Usted está aquí: lunes 12 de diciembre de 2005 Opinión Medio ambiente y bienestar humano

Iván Restrepo

Medio ambiente y bienestar humano

La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó el viernes pasado en Bankong, Tailandia, un informe global sobre el estado de la naturaleza y el bienestar humano. Aunque podría pensarse que por la especialización que distingue a esa agencia de Naciones Unidas no debería ocuparse de otros asuntos, lo cierto es que la salud está directamente vinculada con lo que sucede al medio ambiente. Por eso los más de mil expertos que participaron en este nuevo ejercicio de análisis señalan que el creciente deterioro que registran los ecosistemas y la "explotación irracional de la naturaleza" tendrán un efecto muy notable en la población los próximos 50 años.

Advierte la OMS que más de la mitad de los recursos naturales con que cuenta el planeta se han utilizado las últimas décadas en forma irracional, inmediatista, a velocidad y con intensidad jamás vista en la historia de la humanidad. Se destruyen sin tener en cuenta que de ellos dependen cientos de millones de familias para su supervivencia. Destacan al respecto los casos del agua y el aire, elementos indispensables para la vida en la Tierra.

En el primer caso, los datos del informe muestran con gran crudeza cómo una de cada seis personas no tiene acceso a agua limpia, motivo por el cual mueren anualmente 3 millones de personas que adquieren enfermedades infecciosas que pudieron evitarse de haber contado con sistemas de tratamiento adecuados para purificar el líquido.

La descripción de lo que sucede al respecto en Africa es una nueva llamada de atención sobre la falta de solidaridad hacia un continente explotado desde hace siglos por las grandes metrópolis, También de la necesidad de plantear políticas novedosas que impidan no solamente mayor desertización de ese inmenso territorio por la deforestación, la explosión demográfica y por la pobreza generalizada, sino para regresar a sus actuales pobladores parte del patrimonio común que les ha sido saqueado de mala manera.

Respecto a la calidad del aire, los expertos recopilaron datos de diversas partes del mundo que demuestran el deterioro que sufre debido a los procesos industriales y la presencia en las ciudades de millones de vehículos automotores. Destacan en este punto los daños que ocasionan a la salud las partículas menores de 10 micras, que al entrar al organismo originan males diversos y graves.

En cuanto a lo que sucede en nuestro país, si bien en las áreas urbanas el agua recibe un saneamiento cada vez más satisfactorio (abarca a 90 por ciento de la población que la demanda), es muy distinto el panorama en el sector rural, donde estamos lejos de lograr las metas fijadas en los acuerdos internacionales. Según datos oficiales, apenas se sanea 40 por ciento del líquido, cuando la meta era llegar a 60. Ello explica la presencia en el agro de enfermedades directamente vinculadas con el consumo de agua contaminada. No solamente por la carencia de la infraestructura requerida, en especial alcantarillado y sistemas de potabilización, sino porque muchas comunidades se abastecen directamente de los cuerpos de agua, sin considerar que pueden estar alterados por desechos humanos o por residuos tóxicos y peligrosos provenientes de la agricultura y la industria. Asimismo el agro mexicano, destacadamente en el más pobre, sigue siendo un pendiente reducir al mínimo el uso de leña para la cocina y la calefacción. El humo de la combustión origina diversas enfermedades en las vías respiratorias de las familias, aparte de la disminución de las áreas boscosas.

Los expertos que elaboraron el informe de la OMS reiteran lo que en otras ocasiones ese organismo mundial ya había señalado: son los pobres quienes más sufren por la destrucción de los ecosistemas, los que más padecen las enfermedades derivadas del cambio climático, y los que reciben menos ayuda. Algo comprobable en Africa negra, Asia central y parte de Latinoamérica. En contraste, existe mayor concentración de los recursos y la riqueza, gobiernan las corporaciones, se amplía la brecha entre ricos y pobres. Termina, pues, el año de mal en peor.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.