En Colima, 225 reportes este año

Colima, Col., 25 de diciembre. El cuerpo de Juan Carlos Vázquez Pasarín permaneció enterrado más de cuatro meses en la casa donde vivía. Con sólo año y medio de edad tuvo un largo martirio que terminó con su muerte, causada por las palizas de su padrastro. Eso ocurrió en septiembre de 2004.

En febrero de 2005, en el municipio de Tecomán, el niño Bryan Gustavo Hernández Hernández, de tres años, murió de desnutrición crónica debido a que su madrastra lo dejaba sin comer, le ataba las manos y lo obligaba a acostarse en el piso del baño "para mantenerlo quieto".

Esos son apenas dos casos del maltrato infantil que ocurren en Colima. De enero a noviembre de 2005 el Sistema Estatal de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) recibió 220 reportes de agresiones a menores.

En la mitad de ellos se comprobó que hubo maltrato, por lo que los niños fueron puestos en custodia temporal en albergues y casas de familiares, mientras los padres recibieron tratamiento sicológico con el propósito de erradicar la violencia, informó José Dolores García Sosa, director de Asistencia Jurídica de la institución.

La mayoría de los niños reportados al DIF fueron maltratados emocionalmente y 15 fueron golpeados o quemados.

Abel Chávez y Ramírez, sicólogo del DIF encargado de atender los casos de maltrato infantil, explicó que los padres que agreden a sus hijos viven una frustración porque no tienen patrones sanos de convivencia familiar.

Verónica González, corresponsal