Usted está aquí: lunes 12 de diciembre de 2005 Opinión ANDANZAS

ANDANZAS

Colombia Moya

El cascanueces en el Auditorio Nacional

LA PRESENCIA DE la Compañía Nacional de Danza (CND) en el Auditorio Nacional, allá por el bosque de Chapultepec, representa sin lugar a dudas el avance que a pasos agigantados la danza mexicana reclama con lugar excepcional en el vínculo oferta-demanda de la cultura. Evidentemente, los tiempos han cambiado para bien en este renglón, pues son miles las personas que hoy por hoy abarrotan esos espacios para disfrutar el arte del ballet, que indiscutiblemente se reposiciona en el gusto de la gente, luego de haber pasado décadas un tanto arrinconado por diversos factores.

MUCHO TIENE QUE ver, no sólo la presencia de maestros extranjeros de probada calidad y nivel, quienes han elevado la calidad técnica de la compañía, sino también el desarrollo mismo de la técnica, que logra cuerpos perfectos, así como el virtuosismo de filigrana y la resistencia que vemos en las grandes compañías y solistas que ha traído a México Ars Tempo, Arcelia de la Peña y Eduardo de León, con la participación de diversas e importantes instituciones nacionales, cada día más integradas a la difusión de la cultura y al beneficio de niños pobres.

ESTE PARAMETRO QUE compite un tanto con la gestión empresarial de las instituciones oficiales dedicadas al efecto, representa, asimismo, un acicate para que los presupuestos no se vayan por carretadas en papeleo y burocracia, sino que realmente se vea un avance y un resultado que nos saquen de lo mismo, tanto de los números rojos como de la idea de que la cultura no es negocio bajo el manto protector de la oficialidad.

ESTE HECHO TAMBIEN significa que, por las características de la obra, llena de magia y fantasía, debida a el talento de Lev Ivanov y Piotr Illich Chaikovsky, coreógrafo y compositor de El cascanueces -estrenado en el teatro Mariinsky, de San Petesburgo en 1892-, de algún modo este tipo de obras tradicionales, más que las propuestas y experimentos de la danza contemporánea y el folclor, pueden verdaderamente abarrotar, llenar al menos, espacios como el gran Auditorio de la ciudad de México, cosa que no han logrado los grupos estrellas de la danza mexicana, aun apapachados por más de 30 años de puntual presupuesto.

DARIUZ BLAJER, DIRECTOR de la CND, perteneciente al Instituto Nacional de Bellas Artes, en peligro de ser devorado por la gran maquinaria BUROCULTURA, en la jugada "moderna", que desea abarcar y controlar TODO, parece comprender la importancia de dar oportunidad a jóvenes talentos en el desempeño de los papeles principales de las obras del repertorio de la compañía, como es El cascanueces. En esta ocasión Erik Rodríguez estrenará oportunidad, Rafael Santiago y Blanca Ríos también probarán fortuna al lado de la experimentada Irma Morales. Sólo falta impulsar, crear, estrellas a nivel competitivo, ya que la calidad es imprescindible en una compañía de ballet con repertorio para grandes figuras. Son tres ya las obras de la CND que tienen su nicho ante el público mexicano: El lago de los cisnes, con su tradicional temporada en el lago de Chapultepec; La bella durmiente, en el Castillo de Chapultepec, y El cascanueces, antes en Bellas Artes y ahora ya en el Auditorio Nacional.

ESTA IMPORTANTE LABOR es de ida y vuelta, porque alimenta, crea y fortalece el gusto por la danza -que es bella y saludable, entre muchas virtudes más-, para el público mexicano y obliga cada vez más a la CND al desarrollo y difusión que merece.

MULTIPLES HAN SIDO las versiones que sobre la obra de Ivanov han desarrollado las más importantes compañías del mundo en esta temporada navideña. Cabe recordar las excelentes versiones rusas y la de New York City Ballet, con Balanchine (q.e.p.d.) al frente, y aquel árbol que crece hasta el infinito, tanto como la cama voladora de Clara, la heroína del ballet y que hace viajar sus sueños por el espacio infinito de la fantasía.

EL CASCANUECES, CASSE-NOISETTE, Nutcracker o Schelkunchik, estará en el Auditorio Nacional a partir del 15 de diciembre, y si lleva a sus niños, lo disfrutarán enormemente.

 
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