Usted está aquí: miércoles 21 de diciembre de 2005 Política Demandan reconocimiento a su labor traductores indígenas

La remuneración es exigua, pese a su importancia

Demandan reconocimiento a su labor traductores indígenas

KARINA AVILES

Con una paga de 200 pesos que a veces tarda hasta seis meses en llegar, desprotegidos por la ley y sin tener el reconocimiento de su labor, pese a que es fundamental para el acceso a los derechos de los indígenas, traductores de pueblos originarios exigieron al gobierno reconocer su trabajo en las normas y plantearon una transformación desde la base del sistema de procuración de justicia para frenar los abusos en contra de los indios.

René Ramírez Pérez, de la Organización de Traductores e Intérpretes Culturales y Gestores Indígenas, expresó que uno de los principales problemas que enfrentan es la falta de remuneración y, por otro lado, la falta de sensibilidad de las autoridades, quienes tienen la obligación de dar la garantía de un traductor a cada indígena que no hable español y se encuentre sujeto a un juicio.

Pero lejos de que se cumpla este derecho, los traductores no son llamados para brindar este apoyo y, en el caso de que los convoquen, esto ocurre "cuando ya van a dar la sentencia".

Señaló que la remuneración por este trabajo es totalmente irregular, ya que a veces hacen el trabajo de manera altruista y por una cuestión de ética para no dejar en el desamparo a sus compañeros indígenas. Sin embargo, la situación es muy preocupante, no sólo en el sector justicia sino también en el de la salud.

Hay casos extremos. Por ejemplo, dijo, el de una señora que dio a luz y estuvo a punto de morir y no podía tener comunicación con su médico. Señaló que en los hospitales ni siquiera hay una paga por su trabajo de traducción, ya que no se reconoce, y cuando en ocasiones obtienen alguna gratificación ésta es resultado de la voluntad del personal hospitalario.

El indígena de la Huasteca veracruzana dijo que en el DF su organización contabilizó, de 2004 a la fecha, a 100 integrantes de los pueblos indios sujetos a proceso judicial y que no contaron con traductor. Pese a ello, es en la capital del país en donde se han registrado más avances en el ámbito de la justicia, apuntó. Por lo menos durante este 2005, los traductores de dicha asociación estuvieron presentes en 15 diligencias en agencias del Ministerio Público y en 180 en tribunales.

Expresó que firmaron un convenio con la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y con el Tribunal Superior de Justicia de la capital mediante el que lograron que por cada hora o fracción por su trabajo de traductor se les pague cinco salarios mínimos. Sin embargo, la sobrevivencia es muy difícil porque en ocasiones, para tener una traducción, pueden pasar hasta seis meses "para ganar 200 pesos".

Por su parte, Juan Rodolfo de la Cruz Pérez, de la Unidad de Escritores Mayas-Zoques, señaló que el cambio en la procuración de justicia debe comenzar desde los propios municipios, donde están los juzgados de paz, muchas veces integrados por "jueces que no saben cuándo se trata de un delito grave o común". A veces, aunque son indígenas se prestan a la corrupción, dijo.

En el contexto de la primera reunión sobre certificación de intérpretes y traductores en lenguas indígenas organizado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, el director de dicha institución, Fernando Nava, señaló que la actividad de los traductores e intérpretes debe ser "dignificada, remunerada y sistemática", por lo que no puede ser un asunto de "excepción" sino una norma.

 
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