Ojarasca 104 diciembre 2005


Mujeres guajiras

LAS GUARDIANAS DE LA MEMORIA

LLa fotógrafa venezolana Anabell Guerrero, cuyo reportaje La mirada fragmentada ilustra este número de Ojarasca, ofrece una visión enriquecedora y dignificante de un pueblo amenazado pero lleno de vitalidad.

Al respecto escribe Michel Dieuzaide; "Entre Venezuela y Colombia vive el pueblo guajiro, sitiado por los narcotraficantes y el desempleo endémico. Esta singular sociedad resiste tal situación con la fuerza de su identidad cultural, y son sus mujeres quienes mantienen centralmente la lucha. Son pilar de la familia, la memoria y las tradiciones, y valladar contra la división de los clanes, siempre a punto de resurgir".

Anabell Guerrero ha elegido en efecto una "mirada fragmentada" para reflejar esta expresión de humanidad. "El retrato tradicional es remplazado por un ensamblaje de fotografías donde las adiciones reconstituyen la totalidad del retrato de pie", agrega Dieuzaide.

La elección de la artista "implica la consi-deración de los detalles, para dotarlos de un valor igual al que puede tener el rostro. Esta declinación en varias imágenes multiplica su significado, desplazándolo de lo real". El efecto del procedimiento seguido por Guerrero resulta muy sugerente. Las telas y las miradas adquieren cada una su propio espacio, su propio mensaje.

"Las amplias ropas alargan las siluetas. La fragmentación en varias fotografías y su recomposición en políptico acentúan la esbeltez del cuerpo que envuelven" dice el crítico francés al presentar una exposición de estas fotografías. Con esta apuesta "llena de riesgos y audacias", el trabajo de Anabell Guerrero sobre las mujeres del pueblo guajiro consigue transmitirnos con fuerza el sentido profundo de estas mujeres, cuya "fragmentación" las multiplica en más de un sentido.

----------

Las mujeres guajiras que muestran su belleza en las páginas de esta Ojarasca fueron retratadas por Anabell Guerrero en la frontera de Venezuela y Colombia en 1998


regresa a portada