de bar

donde todas tus jaladas

arrancan las carcajadas

del variado personal.

Amadísimo carnal

te pasas deveras cabrón

provocas la sinrazón

a pesar de tu cultura

a pesar de tu ternura

y tu sentido común.

Sólo te digo que aún

con todo lo sucedido

yo no te doy por perdido.

Puedes nadar de muertito

si gustas, pero repito

si te ofendo me perdonas

pero es la peor de tus bromas.

 
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